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El abecé de las infusiones: ¿qué beneficios proporciona cada una?

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En España, la infusión más consumida es el té, seguida de la manzanilla y el menta poleo.En España, la infusión más consumida es el té, seguida de la manzanilla y el menta poleo.

La manzanilla y la menta poleo pueden ayudar con las digestiones pesadas, mientras que el té y la cúrcuma cuentan con propiedades antioxidantes

21 Jan 2025. Actualizado a las 09:51 h.

Si nos duele la barriga, una manzanilla. Remedio casero de abuelas presente en muchos hogares. Pero más allá de esta, hay muchas otras infusiones que nos proporcionan beneficios para nuestra salud. «Aunque se consumen con más frecuencia con fin meramente placentero, tradicionalmente se asocia su empleo con plantas medicinales, es decir, buscando un fin terapéutico ante algún tipo de dolencia», asegura Roi Ribera, especialista en Aparato Digestivo. Abordamos qué beneficios están respaldados por la evidencia científica y cuáles solo han sobrevivido al boca a boca. 

Pilar Esteban, médica digestiva, defiende en esta entrevista a La Voz de la Salud que las infusiones pueden ser un buen aliado para las digestiones pesadas. «La manzanilla tiene un efecto calmante y antiinflamatorio. La menta relaja la musculatura digestiva y reduce la distensión abdominal. El jengibre tiene un efecto antiinflamatorio, mejora la motilidad gástrica y las náuseas. El hinojo combate los gases y reduce la distensión abdominal. El boldo puede estimular la digestión y la secreción biliar, por lo que es muy interesante para mejorar la absorción de ciertos alimentos con alto contenido de proteínas y grasas. Así que las infusiones pueden ser un buen remedio». Además, añade: «Si estoy bebiendo una, no estoy tomando otra cosa que sea contraproducente».

La manzanilla 

Ribera indica que «sus propiedades digestivas se basan en un supuesto poder antiinflamatorio, antiespasmolítico, antidiarreico, antiulceroso, ansiolítico y hepatoprotector, convirtiéndola por tanto en una de las plantas medicinales estrella, haciéndola útil ante afecciones como los cólicos intestinales, procesos diarreicos, hinchazón abdominal, síntomas de reflujo o la acumulación de gases». 

Con todo, el especialista remarca que a la hora de revisar la literatura médica, «vemos que los estudios realizados son de escasa calidad, antiguos y con muestras de pacientes muy pequeñas o en animales, evidenciando una palpable falta de evidencia científica». No cabe duda, eso sí, de que es un producto con una seguridad muy alta, ya que, a pesar de su gran consumo, las toxicidades reportadas son escasas. Por tanto, si le funciona tomarse una, no hay razones para no hacerlo. 

El jengibre 

«A diferencia de la manzanilla, su amplio uso en países anglosajones ha propiciado que haya abundante literatura médica demostrando sus beneficios, haciendo de esta planta una de las más respaldadas científicamente», explica Ribera. Según sus palabras, una infusión de jengibre es muy útil para reducir las náuseas y vómitos. «Se ha demostrado eficaz en situaciones tan sensibles como el embarazo, tras una intervención quirúrgica o tras los tratamientos con quimioterapia». Asimismo, también contra las molestias intestinales y la hinchazón. 

Además, también puede ser beneficioso para los síntomas del resfriado. Con todo, en algunas personas puede favorecer la aparición de síntomas a nivel digestivo como el reflujo gástrico o la acidez, debido, paradójicamente, a ese efecto relajante en el esófago. 

El té

Según explican desde la Fundación Española de Nutrición (FEN), los cuatro principales tipos de té se distinguen según su procesamiento: «La Camellia sinensis es un arbusto, cuyas hojas, si no son secadas apenas se recolectan, comienzan a oxidarse. Para prevenir este proceso de oxidación se calientan las hojas con el objetivo de quitar su humedad». 

De esta forma, hablamos de té blanco cuando las hojas son jóvenes, brotes nuevos del arbusto que no se han oxidado. Del verde cuando las hojas se secan en ausencia de humedad y son fragmentadas rápidamente después de ser recogidas. El negro es el más oxidado de todos y el que más teína posee. Y por último, el rojo, es una variedad fermentada de una manera especial que se elabora con hojas grandes de té que se comprimen y almacenan durante años bajo condiciones específicas para que unas cepas bacterianas transformen el té verde en rojo.

Todos los tipos poseen flavonoides, un tipo de polifenoles que poseen propiedades antioxidantes muy potentes e incluyen polifenoles de los grupos catequina (es el caso del té verde) y la teaflavina (té negro). 

No obstante, la FEN resalta que el té contiene una sustancia que impide el aprovechamiento orgánico de la vitamina B1, por lo que los grandes bebedores de té pueden llegar a padecer deficiencia de esta. Asimismo, «el té verde tiene el inconveniente de dificultar la absorción de hierro presente en los alimentos», por lo que no se recomienda su consumo si se padece anemia

Menta poleo 

Sus propiedades digestivas aluden a su capacidad antiinflamatoria y carminativa, es decir, de eliminar los gases intestinales. Sin embargo, Ribera sostiene que «si consultamos las revisiones científicas, únicamente existe un artículo iraní publicado en el 2017 comparando los efectos de la menta poleo con placebo para el tratamiento de estos síntomas». Los resultados obtenidos fueron positivos a la hora de disminuir el dolor y la hinchazón abdominal, pero en su opinión, «el estudio tiene ciertas carencias». 

Cúrcuma 

La cúrcuma también es una planta típica de Asia conocida por sus propiedades terapéuticas en la medicina tradicional. Según indican desde el Consejo General de Farmacéuticos, los efectos farmacológicos demostrados se deben a la presencia de los curcuminoides, principalmente curcumina; así como a los aceites esenciales y el ácido cafeico. 

«La Agencia Europea del Medicamento aprueba su uso tradicional para incrementar la secreción biliar en el tratamiento de la indigestión, como puede ser sensación de plenitud, flatulencia o digestiones lentas», sostienen. Si bien añaden que, desde hace años, los preparados de cúrcuma enriquecidos con curcumina también se vienen utilizando por su efecto antiinflamatorio.


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