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Guía sobre el cáncer de mama: síntomas, factores de riesgo, pronóstico y tratamientos

Enfermedades

Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

Se calcula que una de cada ocho mujeres españolas lo padecerá en algún momento de su vida

23 Aug 2022. Actualizado a las 12:12 h.

El cáncer de mama es el tipo de tumor más frecuente en mujeres. Se calcula que una de cada ocho españolas lo padecerá en algún momento de su vida. Según el último informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Las cifras del cáncer en España 2022, durante este año se diagnosticarán 34.750 tumores de mama, solo por debajo de los de colon y recto, que se estiman que serán 43.370. En concreto en las mujeres, suponen el 29 % de todos los diagnósticos de cáncer.

A lo largo de la vida de una mujer, las mamas cambian de textura y aspecto en función de su desarrollo hormonal y sexual. Además, según apuntan desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), dependiendo del momento del ciclo menstrual en el que se encuentre, se van a producir cambios que pueden ser sintomáticos o no, en función del nivel hormonal de cada persona y su susceptibilidad. 

«El cáncer de mama consiste en la proliferación acelerada e incontrolada de células del epitelio glandular. Son células que han aumentado enormemente su capacidad reproductiva», explica la doctora Ana Santaballa, oncóloga médica miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). «Las células del cáncer de mama pueden diseminarse a través de las sangre o de los vasos linfáticos y llegar a otras partes del cuerpo, donde se pueden adherir a los tejidos y crecer formando metástasis», añade.

Más del 99 % de los casos de cáncer de mama se dan en mujeres, pero también lo padecen algunos hombres. 

¿Cuáles son los principales factores de riesgo?

Según señalan desde la Fecma, estos son los principales factores que suponen un mayor riesgo de padecer cáncer de mama:

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de mama?

En la fase inicial, cuando la lesión es muy pequeña, no aparece ningún tipo de sintomatología. Se conoce como «fase preclínica» de la enfermedad. 

Pasado este tiempo, el principal síntoma de este tumor, y por el que más se suele acudir a consulta, es un nódulo palpable en la mama. «Generalmente no es doloroso, aunque también es frecuente la retracción del pezón o alteraciones de la piel de la mama», asegura Santaballa. 

Cuando el tumor se hace más grande puede manifestarse como irregularidades en el contorno de la mama, falta de movilidad de la misma, retracción del pezón o alteraciones en la piel como enrojecimiento, «piel de naranja» o úlceras. Según la AECC, aunque es más raro, también puede presentarse secreción de líquido seroso —telorrea— o sanguinolento —telorragia— por el pezón. 

El cáncer de mama en varones

Su incidencia es mucho menor, solo un 1 % de los casos, pero el cáncer de mama también puede presentarse en hombres. No obstante, según la AECC está aumentando. Al igual que en el caso de la mujer, no se conocen del todo las causas de su desarrollo, aunque la edad, una historia familiar de cáncer de mama, determinadas mutaciones genéticas o alteraciones hormonales pueden ser factores que influyan en su aparición. 

La manifestación en los hombres es similar a la de las mujeres, aunque la edad de presentación suele ser más tardía, unos diez años más. 

¿Cómo se lleva a cabo el diagnóstico?

«Cuando existe sospecha de cáncer de mama, ya sea por exploración física o por una mamografía de rutina, se inicia un estudio para confirmar o descartar esa sospecha. Las pruebas de imagen orientarán sobre el diagnóstico, pero para confirmarlo se requiere una biopsia», expresa Santaballa

Tras corroborar el posible tumor con una biopsia, se realizan otras pruebas radiológicas «para asegurar que no existen metástasis en otros órganos. Estas exploraciones suelen recomendarse para estadios II o superiores, ya que en pacientes con tumores pequeños o de estadio I no son necesarios». 

La Fecma recalca la importancia del diagnóstico precoz, ya que desde que se empieza a desarrollar el cáncer de mama hasta que es detectable, pasan años. Así como este crece, las células adquieren un potencial más agresivo, con mayor capacidad de producir metástasis y de hacerse resistentes a los tratamientos. 

Además, si se detecta a tiempo, se puede optar por una cirugía conservadora y menos posibilidades de necesitar quimioterapia y otro tipo de tratamientos más agresivos. 

El cribado de cáncer de mama se realiza en nuestro país a las mujeres con edades comprendidas entre los 50 y los 69 años, a través de una mamografía cada 24 meses. 

¿Cuál es el pronóstico?

«Como en el resto de tumores, todos los subtipos de cáncer de mama se clasifican en estadios según la extensión de la enfermedad. Un cáncer de mama en estadio I está en una etapa inicial y en un estadio IV, es avanzado y quiere decir que se ha extendido a otras partes del cuerpo», explica la oncóloga.

«Los principales factores pronóstico en el cáncer de mama los obtenemos de la biopsia, pero hay algunos que dependen de la propia paciente, como la edad y el estado menopáusico. Las pacientes jóvenes tienen más riesgo que las mayores», añade. Otros factores de riesgo son el tamaño del tumor o la afectación a los ganglios axilares

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¿Qué tratamientos hay disponibles hoy en día?

El tratamiento de un tumor debe individualizarse y se basa en múltiples factores. «Clásicamente en los estadios iniciales el tratamiento del cáncer de mama se iniciaba con la cirugía y posteriormente se administraba el tratamiento sistémico y la radioterapia. En la actualidad, se puede ofrecer previamente a la cirugía y la radioterapia de tratamiento sistémico. Esta estrategia puede facilitar una cirugía conservadora en algunos casos en que esta no es posible de entrada, así como proporcionar información sobre la respuesta in vivo del tumor para individualizar el tratamiento posterior», apunta la oncóloga.

El objetivo de la cirugía es extirpar el tumor y analizar los ganglios de la axila, y en caso de las mujeres que lo tengan localizado, existen dos posibilidades: una cirugía conservadora y una mastectomía. En la primera, «se extirpa el tumor con una pequeña cantidad de tejido sano alrededor. Se conserva la mama, pero en general se debe administrar radioterapia después para eliminar las células tumorales que pudieran quedar tras la cirugía en la mama. La posibilidad de realizarla depende de varios factores como la localización del tumor, su tamaño y el de la mama, así como los deseos de la paciente» 

En la mastectomía se extirpa la mama: «Las pacientes que recurren a ella pueden optar por la reconstrucción, y esta puede hacerse en el momento o después de finalizar todos los tratamientos -reconstrucción diferida-. Para decidir el momento ideal deben valorarse muchos factores relacionados con el tratamiento, y por supuesto, de las preferencias de la paciente».Tras esta, algunas mujeres optan por la reconstrucción mamaria.

A veces, tras la extirpación de los ganglios linfáticos axilares aparece un aumento del volumen del brazo correspondiente, producido por una dificultad en el drenaje del líquido circulante por los vasos linfáticos. Se le conoce como linfedema y la fisioterapia basada en masajes manuales para favorecer el drenaje linfático, así como el vendaje elástico del brazo afectado, son algunas de las medidas más efectivas para conseguir reducirlo y evitar complicaciones. 

¿Cómo es el seguimiento posterior?

«El seguimiento tras completar el tratamiento debe hacerse cada cuatro o seis meses los primeros cinco años y posteriormente, de forma anual», asegura Santaballa.

Por su parte la paciente, tras el tratamiento de cáncer de mama «no debe ganar peso, ya que el sobrepeso aumenta la posibilidad de recaer. También se recomienda actividad física regular, ya que el ejercicio físico se relaciona con un mejor pronóstico», concluye la doctora.


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