La Voz de Galicia

La campaña de Trump acusa a los laboristas británicos de injerencia electoral

Internacional

J. F. Alonso Londres / E. La Voz
El primer ministro británico, Keir Starmer.

Starmer busca rebajar el incidente y asegura que buscará «una buena relación» con Trump si gana las presidenciales

23 Oct 2024. Actualizado a las 21:47 h.

Donald Trump vuelve a poner a prueba la fortaleza de la relación especial entre Estados Unidos y el Reino Unido. Si ya durante su presidencia criticó a la entonces primera ministra, Theresa May, por su «debilidad» ante la Unión Europea en las negociaciones por el brexit, y apostó porque Boris Johnson la sustituyera, ahora acusa al Partido Laborista británico de «injerencia» en la campaña electoral por enviar voluntarios para ayudar a Kamala Harris. 

El primer ministro Keir Starmer no solo rechazó las acusaciones formuladas por el equipo del republicano, en una denuncia formal presentada ante la Comisión Federal de Elecciones, sino que intentó rebajar el incidente al asegurar mantendría una «buena relación» con Trump, en caso de que este resulte el ganador de las elecciones del 5 de noviembre. «Trabajaré con quienquiera que el pueblo estadounidense elija como presidente en sus elecciones», dijo el premier desde Samoa, donde se encuentra asistiendo a la cumbre de la Commonwealth. 

El incidente estalló después de que la directora de operaciones del Partido Laborista, Sofia Patel, publicara en la red social LinkedIn un anuncio para reclutar a voluntarios que quisieran hacer campaña para Harris. «Tengo ya cien trabajadores del Partido Laborista (antiguos y nuevos) que van a ir a EE.UU. en las próximas semanas, en dirección a Carolina del Norte, Nevada, Pensilvania y Virginia. Tengo diez plazas libres para aquellos que quieran ir Carolina del Norte, estado clave electoralmente. Nos encargaremos del alojamiento. Escriban los que estén interesados», decía el mensaje antes de ser borrado.

Starmer recordó que tradicionalmente su partido envía voluntarios a las elecciones estadounidense para ayudar a los demócratas, sus aliados ideológicos. Además, los laboristas recordaron que esta practica no se limita a ellos, ya que los conservadores han hecho lo propio con los republicanos, así como otras formaciones conservadoras británicas.

El eurófobo Nigel Farage respaldó las quejas de Trump en la Cámara de los Comunes. Esto, a pesar de que él mismo ha viajado en varias ocasiones a EE.UU. en los últimos años para participar en actos en favor del magnate neoyorquino.


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