Paula Vázquez, pediatra de urgencias: «Si un niño tiene dificultad respiratoria, lo tiene que ver un pediatra lo más pronto posible»
Enfermedades
La presidenta de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas analiza el aumento de casos de bronquiolitis asociadas al virus respiratorio sincitial: ¿cuáles son las señales de alarma?, ¿a qué se debe?
24 Nov 2022. Actualizado a las 11:47 h.
Basta con entrar en cualquier sala de espera de cualquier hospital con urgencias pediátricas. Todas están llenas. Niños en el regazo con tos, mocos y fiebre. Padres nerviosos comentando lo mismo, «este año no levantamos cabeza».
La Sociedad Española de Urgencias Pediátricas alerta de que algunos centros están atendiendo hasta un 60 % más de casos que en la época prepandemia. «Una tormenta perfecta», según Paula Vázquez, presidenta de la entidad, que tiene en el centro de todo a los casos de bronquiolitis asociadas al Virus Respiratorio Sincitial (VRS). Este año los primeros casos de VRS se empezaron a atender en el mes de julio, cuando en la época anterior al covid-19 la epidemia de bronquiolitis se iniciaba a finales de octubre. Todavía no se sabe cuándo se alcanzará el pico ni si los casos serán más graves. El VRS no está solo, porque las infecciones con otros virus agravan la situación. Gripe, covid, pero también adenovirus, rinovirus... Sobre todo esto hablamos con la presidenta de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas.
—¿Cómo está ahora mismo la situación general de las urgencias pediátricas?
—Ahora mismo hay un aumento muy llamativo y preocupante en todas las urgencias pediátricas del territorio español, ya que hay un incremento de volumen de urgencias, que es variable según cada comunidad. Es cierto que hay algunas que están un poquito mejor que otras, pero ese volumen sube de un 25 a un 40 % sobre todo por cuadros respiratorios. La bronquiolitis ha aumentado en algunas zonas de España incluso más de un 50 % con respecto a lo que veíamos antes de la pandemia. Hacía tiempo que no veíamos un volumen tan alto de bronquiolitis.
—Hablamos, sobre todo, de bronquiolitis asociada al Virus Respiratorio Sincitial, ¿cuáles son los otros motivos de urgencias pediátricas que están aumentando?
—Ahora mismo, todo cuadro de virus respiratorio. Estamos viendo gripe, hay covid, pero también hay mucho rinovirus, adenovirus, parainfluenza. Tenemos una tormenta perfecta de virus debido a que todos estos niños no han tenido inmunidad durante los últimos años. Ni inmunidad propia ni inmunidad de rebaño. Con la retirada de las mascarillas y las distancias sociales, de repente han tenido que contactar con estos virus y están atacando a niños no solo pequeñitos, sino de cuatro o cinco años. Esto ha aumentado mucho el volumen total y los casos de bronquiolitis.
—¿Esta explosión se debe, sobre todo, a la «no inmunidad» de los niños?
—Sobre todo, sí, a esa no inmunidad de los niños debido a la pandemia. Pero además, el coronavirus lo que ha hecho es cambiar el comportamiento epidemiológico de los virus. Por ejemplo, antes el virus de la bronquiolitis funcionaba desde noviembre hasta febrero y el de la gripe venía un poquito después de la bronquiolitis, se solapaba, duraba uno o dos meses. El coronavirus ha hecho que estos virus los tengamos todo el año. De hecho, en el verano hemos visto casos de bronquiolitis, algo muy raro. Entonces, han cambiado un poco las variantes epidemiológicas. Este virus ha empezado antes, todavía no ha llegado al pico, no sabemos cuánto va a durar, pero estamos viendo más casos y cuantos más casos hay, más casos graves atendemos.
—¿Se está viendo que son más graves que antes estos casos?
—Lo que estamos viendo son muchos cuadros no solo de bronquiolitis sino de neumonías bacterianas, que hacía tiempo que no veíamos. Son cuadros importantes. También por el mismo problema de no inmunidad frente a virus y bacterias durante los últimos años. Todavía no podemos decir si son casos más graves o no, esos datos cambian en todo el territorio y habrá que analizarlos. Pero al haber más casos, al final terminas viendo más casos graves. Y esto da más problemas de ingresos.
—Para que los padres lo entiendan, ¿qué es la bronquiolitis?
