La Voz de Galicia

El Kremlin se abre por primera vez a «estudiar» el «plan de victoria» de Zelenski

Internacional

Rafael M. Mañueco Moscú / Colpisa
Un grupo de rusos hacen cola para conseguir alimentos en Kursk.

El presidente ucraniano, que se encuentra en EE UU, tiene previsto presentar esta semana su propuesta a Joe Biden y a los candidatos a la Casa Blanca

23 Sep 2024. Actualizado a las 21:30 h.

Resulta paradójico que el presidente ruso, Vladimir Putin, haya rechazado hasta ahora todas las propuestas de paz presentadas por Kiev y que, según su portavoz, Dmitri Peskov, sí podría estar dispuesto a «estudiar» el «plan de victoria» que el jefe del Estado ucraniano, Volodímir Zelenski, piensa someter este jueves a la consideración de Washington y que no prevé otra cosa sino vencer en el campo de batalla como forma de acabar con el conflicto.

«Cuando aparezca alguna información de fuentes oficiales sobre el plan de victoria por supuesto la estudiaremos cuidadosamente», declaró Peskov este lunes en su habitual comparecencia diaria ante la prensa. El portavoz presidencial añadió que «es imposible valorar el plan de Zelenski a partir de las informaciones aparecidas en los medios». De ahí, recalcó, la necesidad de que su contenido se dé a conocer oficialmente.

Según sus palabras, «hay mucha información diferente e incluso contradictoria al respecto, lo que nos obliga a tratar este asunto con mucha cautela». Se da la circunstancia de que esta es la primera vez que el Kremlin muestra señales de tener intención de estudiar algo propuesto por las autoridades de Kiev desde que fracasaron las negociaciones de paz que acogió Turquía a finales de marzo del 2022.

Cumbre de paz

Este fin de semana, en una entrevista a la corporación televisiva rusa VGTRK, Peskov dijo claramente que «Rusia no tiene otra alternativa salvo obtener la victoria» en esta guerra, planteamiento que excluye en sí cualquier posible negociación. «No hubo otras alternativas históricamente y tampoco hay alternativa a nuestra victoria ahora», recalcó. Por si no fuera suficiente, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, anunció el sábado que Moscú no participará en la segunda cumbre que Kiev piensa organizar para parar el conflicto.

El primer encuentro tuvo lugar en junio en Suiza y no se invitó a delegación rusa alguna. Refiriéndose a la cita que el presidente ucraniano se propone llevar a cabo este otoño, Zajárova dijo que «tendrá los mismos objetivos: promover la ilusoria fórmula Zelenski como base para cualquier solución del conflicto, obtener el apoyo de la mayoría del mundo y utilizarlo para presentar a Rusia un ultimátum de capitulación». La portavoz diplomática advirtió que su país tampoco acudirá esta vez «aunque nos inviten».

Y de eso parece tratarse: intentar obligar a Moscú a capitular. La primera vez que Zelenski habló de su plan de victoria fue el pasado 27 de agosto y muchos lo interpretaron como una propuesta para ser negociada. Aclaró entonces que el proyecto contiene cuatro áreas, entre ellas «la operación en la región de Kursk», que el Ejército ucraniano inició a principios de ese mes. «La segunda dirección es el lugar estratégico que debe tener Ucrania en la infraestructura de seguridad del mundo. La tercera es un poderoso paquete de medidas para obligar a Rusia a poner fin diplomáticamente a la guerra. El cuarto es económico, no hablaré de esto ahora en detalle» desgranó el mandatario.

Pendiente de la Casa Blanca

Zelenski añadió que sería «justo» que el plan para la victoria se presentara primero al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, porque su éxito depende de si la Casa Blanca entrega a Ucrania lo que se menciona en ese documento, obviamente las armas necesarias y el permiso para utilizarlas sin limitaciones en el interior de Rusia. Aseguró que su idea es presentar la iniciativa también a los dos candidatos a las elecciones de noviembre, la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump.

Desde entonces han circulado más detalles sobre el documento. El diario británico The Times sostiene que Kiev pretende «obtener garantías de apoyo occidental a largo plazo, garantías de seguridad» que eviten, una vez acabada la guerra, que Rusia vuelva a desencadenar una nueva ofensiva contra Ucrania. Anteriormente, varias publicaciones aseguraron que el plan podría prever una invitación formal a Kiev para adherirse a la OTAN así como permiso para atacar el interior del territorio ruso con armas occidentales de largo alcance.

Según The Sunday Times, otro punto podría tener que ver con la ayuda para mantener la actual ofensiva en la región de Kursk y el compromiso de suministrar a Ucrania armas modernas y asistencia financiera para levantar la economía del país después de tanta destrucción. Un quinto apartado del plan, del que se acaba de empezar a hablar, tendría que ver con la situación una vez acabada la contienda, tal vez en relación con la exigencia a Moscú de reparaciones de guerra.

Efectivamente, el documento no ha sido todavía dado a conocer de forma completa y oficial y Kiev advierte que no se hará antes del encuentro entre Biden y Zelenski, que está ya en Nueva York, para pronunciar su discurso ante la Asamblea General de la ONU. Será el jueves cuando sea recibido por el presidente estadounidense, el primero a quien mostrará su 'plan de victoria'. En un vídeo que el líder ucraniano ha grabado de camino a Estados Unidos señaló que este otoño «se decidirá qué sucederá en adelante en esta guerra».

Territorios ocupados

Sin embargo, el pasado 14 de junio, a pocas horas del comienzo de la Conferencia de Paz en Suiza, Putin dejó claro que, a día de hoy, la única forma de acabar con la guerra consiste en que Kiev admita que los territorios de Ucrania ya ocupados por sus tropas en Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia no serán devueltos y quedarán bajo soberanía rusa. Y fue más allá al exigir además que el ejército ucraniano se retire de las zonas que todavía controla en esas cuatro regiones, que la ONU y la comunidad internacional reconocen como partes indisolubles de Ucrania.

El máximo dirigente ruso dijo entonces en una alocución ante el cuerpo diplomático que «las tropas ucranianas deben retirarse completamente de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y de las regiones de Jersón y Zaporiyia [anexionadas las cuatro por Rusia en el 2022 tras sendas consultas populares no reconocidas por casi nadie]. Precisamente de todo el territorio de estas regiones dentro de las fronteras administrativas que existían en el momento en el que entraron a formar parte de Ucrania». Formuló este requisito como uno de los dos de obligado cumplimiento para el cese de las hostilidades. La segunda condición es que Kiev no se adhiera nunca a la Alianza Atlántica.

«Tan pronto como Kiev comience una retirada real de tropas de estas regiones y notifique oficialmente el rechazo a sus planes de unirse a la OTAN, Rusia literalmente en ese mismo momento ordenará de inmediato un alto el fuego y comenzarán las negociaciones», aseguró el presidente ante los diplomáticos de su país.


Comentar