La Voz de Galicia

Los conservadores británicos eligen nuevo líder entre Badenoch y Jenrick

Internacional

Juan Francisco Alonso Londres / E. La Voz
Robert Jenrick y Kemi Badenoch, los dos candidatos al liderazgo «tory».

La «antiwoke» y el «azote de la inmigración» buscan sustituir a Sunak

01 Nov 2024. Actualizado a las 22:13 h.

¿Kemi Badenoch o Robert Jenrick? Los conservadores británicos conocerán este sábado el nombre del sucesor del ex primer ministro Rishi Sunak como líder del principal partido de la oposición y quien tendrá la ardua tarea de recuperar los más de 4 millones de votos perdidos en las elecciones generales de julio.

Hacia el final de la mañana de este sábado (mediodía en España) las autoridades tories darán a conocer quién obtuvo la mayoría de los votos en la última votación de las primarias que la formación inició hace tres meses y en la que participaron seis candidatos. En esta última fase, los afiliados del partido tuvieron que escoger, a través de una votación por internet, entre la exministra de Comercio y el ex secretario de Estado de Inmigración.

Una encuesta realizada la semana pasada por el sitio web Conservative Home reveló que Badenoch lideraba la intención de voto sobre Jenrick con un 55 % frente a un 31 %. El tiempo que se han tomado los conservadores para escuchar las propuestas de los distintos postulados ha contrastado con los últimos dos procesos registrados en el 2022, donde apenas se dieron semanas para escoger a los reemplazos de los dimisionarios Boris Johnson y Liz Truss.

De polémica en polémica

La batalla por suceder a Sunak no solo ha sido dura, sino que ha estado llena de polémica casi hasta el final. Badenoch y Jenrick han dado grandes titulares debido a sus controvertidas propuestas y opiniones sobre diversos temas.

Badenoch, de ascendencia nigeriana, se ha ganado el respaldo del ala más derechista del partido como la líder antiwoke (antiprogre), gracias a sus críticas al multiculturalismo e igualdad. «No todas las culturas son igualmente válidas», dijo durante la campaña, para defender que el Gobierno británico debe poder escoger a quién deja instalarse en el país y a quién no.

La exministra, quien se ha declarado defensora de la venerada Margaret Thatcher, también generó revuelo al considerar que las prestaciones por maternidad «son demasiado elevadas».

Sin embargo, la condición de madre de Badenoch fue utilizada por los partidarios de su rival para cuestionar su capacidad para asumir el liderazgo del partido. «Aunque me gusta mucho Kemi, creo que está preocupada por sus propios hijos, algo bastante comprensible. Pero creo que es importante que quien lidere a la oposición tenga tiempo y energía», dijo el veterano diputado Christopher Chope.

Jenrick, por su parte, no se ha quedado atrás. El aspirante ha anunciado que cualquiera que aspire a ser candidato tory tendrá que respaldar su propuesta de sacar al Reino Unido del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, una medida que considera indispensable para combatir la inmigración ilegal.

Y si lo anterior no fuera suficiente, la semana pasada rechazó de reparar económicamente a las excolonias por la esclavitud. «Los territorios colonizados por nuestro imperio no eran democracias avanzadas. Muchos habían sido potencias crueles que se dedicaban al tráfico de esclavos. El imperio británico rompió la larga cadena de tiranía violenta a medida que introdujo —gradual e imperfectamente— los valores cristianos», escribió en un artículo, en el que agregó que los países que ahora piden compensaciones «tienen una deuda de gratitud» con su antigua metrópoli.

Cualquier opción es mala

Las candidaturas de Badenoch y Jenrick dejan en claro que los tories han optado por un giro a la derecha para frenar la sangría de votos y enfrentar al populista Partido de la Reforma, una opción que algunos dudan que pueda ayudarlos. Y para reforzar estas dudas, el exministro del Interior, el moderado James Cleverly, ha anunciado que no aceptará ningún puesto en la nueva directiva, gane quien gane. La eliminación de Cleverly de la carrera sorprendió, pues era visto como el único que podía reconciliar al ala radical con la centrista de la formación.


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