España tiene menos fumadores que nunca, pero sigue sin percibir el riesgo de beber alcohol
Vida saludable
La última Encuesta Sobre Alcohol y Otras Drogas cifra en 15,9 % a los adultos españoles de entre 55 y 64 años que consumen alcohol a diario
04 Dec 2024. Actualizado a las 12:31 h.
El alcohol, en primer lugar; el tabaco, aunque muchos menos, todavía en un destacado segundo puesto; el cannabis es el tercero; y los hipnosedantes —una etiqueta en la que las benzodiazepinas se llevan la práctica totalidad del pastel—, se quedan en cuarta posición. Estas son las cuatro sustancias que más consumen en el 2024 los españoles según la última edición de la Encuesta Sobre Alcohol y Otras Drogas en España (Edades), elaborada por el Ministerio de Sanidad a través del Plan Nacional sobre Drogas. Son las conclusiones de un trabajo que recopila las respuestas de casi 28.000 personas de todas las partes del territorio español y que tiene mucha letra pequeña.
«En las encuestas que realizaba el CIS durante los años ochenta, cuando preguntaba por cuáles eran los tres grandes problemas del país según los ciudadanos, siempre aparecían la droga, el terrorismo y el paro. A nadie se le ocurre ya decir que la droga es uno de los grandes problemas de los españoles hoy», explicaba durante la rueda de prensa de resultados Joan Ramón Villalbí, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Es cierto que los datos y también las tendencias son alentadoras. El informe descarta también, y es algo sobre lo que quiso detenerse el secretario de Estado de Sanidad Javier Padilla, las lecturas apocalípticas sobre el desembarco de analgésicos opioides como el fentanilo en las calles. «Tenemos un marco regulatorio que amortigua ese tipo de conductas. Es importante no importar debates que no tiene una realidad material en nuestro país», recomendó.
Es cierto que las cifras del informe Edades de este 2024, sin caer en el conformismo, presentan datos para la esperanza. Desde Sanidad han centrado el foco informativo en que España registra hoy el mínimo histórico de consumo de tabaco en los últimos treinta años. Es cierto que los fumadores que utilizan el cigarrillo a diario representan hoy al 25,8 % de la población; solo uno de cada cuatro personas es fumador de los cuales un 68 % se ha planteado dejarlo. En la anterior encuesta, realizada en el 2022, lo eran el 33,1 % de los españoles y en el 2003 se alcanzó el pico histórico con un 36,7 % de prevalencia de tabaquismo. Por tanto, en solo dos años se ha experimentado un descenso de más de siete puntos porcentuales. Sin embargo, el acceso al tabaco sigue siendo demasiado temprano (16,6 años) y el cigarrillo electrónico parece estar ganando terreno. En el año 2015, primera vez que se refleja la aparición de esta nueva forma de consumo, solo un 6,8 % los habían probado; hoy en día, el porcentaje aumenta hasta el 19 %. Si bien este crecimiento es lógico por ser un método cada vez más popularizado —se habla de haberlo probado, no de ser usuarios habituales— no deja de tener en alerta a las autoridades. También por el hecho de que su uso como método de deshabituación tabáquica —básicamente, vapearlo como sustituto temporal mientras se está dejando de fumar— está desapareciendo en favor de un consumo prolongado. Ahora bien, advierten los autores que no se puede deducir ninguna hipótesis más allá de estos datos. «Lo que no podemos decir es que una foto concreta nos esté dando comportamientos longitudinales. No se puede inferir que la bajada del tabaco se deba a un aumento del consumo en el cigarrillo electrónico», explicó el secretario de Estado.
Alcohol, tendencia estable
Cerca de 15.000 muertes en España son atribuibles directamente al alcohol, que sigue siendo la sustancia más consumida en el país por mucho. No existen grandes titulares con respecto a las tendencias, que se muestran estables con respecto a los resultados de las encuestas más recientes. No ayuda que la percepción de riesgo de los españoles sobre su consumo. Entre los encuestados —hombres y mujeres de entre 15 y 64 años—, solo un 51 % considera que consumir cinco o seis cañas o copas durante el fin de semana sea una conducta que pueda producir muchos o bastantes problemas; del mismo modo, tan solo el 52,8 % considera esto mismo sobre tomarse una o dos copas o cañas cada día. Disgregando por géneros, los hombres perciben menos riesgo que las mujeres. Existe una especial preocupación sobre el grupo de edad que va de los 55 a los 64 años, en donde un 15,9 % consumen alcohol a diario.
En cuanto a los patrones de consumo, los botellones pierden terreno gracias a las ordenanzas municipales que han luchado contra él. Sin embargo, el llamado binge drinking —consumo masivo durante, especialmente, los fines de semana— no lo hace tanto. Además, un 6 % de la población tiene un consumo que se puede considerar de riesgo. En estos patrones de consumo excesivo, Galicia se lleva un titular desagradable con una prevalencia de borracheras notablemente superior (19,6 %) a la media estatal (14,7 %). Con un vistazo al mapa, se observa una incidencia muy superior en el norte peninsular que en el sur a esta forma de consumo.
Géneros y tipos de sustancias
Los hombres consumen más 'de todo' salvo una excepción, los medicamentos. Las mujeres, durante el último mes, consumieron más hipnosedantes y más fármacos opioides —con o sin receta— que los hombres. En todo lo demás, ganan ellos. Este último informe supone el primero de los últimos años que ya aparece completamente desvinculado a los consumos relacionados con la pandemia.
Con respecto a las benzodiazepinas y demás fármacos con potencial hipnosedante, si bien reconoce los autores que el incremento de uso con respecto a hace 25 años fue importante, la tendencia actual es más estable, aunque, según reconoció Joan Ramón Villalbí, «seguramente, la prescripción sea un poquito demasiado generosa». Por otro lado, los esfuerzos regulatorios de los años 2020 y 2021 para disminuir su uso, han logrado mantener las cifras estables. Paradójicamente, el fentanilo es el fármaco cuyas prescripciones más han disminuido.