Macron mantiene en vilo a Francia al romper su promesa de elegir primer ministro en 48 horas

Los franceses tendrán por fin este viernes primer ministro, según indicó anoche el palacio del Elíseo, sin precisar la hora en la que será comunicado su nombre. El martes, Emmanuel Macron se había comprometido a nombrar en 48 horas al nuevo jefe del Gobierno pero el jueves, conforme iba acercándose el final del plazo anunciado, seguía reinando la confusión sobre quién podría ser la persona elegida para suceder a Michel Barnier.

Macron pasó buena parte del día en Varsovia, donde se reunió con el primer ministro polaco, Donald Tusk, y su presidente, Andrzej Duda. También tenía programada la visita a un museo, pero decidió acortar el viaje y regresar a París donde todo el mundo seguía pendiente de su decisión. Una decisión que no llegó. El último globo sonda que lanzó el jueves el entorno del presidente de la república fue el nombre de Roland Lescure, antiguo ministro de Industria, que fue recibido el miércoles por Emmanuel Macron.

Igual que ha sucedido con el resto de posibles candidatos, enseguida surgieron voces rechazando la posibilidad de que sea este macronista convencido, representante del ala izquierda del partido, quien asuma la jefatura del Gobierno. «Si el presidente nombra a Lescure, será una ruptura clara», indicó a Le Figaro un dirigente del MoDem, un partido centrista que forma parte de los aliados gubernamentales de Macron y cuyo líder, François Bayrou, ha sido hasta ahora el que más posibilidades parecía tener de ser nombrado primer ministro.

Los Republicanos tampoco ven con buenos ojos la llegada de Roland Lescure a Matignon. Su postura sobre los temas de seguridad o inmigración está en las antípodas de lo que defienden los conservadores y, en concreto, el hasta ahora ministro del Interior, Bruno Retailleau, que espera conservar su puesto en el nuevo Gobierno.

Para Marine Le Pen y los suyos, Rolande Lescure sería «lo peor del macronismo económico» y «lo peor del izquierdismo en inmigración». Pero lo rechazarán especialmente por su acérrima defensa de un amplio «frente republicano» para frenar a los ultras.

En las quinielas de nombres que se barajaban el jueves volvió a aparecer el de Bernard Cazeneuve, antiguo primer ministro socialista, aunque su campo político rechaza su nombramiento, sobre todo si es para formar un Gobierno en el que participen fuerzas de centroderecha.

Los medios franceses especulaban anoche sobre el retraso del nombramiento del jefe de Gobierno y veían posible que Emmanuel Macron quisiera contactar con todos los partidos que participaron en la reunión del martes para sentar las bases de un posible acuerdo de gobierno (todos excepto la extrema derecha y la extrema izquierda), para asegurarse de que esta vez el primer ministro elegido no sea derribado por una moción de censura.