A Kamala Harris se le resiste el voto de los latinos, los afroamericanos y los hombres

Kamala Harris, cuya campaña ha hecho considerables avances desde la retirada de Joe Biden, es hoy una candidata presidenciable con todas las de la ley. Sin embargo, sus esfuerzos de crear una amplia coalición demócrata para disputarle la Casa Blanca a Donald Trump se están encontrando con la reticencia de tres grupos de votantes claves: los latinos, los afroamericanos y un amplio porcentaje de los hombres estadounidenses.

Según la última encuesta de The New York Times , las preferencias del electorado latino —que representa cerca del 20 % del total de la población de EE.UU.— se mantienen en una tendencia que podría resultar perjudicial para las aspiraciones demócratas presentes y futuras. Si en el 2016 un 68 % de los votantes de la comunidad hispana optaron por la papeleta demócrata, desde entonces el porcentaje se ha reducido notablemente. En el 2020 era un 62 % y, de cara a este noviembre, podría caer aún más. Hoy solo un 56 % afirma que votará por Harris. 

Frente a ella, los republicanos capitalizan las pérdidas. Del 2016 al 2020, el voto latino por Trump creció de un 28 a un 36 % y de cara a noviembre se sitúa ahora en torno al 37 %. El motivo es que una gran mayoría siente que Trump no está hablando de ellos cuando demoniza a los inmigrantes.

No es el único electorado que podría poner en problemas a la candidata. El voto negro, tradicionalmente demócrata, también está en plena fase de realineamiento. Joe Biden contó con el apoyo del 90 % pero, aunque Harris mejora sus cifras desde que presentó su candidatura, se queda hoy en un 74 %. Trump mejora entre los afroamericanos: de un 9 % en el 2020 ha pasado a convencer a un 15 % de estos votantes.

Además, Harris tiene un persistente problema entre los votantes hombres. A nivel nacional, un 51 % de ellos afirman que votarán por Trump frente al 40 % que se decanta por la vicepresidenta.

Detienen a un hombre con armas cargadas cerca de un mitin de Trump

M. P.

Un hombre fuertemente armado y en posesión de varios documentos de identidad falsos fue detenido el sábado en las inmediaciones de un mitin de Donald Trump en Coachella, California. El Servicio Secreto informó el domingo que Trump no estuvo en ningún momento en peligro.

El detenido, identificado como Vern Miller, de 49 años, fue arrestado cuando, según las autoridades policiales, trataba de entrar en el mitin con un pase de prensa falsificado. Tras ser puesto en libertad bajo fianza —no se presentaron cargos federales contra él, aunque se le imputó dos delitos menores: estar en posesión de una escopeta cargada, una pistola y municiones—, Miller afirmó a los medios que es un seguidor del expresidente y que las armas eran para su propia protección. «Estas acusaciones son una absoluta chorrada», dijo Miller a Fox News. Se describió a sí mismo como un «artista» y la «última persona que ejercitaría la violencia o cualquier daño contra alguien».

Miller tiene un máster por la Universidad de California en Los Ángeles y en el 2022 se presentó a las elecciones para la Asamblea del estado de Nevada. En el pasado, interpuso una denuncia contra su exmujer bajo la acusación de planear el secuestro de sus hijos y llevarlos al Reino Unido en contra de su voluntad. El sábado, cuando fue detenido, además de llevar varios pasaportes ficticios, su coche tenía una matrícula falsa.

Para Chad Bianco, el sheriff de Riverside, donde tuvo lugar el suceso, el detenido planeaba atentar contra el magnate. Una acusación que Bianco, que ha hecho campaña por Trump, reconocía en rueda de prensa que era solo una suposición.