¿Sientes que no mereces tus logros? Así es el síndrome de la impostora que afecta a celebridades como Jennifer López o Emma Watson
Salud mental
Tener dudas sobre las cosas que haces es normal, el problema es cuando estas inseguridades llegan a un nivel extremo
31 Aug 2023. Actualizado a las 15:59 h.
Las inseguridades en el trabajo pueden aparecer en cualquier momento. Lo que está claro es que ninguna puede llevarse al extremo y, sobre todo, comenzar a pensar que lo que consigues no es mérito tuyo o que alguien va a descubrir que eres un fraude. Estos pensamientos y muchos más son los que caracterizan el síndrome de la impostora. Las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes fueron las encargadas de acuñar este término en 1978. Llevaron a cabo una investigación que se centró en 150 mujeres altamente exitosas, reconocidas en sus especialidades o con excelencia académica. Pero todas estas mujeres no sentían sus logros de una manera positiva.
«Este síndrome es un patrón psicológico donde las personas, a pesar de tener diferentes logros y habilidades importantes, no se sienten capaces de aceptar su propio éxito», aclara la psicóloga sanitaria y vocal del Colegio Oficial de Madrid, Mercedes Bermejo. Es necesario señalar que no está reconocido dentro de la Clasificación Internacional de Diagnósticos y Trastornos que establece tanto la Asociación Europea de Psicología como la Sociedad Americana de Psiquiatría. Fueron Clance e Imnes quienes lo acuñaron como síndrome. Al final, encajó como un perfil de mujeres que tienden a ser exitosas, pero en ciertos momentos de su vida no consiguen aceptar su propio éxito.
Personas que han triunfado de manera notable en sus profesiones, también tienen ese miedo a no estar siendo buenas en lo que hacen o sentir que son un engaño. Jennifer López, quien ha vendido millones de discos, ha llegado a asegurar que siente que no es buena en lo que hace. De igual manera, Emma Watson ha declarado públicamente que no se considera buena en su trabajo, sintiéndose un fraude.
Según una encuesta realizada por la Asociación de Mujeres Emprendedoras, el 72% de las mujeres empresarias dijeron que el estrés había afectado su salud mental. «El 70% de la población ha sufrido en algún momento el síndrome de la impostora», determina Bermejo. También hay que destacar que los diagnósticos de depresión y ansiedad en mujeres duplican las cifras de los hombres y cuadriplican el consumo de antidepresivos y ansiolíticos.
Noelia Turnes, psicóloga del trabajo y miembro del Colegio Oficial de Galicia, añade que «estas personas piensan que si consiguen algo no es porque ellas lo hayan hecho, consideran que ha sido por suerte o por tener buen equipo». Según Clance e Imes, los síntomas clínicos más frecuentes «son ansiedad generalizada, falta de confianza, depresión y frustración». Su estudio se centró principalmente en «mujeres blancas de clase media o alta de entre 20 y 45 años», se explica en la investigación.
¿Por qué se puede desarrollar el síndrome?
«El origen de este síndrome puede estar relacionado con la dinámica familiar en la infancia, incluso el historial académico», aclara Bermejo. La brecha de género también puede ser un factor desencadenante. «Se tiende a educar más a las niñas en la exigencia, en la presión o centrándose en el éxito», añade la psicóloga sanitaria.
Características o manifestaciones del síndrome
La característica más clara es: «No creer merecer los logros que han obtenido, piensan que no son justos», según Bermejo. A lo que agrega:
- hay una desconfianza de las propias capacidades
- desmotivación, tristeza o desesperanza
- temor constante a ser percibida como un fraude
Los sentimientos de tristeza o desesperanza, no tienen que ver con síntomas depresivos. «Pero en ocasiones hay una tendencia a un malestar emocional, así como diferentes rasgos asociados a la depresión», aclara la miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid. Igualmente, este tipo de manifestaciones pueden desencadenar a medio o largo plazo en otro tipo de diagnóstico: «Como puede ser la ansiedad, estrés o una depresión», comenta Bermejo.
Tipos de síndrome de la impostora
La psicóloga sanitaria enumera diferentes tipos:
- la perfeccionista: alta autoexigencia, se siente frustrada y duda de ella misma
- la experta: se infravalora y tiene miedo de no saber tanto como piensan
- la superwoman: cree que para estar a la altura ha de trabajar más duro que nadie
- la “yo lo hago todo”: teme pedir ayuda y que lo consideren como una debilidad
- la genia: piensa que ha de hacerlo bien a la primera y se castiga si falla
Consejos
Turnes lo tiene claro, «mi consejo es que acudan a terapia, no es algo que no se pueda superar». Aunque el gran problema que le encuentra es que «a veces no se dan cuenta de que lo padecen», por lo tanto, aconseja: «Si vemos que alguien del alrededor lo padece, hay que intentar hacerles ver que lo han conseguido por sus propios méritos».
Hay que dar importancia a los logros que se consiguen. «Normalmente, tendemos a minimizar lo que conseguimos y hacer mucho hincapié en los fracasos y errores», cuenta Bermejo. «Hay una brecha de género donde las mujeres hemos sido educadas desde la exigencia y donde los errores han sido mal vistos o muy señalados», según la psicóloga sanitaria. Es necesario normalizar que cometer errores es parte del aprendizaje de la vida.
«Poner metas realistas a corto plazo para sentirnos realizadas», es otro de los consejos, según Bermejo. En el trabajo, lo que puede ayudar es «pedir feedback a nuestro entorno laboral para ayudar a la confianza y aprendizaje», recomienda la psicóloga del Colegio Oficial de Madrid.
Es fundamental que las personas que tengan a alguien alrededor con este síndrome, sigan también una serie de consejos. Bermejo hace las siguientes recomendaciones:
- reconocer y validar sus méritos
- acompañarla y escucharla en sus momentos de crisis
- si son crisis que perduran en el tiempo, ayudar a que busquen ayuda profesional
La comunicación emocional es crucial, expresar cuáles son los sentimientos hacia ciertas situaciones, ya sea con una misma como con las personas de tu entorno. Se debe hacer un mantra de mensajes positivos y ser conscientes de los logros personales que se tienen.