González no huirá de Venezuela ante la orden de detención del régimen chavista

Edmundo González no tiene pensado «en modo alguno» huir de Venezuela. Así lo aseguró ayer el abogado del candidato opositor, a quien 12 Estados reconocen ya como presidente electo del país, después de que un tribunal pidiese su detención por cinco presuntos delitos. Una maniobra que ha causado repudio dentro y fuera del país.

«En una decisión muy personal y muy valiente, admirable, ha decidido mantenerse en resguardo, pero en territorio venezolano, en defensa de la voluntad mayoritaria de los ciudadanos», señaló José Vicente Haro, letrado que asumió la representación legal de quien, según muestran las actas recogidas por la oposición el 28 de julio, ganó las elecciones con más de un 67 % de los votos.

«Aceptar ir a una embajada en calidad de huésped lo alejaría de los venezolanos. Su mayor deseo, por el contrario, es estar cerca y corresponder la confianza que le han dado», señaló Haro, quien, sin embargo, reconoció que González «tiene que ir de casa en casa para proteger su vida».

El lunes de noche (hora local), el Tribunal Primero Nacional contra el Terrorismo solicitó a la policía judicial la detención de González por la supuesta comisión de los delitos de usurpación de funciones, falsificación de documentos públicos, instigación a la desobediencia de leyes, conspiración, sabotaje y daños de sistemas y pertenencia a asociación criminal. La razón: el opositor publicó en una página web los resultados de al menos un 80 % de las actas de las 30.000 mesas electorales del 28 de julio.

En comparación, cinco semanas después de las elecciones y vencidos todos los lapsos legales, el Consejo Nacional Electoral no ha sustentado los resultados según los cuales Nicolás Maduro ganó los comicios con un 52 % de los votos. Una situación que le ha valido el repudio de prácticamente toda la comunidad democrática internacional.

Un juez fantasma

Curiosamente, la orden de aprehensión la firma el juez Edward Briceño, quien, según investigaciones de medios locales, no cotiza en la Seguridad Social desde hace más de dos años y cuyo supuesto nombramiento no aparece en la Gaceta Oficial del Estado (equivalente al BOE), lo que hace prever que no está en el cargo. Además, la firma del documento es ilegible.

Llama también la atención que el organismo encargado de ejecutarla no sea el Sebin, la policía política que suele llevar este tipo de casos, sino el CICPC (Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas), que tiene mucha menos fama de atentar contra los derechos humanos. Por ello, políticos como Henrique Capriles, excandidato presidencial, han señalado que la orden de detención busca que González salga al exilio, más que su arresto.

Entretanto, EE.UU. estudia lanzar nuevas sanciones contra 15 altos cargos del régimen bolivariano y 35 personas asociadas, tras la incautación del avión presidencial de Maduro en República Dominicana el lunes. «Las Fuerzas Armadas venezolanas son blanco del imperialismo norteamericano», aseguró el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.

Navidad en octubre

Maduro ha decretado por televisión que este año la Navidad en Venezuela comenzará el 1 de octubre. «Es septiembre y ya huele a Navidad. Y por eso, en homenaje a ustedes, voy a adelantarla, con paz, seguridad y felicidad», señaló el mandatario, en una de sus prácticas habituales durante los años de crisis. En Navidad da alimentos a la población, lo que ayuda a reducir el descontento.

La UE, España, Italia y nueve países de Sudamérica condenan la maniobra

La orden de arresto contra Edmundo González fue rechazada por Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. En un comunicado conjunto, los nueve países aseguraron que la medida «cita varios delitos que no son más que otro intento de silenciar a González y no reconocer la voluntad venezolana». Calificaron el comportamiento del chavismo como «persecución política» y aseguraron que se esforzarán para garantizar la vida, la integridad y la libertad del opositor. Al comunicado se unió otro de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que pidió una respuesta internacional.

Antes de esa petición, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ya había respondido. Rechazó «categóricamente» la orden de detención e instó a las autoridades a respetar la libertad e integridad de González. «Basta de acoso a la oposición y a la sociedad. La voluntad del pueblo debe ser respetada», agregó.

E incluso un poco antes, Pilar Alegría, la portavoz del Gobierno español, había condenado «cualquier intento de cercenar» los derechos fundamentales de todos los venezolanos, incluidos los líderes de la oposición. También Italia alzó la voz y convocó a la jefa de misión de la Embajada venezolana en Roma para expresarle su preocupación por la crisis en el país.

La ONU, por su parte, elevó la alarma por el clima de miedo que reina en Venezuela a raíz de las detenciones, aunque no se refirió a «casos específicos».

Solo Nicaragua y Rusia expresaron solidaridad con Nicolás Maduro. Ambas naciones criticaron la confiscación del avión presidencial del mandatario por parte de EE.UU. «En Latinoamérica estamos frente a una embestida del imperio norteamericano, simplemente porque no nos sometemos», dijo Daniel Ortega, el presidente nicaragüense. Moscú habló de «nuestros amigos bolivarianos» y aseguró que la política de sanciones de Washington «no tiene límites».