Presión arterial alta y presión arterial baja: riesgos y diferencias
Enfermedades
Mientras que la hipotensión se manifiesta a través de mareos y visión borrosa, la hipertensión es silenciosa y no suele presentar síntomas
29 Dec 2021. Actualizado a las 19:23 h.
Seguramente este artículo te interese. Primero porque los accidentes cardiovasculares son la primera causa de muerte en España y segundo porque es probable que muchas veces hayas asociado síntomas de tensión baja a tener la tensión alta por pura confusión. ïbamos a decir eso de «y viceversa», pero no. No lo podemos decir porque la hipertensión (o presión arterial alta) no suele presentar ningún tipo de sintomatología y eso es, precisamente, una de las cosas que la hacen peligrosa.
¿Qué es la presión arterial?
Así, de primeras, ¿qué es lo que sabes de la presiónjarterial? Suponemos que sabrías decirnos que se mide con un aparato que te aprieta el brazo (tensiómetro o esfigmomanómetro) y que de ahí se sacan dos valores (uno más alto y uno más bajo). Muy bien, ¿pero sabrías interpretar esos valores? ¿Sabes lo que significan esos numeritos? O más básico incluso: ¿sabes qué es la presión arterial?
En primer lugar, no te vuelvas loco con las diferencias entre presión arterial alta o tensión alta porque es lo mismo. Nos referimos a ella de manera indistinta. Dicho esto, la presión arterial mide la fuerza que ejerce la sangre contra tus arterias más grandes, las que forman los vasos sanguíneos que toman la sangre desde el corazón. Es un indicador muy importante de nuestro estado de salud y de nuestras funciones vitales, por eso medir la presión arterial siempre es uno de los primeros procedimientos que se llevan a cabo en una consulta médica.
Cuando se mide la presión arterial, se busca conocer tanto la cantidad de sangre que bombea el corazón como la resistencia al torrente sanguíneo que hay en las arterias.Si tu corazón bombea mucha sangre y tus arterias son estrechas, tu presión arterial será mayor. ¿Entendéis ahora por qué es tan importante medir los niveles de ese colesterol que genera obstrucciones en las arterias para el correcto funcionamiento de nuestro sistema circulatorio?
Como hemos dicho, cuando a uno le toman la presión se obtienen dos cifras. Una más alta y otra más baja. Las dos cifras se corresponden a una medición en milímetros de mercurio (mm Hg). ¿Raro, no? ¿Qué pinta el mercurio aquí? Pues es una herencia de nuestro pasado no tan tecnológico, cuando los tensiómetros indicaban la presión arterial haciendo subir mercurio por una columna reglada. Hoy en día, es raro ver un tensiómetro de mercurio. Se han quedado obsoletos y, además, sabemos de los peligros del mercurio. Lo que sí ha quedado para siempre es que la tensión, aunque se chequee en un tensiómetro digital, nos dará dos cifras que se corresponden a un valor en milímetros de mercurio.
Cómo se mide la presión arterial
Como hemos dicho, el tensiómetro nos dará dos valores. Un valor superior que corresponde a la presión sistólica (es decir, la presión de las arterias cuando el corazón late) y un valor inferior que es la presión diastólica, es decir, la presión que hay en nuestras arterias entre latido y latido. Ya sabéis que un corazón tiene dos etapas: sístole y diástole. En la primera el corazón se contrae para bombear la sangre; en la segunda se expande para dejarla entrar.
Valores de la presión sanguínea
Presión sistólica (valor superior).
- Hipotensión: <80
- Normal: 80-120
- Prehipertensión: 120-139
- Hipertensión: >140
Presión diastólica (valor inferior).
- Hipotensión: <60
- Normal: 60-80
- Prehipertensión: 80-89
- Hipertensión: >90
*Estos valores son indicativos. Varían mucho según la edad y el sexo del paciente.
No obstante, es importante destacar que nuestra presión arterial varía en función de las horas del día. También influyen en ella multitud de factores (nuestra posición corporal, nuestra dieta, nuestro nivel de estrés o los medicamentos que tomemos). La tensión suele estar más alta por las mañanas y más baja antes de irnos a dormir
Presión arterial baja o hipotensión
Si tienes la tensión baja, tal vez alguien te haya dicho eso de «mejor tener la tensión baja que alta». La verdad es que sí, siempre que te hagan elegir entre Guatemala y Guatepeor, ya que, al fin y al cabo, la hipotensión no deja de ser un signo de insuficiencia cardiovascular. La presión arterial baja causa importantes molestias a aquellos que la sufren (mareos, desmayos o visión borrosa) y, en casos graves, puede ponernos en riesgo.