—Es un cuadro de dificultad respiratoria que se presenta en niños pequeños, menores de dos años. Empieza con un cuadro de catarro y, al cabo de dos o tres días, empiezan a tener fatiga, respiran más rápido, hunden un poco las costillas, a veces tienen fiebre y están más irritables. Lo que diferencia a la bronquiolitis de otros cuadros es esa dificultad respiratoria que al cabo de tres o cuatro días desaparece y esos niños quedan con una tos persistente, bastante irritante, que dura semanas. La mayor parte de estos cuadros de bronquiolitis son leves, pero hay que tener mucho cuidado en los niños más pequeños, sobre todo los menores de tres meses, o aquellos que sean prematuros o tengan problemas de base. Porque son niños de mayor riesgo de ingreso y mayor riesgo de que se pueda complicar. Generalmente, en niños más mayores son cuadros leves. Pero si un niño tiene dificultad respiratoria, lo tiene que ver un pediatra lo más pronto posible.
La bronquiolitis es la inflamación de los bronquiolos, las vías respiratorias finas, causada por una infección vírica. Es más frecuente en los niños más pequeños (menores de 2 años), especialmente en los menores de 6 meses. El principal virus responsable es el virus respiratorio sincitial (VRS).
Al cuadro clínico de afectación bronquial, le suele preceder durante 2-3 días la presencia de signos y síntomas e infección respiratoria de vías altas. Es frecuente la existencia de epidemiología familiar positiva de infección respiratoria.
La bronquiolitis puede ser una enfermedad grave en prematuros, en lactantes menores de 3 meses y en niños con problemas cardíacos, respiratorios, musculares o del sistema inmune (alteración en las defensas).
Fuente: AEP
—¿Aparte de la bronquiolitis, cómo son los cuadros más comunes que se están viendo?
—Ahora mismo estamos viendo mucha fiebre que dura bastante, siete o incluso diez días. Muchas son gripes u otros virus. También estamos viendo otros cuadros de broncoespasmo en niños más mayores, vómitos, mucho cuadro catarral. Mocos y tos. Tenemos un poco de todo ahora mismo.
—¿Qué consejos darías a los padres sobre cuándo acudir a urgencias?
—Es tan importante saber cuándo hay que acudir a urgencias como cuándo no hay que hacerlo. Depende un poco de la patología. Si es un niño menor un mes o de tres meses, si tiene fiebre, hay que acudir siempre a urgencias. Un niño que tiene dificultad para respirar y hunde las costillas también. Un niño que está vomitando de forma continua y no es capaz de tolerar líquidos o que tiene una diarrea demasiado abundante, con los ojos hundidos, signo de deshidratación, tiene que acudir Urgencias. Si hay un dolor de abdomen muy fuerte y continuo que empeora, tiene que acudir. Si hay unos vómitos aislados o una diarrea sin signos de deshidratación, un dolor de abdomen que no es intenso, que cede, viene y va, no hace falta. Son cosas en las que puedes esperar a pedir cita tranquilamente. El problema es que, cuando tenemos tanto volumen de urgencias, si se nos suma además una serie de cuadros banales, al final hay un retraso en la atención, que suele ser un retraso en esos cuadros banales, porque el resto se prioriza. Sería bueno que en esos casos banales los padres esperaran a una cita con su pediatra, porque si no tendrán que esperar horas.
—Hablando de fiebre, ¿cómo se puede evaluar?
—Los padres tienen muchísimo miedo a la fiebre, pero la fiebre en sí no es mala, la única edad en la que es preocupante es en niños menores de tres meses. Un niño con fiebre menor de tres meses tiene que ser visto por un pediatra porque probablemente precise alguna prueba complementaria. Pero en el resto de casos, aunque la fiebre sea alta, si el niño tiene un estado general normal y no tiene manchas extrañas en la piel, no está vomitando continuamente y no es una fiebre continua, no hay que preocuparse. Aunque la fiebre sea alta, eso no va en relación con la gravedad del proceso. Porque la misma gripe da una fiebre muy elevada. Y el hecho de que la fiebre no baje con antitérmicos tampoco implica que el proceso sea más grave. Solo hay que tener cuidado con la fiebre cuando es un niño menor de tres meses o si esa fiebre se acompaña de un malestar general, manchas, decaimiento, irritabilidad o vómitos. Pero la fiebre en sí, generalmente, se da por cuadros víricos y no pasa nada, se le da un antitérmico y ya bajará, si no, se prueba con otro. No hay que tener miedo a la fiebre.