EE.UU. se abre a reconocer al Gobierno sirio si «renuncia» al terrorismo global
Internacional
Washington exige un proceso político «inclusivo» y «respeto» a las minorías
13 Dec 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Poco a poco, las relaciones de la comunidad internacional con Siria van dando pasos hacia la normalización. Una tarea que no es sencilla, habida cuenta de que Hayat Tahrir al Sham (HTS) sigue siendo una organización reconocida como terrorista. Pero Estados Unidos avanza también hacia el acercamiento con los hombres de Al Jolani, su líder.
En concreto, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, aseguró que su país está dispuesto a «reconocer» al futuro Gobierno. Pero le pone condiciones: «El proceso de transición y el nuevo gobierno deben cumplir compromisos claros de respetar plenamente los derechos de las minorías, facilitar el flujo de asistencia humanitaria a todos los necesitados, evitar que Siria sea utilizada como base para el terrorismo o represente una amenaza para sus vecinos [en referencia a Israel], y garantizar que todos los arsenales de armas químicas o biológicas sean protegidos y destruidos de forma segura», aseguró en un comunicado oficial.
En otras palabras, lo que exige Blinken a los rebeldes es que renuncien al terrorismo y que garanticen una «transición política liderada y controlada por los sirios». Hecho esto, Washington «reconocerá y apoyará plenamente» al nuevo Ejecutivo.
Un pastel dividido
El Gobierno interino sirio comienza a trabajar en garantizar servicios básicos y alimentos a una población en la que 9 de cada 10 ciudadanos está en riesgo de pobreza, según la ONU, con un país estrangulado por las sanciones al antiguo régimen de Bachar al Asad. Igualmente, la seguridad interna no está garantizada.
Los enfrentamientos entre facciones islamistas auspiciadas por Turquía y la negativa de Ankara a incluir a los kurdos en el proceso de diálogo político será un escollo para los reconocimientos internacionales, máxime cuando EE.UU. es el máximo valedor de esta minoría étnica que controla gran parte del nordeste sirio.
Precisamente, una delegación turco-catarí llegó este jueves a Damasco encabezada por el jefe de Inteligencia turco, Ibrahim Kalin, para reunirse con el primer ministro interino, Ahmed al Bashir, y con Al Jolani. El objeto de la visita se mantuvo en secreto, pero podría ir encaminada a hacer cumplir la agenda turca en el país.
Precisamente este jueves se puso fin a un alto el fuego entre el Ejército Nacional Sirio pro Ankara y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) kurdas en Manbij. «Nuestras fuerzas están repeliendo un ataque de los mercenarios de ocupación turcos contra la presa de Tishrín, que utilizan tanques y vehículos aéreos no tripulados turcos», afirmó el portavoz de las FDS, Farhad Shami.
En Damasco, el periodista estadounidense Travis Timmerman, desaparecido en mayo, fue hallado tras ser liberado de una prisión y atendido por vecinos. EE.UU. trabaja en su retorno.
Israel bombardea una base aérea cerca de Damasco y ocupa ya 300 kilómetros cuadrados sirios
La aviación israelí no aguardó ayer a los avances diplomáticos con el nuevo Gobierno rebelde y bombardeó la base para helicópteros de Aqraba situada a las afueras de Damasco.
El ataque se produce en el mismo día en el que se conoció que Israel ha ocupado unos 300 kilómetros cuadrados del territorio sirio desde la caída del régimen del presidente Bachar al Asad el pasado día 8, mientras continúa bombardeando el arsenal del desmantelado Ejército del país árabe, según informó a Efe el Observatorio sirio de Derechos Humanos.
«Israel ya ocupa entre 280 y 300 kilómetros cuadrados del territorio sirio, adyacentes a los Altos del Golán ocupados» por Tel Aviv desde la guerra de 1967, dijo el director de la oenegé, Rami Abdelrahman. Y añadió que las tropas israelíes «entraron en varias aldeas» en la provincia siria de Al Quneitra.
El Ejército israelí informó de que, en las últimas semanas, y ante la previsible caída de Al Asad en Siria, diseñó un plan de inteligencia para destruir las armas estratégicas del país. Entre las instalaciones atacadas se encuentran las bases aéreas «T4» y la «Ble», al norte de Damasco.