La Voz de Galicia

Es tiempo de flores amarillas

La Voz de la Escuela

Moncho Núñez Centella
Rama en flor de mimosa, o acacia de Australia, una especie invasora que se introdujo en el siglo XIX como ornamental

La floración de la mimosa marca el ecuador del invierno

22 Feb 2017. Actualizado a las 05:00 h.

Como todos los años, la mimosa (Acacia dealbata) nos señala con sus flores, que son las primeras del año, el ecuador del invierno. En un paisaje por lo demás todavía austero y oscuro, las pequeñas perlas amarillas destacan dando aquí y allá un tono brillante de color. Es planta originaria de Australia, que en España fue introducida en 1824, y en Galicia se utilizó durante todo el siglo XX como ornamental y para fijar los terrenos con sus raíces superficiales, sobre todo en los taludes creados en la construcción de carreteras y vías férreas. El ser de rápido crecimiento y rebrotar fácilmente tras los incendios contribuye a su potencial invasor. Es por ello por lo que constituye una amenaza para las especies autóctonas, y desde el 2013 está prohibida su «introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio».

Otra planta de flores amarillas es el tojo, que aunque emblemática en Galicia, originaria de Europa y común en todo el occidente, como su nombre indica (Ulex europaeus), está incluida en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) entre las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Como se sabe por la canción, sus raíces son profundas. Otro arbusto nativo de Europa, pariente cercano del tojo y con brillantes flores amarillas (que pronto aparecerán) es la retama negra, así llamada por el color de su legumbre; su nombre gallego (xesta) delata su proximidad botánica a la genista que cantaba Serrat en su Mediterráneo. Hay muchas flores amarillas más, y pronto veremos florecidos también los terrenos donde se ha plantado la Brasica rapa, que ya dio sus nabizas y sus grelos, y que cuando florezca, ¡ay!, se volverá incomestible. El ganado podrá dar cuenta de ellas, junto con sus nabos.

En su inmortal novela Cien años de soledad, García Márquez cuenta la muerte de José Arcadio Buendía: «Poco después, cuando el carpintero le tomaba las medidas para el ataúd, vieron a través de la ventana que estaba cayendo una llovizna de minúsculas flores amarillas. Cayeron toda la noche sobre el pueblo en una tormenta silenciosa, y cubrieron los techos y atascaron las puertas, y sofocaron a los animales que durmieron a la intemperie. Tantas flores cayeron del cielo que las calles amanecieron tapizadas de una colcha compacta, y tuvieron que despejarlas con palas y rastrillos para que pudiera pasar el entierro». Curiosamente la palabra amarillo está relacionada con la muerte, y tiene su raíz en el latín amarus, que es ‘amargo’ o ‘triste’, aludiendo a enfermedades hepáticas, tisis, melancolía y otras como la ictericia, vinculadas todas entonces a la bilis (humor amargo). En el Diccionario de autoridades (1726) consta que Covarrubias dice «que es voz compuesta del artículo Arábigo A, y de la voz Griega Marillo, que vale tanto como languído, ò fuego que no resplandece», para terminar afirmando que: «Es colór infeliz por ser el de la muerte, ù de la larga y peligrosa enfermedad».

La llovizna de flores amarillas es fácil de imaginar para nosotros en abril, cuando en las proximidades de un pinar vemos que las superficies horizontales se tapizan con el polen que termina cayendo sin fecundar a nadie. Algunos botánicos llaman a ese fenómeno lluvia de azufre, reconociendo un elemento vinculado a ese color. También podrían haber dicho lluvia de oro, pero esta expresión está acuñada por los químicos para la preciosa precipitación del yoduro de plomo. Azufre y oro son los dos únicos elementos amarillos, pero solo el oro es metal. Tiene ese color porque cuando recibe la luz los rayos azules tienen precisamente la misma energía que un electrón del átomo de oro necesita para saltar de un nivel a otro (los químicos dicen que es un salto de 5d a 6s). Ese tránsito no es posible en ningún otro metal. Al absorber la luz azul, y reflejar las demás, lo vemos amarillo. En los otros metales se producen también saltos energéticos, pero con energías que corresponden a frecuencias ultravioletas. En esos casos, la luz es reflejada en todos sus colores, por eso los vemos blancos (o grisáceos).

Palabras con historia 

Mientras haya flores amarillas nada malo puede ocurrirme.

Gabriel García Márquez (1927-2014)

Mi cuerpo será camino, les daré verde a los pinos y amarillo a la genista. Cerca del mar, porque yo nací en el Mediterráneo.

Joan Manuel Serrat (1943)

Hay personas que transforman el sol en una simple mancha amarilla, pero hay también quien hace de una simple mancha amarilla el propio sol.

Pablo Ruiz Picasso (1881-1973)

La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come.

Francisco de Quevedo (1580-1645)

Sigue, pues, sigue, cuchillo, volando, hiriendo. Algún día se pondrá el tiempo amarillo sobre mi fotografía.

Miguel Hernández (1910-1942)

Yo estaba soñando... y hay en todas las conciencias un cartel amarillo: «En este país está prohibido soñar».

Carlos Drummond de Andrade (1902-1987)

 actividades

1. Un submarino amarillo. Como quien no quiere la cosa, es decir, haciendo una canción para niños que en realidad era para Ringo Starr, el «Yellow submarine» dio a los Beatles en 1966 su disco de oro número 21, con el que batieron el récord que entonces tenía Elvis Presley. Usando botellas de plástico y otros materiales comunes construye un submarino que quede por debajo de la superficie del agua pero sin tocar el fondo. Luego, píntalo de amarillo.

 

2. En 1987 un grupo musical de la movida madrileña llamado Los Toreros Muertos lanzó una canción con el título «Mi agüita amarilla», que describe posibles itinerarios para la orina, una vez fuera del organismo. Lo que da color a la orina es la urobilina, un producto del metabolismo de la bilirrubina. Haz un relato breve narrando lo que contaría una molécula de urobilina desde que sale de tu cuerpo.

 

3. Se llama prensa amarilla a la que presenta noticias poco documentadas pero con titulares llamativos, escandalosos o exagerados para tratar de aumentar sus ventas. Busca en los periódicos y revistas a tu alcance ejemplos de noticias que creas que han sido tratadas con amarillismo.

 

4. El amarillo en la pintura nos lleva inexorablemente a Van Gogh. Es el artista que llevó ese color a ser protagonista de más obras. Haz una presentación con seis cuadros que incluyan: campos de trigo, girasoles, el sol, el cielo, las terrazas de café y la noche estrellada.

 


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