La Voz de la Salud

Luis Enrique y su glucómetro, ¿sirve para algo controlar nuestro nivel de azúcar en sangre?

Vida saludable

Lois Balado
Luis Enrique, mostrando en uno de sus directos el parche que lleva para medir su nivel de glucosa.

El seleccionador nacional mostró en uno de sus directos un parche que lleva en el brazo para controlar sus picos de glucosa

03 Dec 2022. Actualizado a las 11:16 h.

El Mundial de fútbol de Catar está elevando las pulsaciones de una buena parte de la población española. Pero no son el estado de los corazones y el sistema nervioso de los aficionados la única temática sobre salud que la gran cita futbolística ha puesto sobre la mesa en estos días. La nutrición y el ejercicio físico están teniendo altas dosis de protagonismo. Parece lo lógico, aunque no tanto si la discusión se produce fuera del terreno de juego.

Si de algo está sirviendo la cita mundialística es para conocer más de lo que hemos hecho nunca a un seleccionador nacional. Luis Enrique ha decidido abrir las puertas de la concentración española de una manera inédita, narrando desde su canal de Twitch anécdotas del día a día del grupo. En sus directos, el exjugador y exentrenador del Barcelona habla de todo un poco, también de sus gustos y preocupaciones. El asturiano es un tipo deportista, algo que ya sabíamos antes de que diese el salto al mundo del stream. También conocemos que es minucioso con su dieta, llegando a comentar el alto aporte proteico de sus menús. «Puedo comer seis o más huevos en un día», dijo recientemente ante los espectadores que le seguían en su cuenta de Twitch.

Luis Enrique, durante su directo del pasado miércoles, mostró un parche «que indica la glucosa, es decir, el nivel de azúcar en sangre en función de lo que haya comido». «Ya sabéis que cuando uno mete un pico de azúcar en sangre, el páncreas tiene que segregar insulina para bajar ese azúcar en sangre porque no es lo más adecuado para nuestra salud», explicaba. ¿Pero son útiles este tipo de aplicaciones para personas que no padecen enfermedades como la diabetes?, ¿son fiables?, ¿hay algo malo en esos subidones de glucosa?

La doctora Elena García es miembro del Comité Gestor del Área de Diabetes de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y se muestra sorprendida cuando le comentamos que el seleccionador nacional ha contado en uno de sus directos que usa estos glucómetros para tener controlados sus picos de azúcar en sangre: «Pero es que eso es la fisiología; así funciona el cuerpo humano. Y no solo sucede tras la ingesta de azúcar, sino que también sube con los hidratos de carbono. Yo no soy diabética y mi páncreas también lo hace». ¿Para qué usa entonces el preparador de la selección estos instrumentos? Vamos por partes.

Glucosa e insulina: algunos datos básicos

¿Cómo funcionan los glucómetros?, ¿son fiables?

«Estos parches son sensores que llevan un pequeño filamento de teflón que se introduce debajo de la piel y va midiendo de manera constante la glucosa que hay en el espacio intersticial, que es el espacio que hay debajo de nuestra piel. Cada X minutos, mide nuestro nivel de azúcar», comenta García. La primera pregunta es: ¿son fiables? «Los sensores de glucosa son una herramienta muy útil. Funcionan muy bien para lo que están diseñadas: para personas con diabetes o con prediabetes y siempre bajo la supervisión de un profesional», comenta Ismael Galancho, técnico superior en dietética e investigador. He ahí el principal problema de estos aparatos. Su uso a cuenta y riesgo de cada persona. 

Los glucómetros son dispositivos fiables, pero debemos disponer de conocimientos o ser asesorados por un profesional para poder interpretar los resultados.

«¿Cuál es el problema entonces de que esto se venda y lo use gente que no es diabética o que no tenga una asesoría profesional detrás? Pues que se pueden sacar conclusiones erróneas. Al final, como cualquier aparato sanitario, si no tienes una formación importante o un profesional detrás, es fácil sacar conclusiones erróneas», comenta Galancho, que explica la necesidad de asesoría sanitaria con un ejemplo práctico. «Si te haces una analítica y ves dos asteriscos en los resultados, ¿tú mismo te diagnosticas una enfermedad?. Oye, mira, no. La analítica la tiene que ver un médico, decirte si esto es normal, y si una anomalía puede o no ser patológica. Con esto pasa igual. Después de comer, se eleva la glucosa y lo que hace la gente es mirársela justo en ese momento, después de comer. Se ha atribuido que altos picos de glucosa después de comer son malos, y eso no es verdad, o no siempre es así. Cuando comemos, siempre se eleva la glucosa. Siempre. Sobre todo si ingerimos hidratos de carbono. Y esto no es algo patológico, es algo fisiológico y normal. Lo patológico sería que, una vez elevados estos pico de glucosa, pasasen muchas horas y no bajaran. Ahí sí tendríamos un problema», comenta Galancho.

Las trampas de la glucosa: ¿Qué es mas sano, un plátano o un plátano bañado en crema de cacahuete?

Aquí la cuestión no está en que Luis Enrique lleve o no unos parches que midan su glucosa en sangre. Tener esa información no es bueno ni malo; ni útil ni inútil. La clave siempre está en qué se hace con esa información. El problema es que hay un concepto erróneo que flota en el ambiente siempre que se habla de picos de glucosa. Gente que parte de dar como válida la siguiente premisa: tenerla en niveles altos es sinónimo de algo nocivo para la salud. Aquí está el error. 