Es muy típico en las personas con la presión arterial baja sufrir hipotensión ortostática. Se trata de ese mareo (suele durar unos segundos) que muchas personas experimentan cuando se incorporan muy rápido tras agacharse a por algo o levantarse de la cama. Esto no es más que una respuesta automática de nuestro sistema nervioso autónomo para compensar que la sangre baje a las piernas y que la presión arterial disminuya un poco. Es la ley de la gravedad. Nuestro cuerpo compensa esa acumulación de sangre en las piernas constriñendo los vasos sanguíneos y aumentando la frecuencia cardíaca. Y entonces, nos mareamos.
También es muy típico que cuando un niño se pone con la cabeza hacia abajo colgado de un columpio, un adulto le grite: «¡Se te va a bajar la sangre a la cabeza!». El miedo es a que el niño se maree, precisamente, por esta misma razón.
A muchos adultos también les baja la tensión después de comer, un fenómeno que se conoce como hipotensión posprandial.
Síntomas de tener la tensión baja
- Mareos
- Desmayos
- Visión borrosa o que se desvanece
- Náuseas
- Fatiga
- Falta de concentración
El alcohol, algunos antidepresivos, los ansiolíticos, los diuréticos o ciertos analgésicos pueden provocar que baje nuestro nivel de presión arterial. Del mismo modo, la edad y algunas enfermedades como el Párkinson o la diabetes son factores de riesgo para padecer hipotensión.
En cualquier caso, cada persona es un mundo y lo que se establece como un nivel bajo de tensión (sistólica en <80), puede que sea normal para ti. Por eso muchos médicos no la consideran preocupante a no ser que provoque síntomas. Eso sí, la hipotensión puede convertirse en un problema extremadamente grave si la presión arterial hunde hasta niveles tan bajos que impidan el correcto riego sanguíneo de los órganos vitales, lo cual podría provocar un shock hipotensivo que deberá hacernos contactar de inmediato con urgencias.
La hipertensión o presión arterial alta, una enemiga silenciosa
Nos encontramos ahora con la hipertensión. Y decimos «encontrado» de manera deliberada, porque el gran problema de la hipertensión es que no suele presentar síntomas. Pueden pasar años hasta que dé problemas. Incluso en personas con la tensión altísima, la sensación de bienestar es total. Esto hace difícil identificarla. Pero, por fortuna, todos los controles médicos rutinarios incluyen una medición de la tensión, lo que facilita mucho su supervisión.
Sí es cierto que se relaciona con algunas cefaleas, dificultad para respirar y con el sangrado de nariz, pero estos síntomas son bastante comunes y parecen no presentarse hasta que la hipertensión ha alcanzado ya dimensiones graves.
Tipos
Existen dos tipos de hipertensión: la primaria (aquella que se da con los años y para la que se desconocen las causas) y la secundaria, causada por una enfermedad subyacente (problemas de tiroides, enfermedades renales, tumores). También por el consumo de drogas (metanfetaminas o cocaína) y algunos fármacos. La hipertensión secundaria suele ser más agresiva y más abrupta que la primaria.
No obstante, es cierto que podemos tener pistas para saber si tenemos la tensión alta y mantenerla a raya. Por ejemplo, sabemos que es hereditaria. O que el sobrepeso y el tabaquismo están detrás de ella. También el dichoso estrés, una razón más para cuidar nuestra salud mental.
Esta es la lista de factores de riesgo para tener la hipertensión
- La edad.
- La raza. Las personas negras son más propensas a la hipertensión. También a sus complicaciones graves (ictus, infartos o problemas renales).
- Los antecedentes familiares.
- El sobrepeso y el sedentarismo
- El alto consumo de sal.
- El déficit de potasio en la dieta.
- Un consumo excesivo de alcohol.
- El estrés.
- El tabaquismo
Una presión arterial alta provocará daños en las paredes de nuestras arterias, daños que, a la larga, pueden acabar provocando accidentes cardiovasculares como ictus, infartos, insuficiencia cardíaca, problemas metabólicos e incluso demencia. Es importante que controles tus niveles de tensión para evitar problemas de salud.