Lugo aporta el 90% de la madera para las barricas del mejor whisky del mundo
Lemos
Los robles lucenses dan sabor y color a uno de los maltas más cotizados de Escocia El grosor de los anillos de los «carballos» gallegos es mayor que el de los americanos
16 Nov 2006. Actualizado a las 06:00 h.
Escocés de las Highlands, pero con un bouquet de Lugo. Así son los whiskies de The Macallan, la destilería que ha elaborado la botella de malta más cara del mundo, adquirida por un multimillonario surcoreano por 50.000 euros. Y es que el 90% de la madera con la que se hacen las barricas en las que envejece ese reconocido licor procede de las carballeiras lucenses. Además de la cebada, la madera es uno de los elementos fundamentales en la elaboración del whisky de malta, una bebida que debe tener un mínimo de maduración de tres años en barrica y 40 grados de alcohol. Los expertos de Macallan explican que los robles talados en los bosques de Lugo aportan a su producto color, aroma y sabor. De ahí que los toques picantes, los de uvas pasas y de fruta seca que se aprecian en un Macallan de 25 o 30 años sean específicamente Made in Galicia. Todo ello lo aportan los anillos que marcan su edad. Cuanto mayor es el árbol, más propiedades son las que aporta al whisky. Éstos tienen mucho mayor grosor que las especies de roble americano utilizadas en muchas otras bodegas de las tierras altas escocesas. Por ello, para poder mantener las reservas de árboles, Macallan planta dos robles por cada uno que corta para la elaboración de sus barricas, un trabajo que requiere años de estudio. Los árboles lucenses son también los artífices del color, un tono totalmente natural, ya que según explican desde la bodega «nunca añadimos caramelo ni colorantes». Pero no hay que esperar a que el whisky alcance la treintena para apreciar la diferencia tonal. Del color paja intenso del producto de doce años, se pasa a un ámbar claro en el que madura seis años más o al matiz brillante del que aguanta hasta los 25 años. Más cotizado es el dorado pálido del Fine Oak, una bebida especial custodiada durante treinta años en el interior de las barricas hechas con la madera de los árboles de Lugo, al igual que las botellas de la colección Fine and Rare. Esos matices son unos de los principales elementos diferenciadores que han hecho a estos licores merecedores del reconocimiento de la propia Isabel II de Inglaterra. De hecho, la destilería escocesa ha recibido el Premio de Empresa que concede la monarca inglesa y que premia a la marca de mayor prestigio internacional en los años 1988, 1993, 1998, 1999, 2000 y 2004.