«Que se eleve la glucosa y que a las dos o tres horas baje, lo que nos está indicando es, precisamente, que todo está bien», Ismael Galancho

Ismael Galancho propone una serie de ejemplos interesantes que hacen ver lo absurdo de aceptar como correcto este presupuesto. «Si tú comes un plátano, que es una fruta y tiene carbohidratos, se eleva la glucosa. Si tú te comes un plátano bañado en crema de cacahuete, que es grasa, la glucosa se va a elevar menos. La grasa reduce la glucosa en sangre. Si únicamente tenemos en cuenta el pico de glucosa, podemos llegar a pensar que acompañar con grasa los alimentos con carbohidratos es más saludable. La realidad es que estás aportando diez veces más calorías. Lo mismo pasa si enfrentamos un trozo de pan solo con un trozo de pan con mantequilla. El pan solo eleva más la glucosa que el pan con mantequilla, pero el pan con mantequilla tiene muchas más calorías. O el ejemplo más básico de todos: la patata cocida eleva mucho más la glucosa que una patata frita. Porque la patata frita lleva grasa».

«Que se eleve la glucosa y a las dos o tres horas baje, lo que nos está indicando es, precisamente, que todo está bien. Que hay una buena sensibilidad a la insulina y que no existe ni diabetes ni prediabetes. ¿Pero qué ocurre?, que la gente usa estos sistemas de medición por su cuenta sin tener formación ni asesoría intentando que no se le eleven sus niveles de glucosa. ''Cuanto menos se eleven, mejor'', creen ellos. Primero, esto es imposible; y segundo, lo que se va a crear es un miedo a los carbohidratos, que son los nutrientes que más la elevan. Es lo que se conoce como 'carbofobia' o miedo a los carbohidratos. Si te crees que que se eleve la glucosa es malo, con el tiempo acabarás por eliminarlos de la dieta», advierte el investigador, que asegura que ha acabado por escribir un capítulo de su próximo libro —verá la luz en el mes de enero del 2023—  sobre estos sensores, una moda que ya empieza a repercutir en su actividad clínica.

¿Cuándo es malo un pico de glucosa?

La glucosa elevada en sangre de manera crónica, no aguda después de una comida, es, efectivamente, un problema. Una elevación crónica daña las arterias y puede provocar enfermedad cardiovascular. Esta condición puede suceder debido a un mal estilo de vida, una mala dieta o al sedentarismo. Estos factores de riesgo pueden provocar que la insulina que secreta el páncreas no sea capaz de equilibrar la glucosa en sangre; que se genere resistencia a la insulina y se acabe padeciendo algún tipo de diabetes. Pero son condiciones crónicas adquiridas a lo largo de años, tras acumular durante de mucho tiempo un mal estilo de vida, dietas muy altas en azúcares y ausencia de ejercicio físico.

 

Vida sedentaria y ejercicio, ¿a qué se refiere Luis Enrique con suplementarse en base al nivel de glucosa?

«Este parche es muy interesante para todo aquel al que le guste la salud y muy interesante para aquellos que hagáis deporte de resistencia porque puedes, con el parche, ir viendo cómo van tus picos de glucosa, sobre todo para poder suplementarte durante la carrera», decía Luis Enrique sobre el uso que le daba a estos parches. ¿A qué se refiere?

Para explicarlo, Ismael Galancho vuelve a tirar de ejemplos que definen a la perfección una situación de ejercicio. «El nivel de glucosa en sangre después de una comida no solo depende de la dieta. La dieta supone la tasa de aparición de glucosa, pero luego está la tasa de desaparición. Imaginemos una bañera. Si abres el grifo, la bañera se va a ir llenando de agua, pero si no pones el tapón y sale más agua de la que entra, la bañera nunca se va a llenar. Entonces, lo que llena la bañera, el agua, es la glucosa, lo que nosotros ingerimos. Pero el desagüe es el ejercicio físico. Si tú ingieres una comida muy alta en azúcar después de haber hecho ejercicio, tus niveles de glucosa no se van a elevar o lo harán muy poco», explica. Y aquí entra esa suplementación a la que se refería el seleccionador nacional.

«El ejercicio modula la respuesta de la glucosa. Estos medidores funcionan muy bien, pero para quien tenga herramientas para saber interpretarlos. Para los deportistas pueden ser útiles. Si tú estás haciendo una maratón y vas viendo que tus niveles de glucosa están bajando, puedes detectar el momento en el que debes tomar los suplementos habituales que usan estos deportistas: geles de glucosa, plátanos o lo que sea. Tampoco es que sean necesarios, porque a día de hoy, los que estudiamos nutrición deportiva, sabemos perfectamente y está demostrado en qué momento y de qué modo hay que ingerirla. En cualquier caso, si alguien busca ser muy meticuloso, puede utilizar estos aparatos. Pero en un contexto deportivo y con conocimiento», finaliza Galancho antes de incidir en el gran problema de esos sistemas —y de todas las cosas en general—:.«Cuando Juan y la vecina del quinto se ponen un glucómetro de estos y sacan la información que ellos quieren, se van a equivocar. Va a ser peor que no tenerlo, porque van a sacar conclusiones erróneas».


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