«Las 60.000 personas que visitan el parque cada año no pueden hacer llamadas porque no hay cobertura»
Lemos
29 Apr 2009. Actualizado a las 02:00 h.
Unos 250 animales de 30 especies exóticas, como linces, bisontes, renos, canguros..., pero también centenares de árboles y agua, mucha agua. Ser un paraíso alejado del mundanal ruido tiene ventajas, pero también muchos inconvenientes, como explicó ayer el gerente de Marcelle Natureza, en Outeiro de Rei, Gerardo Guitián: «En Marcelle no hay cobertura de telefonía móvil. Ninguna. Desde el principio de los tiempos, hace veinte mil años, desde la aparición del hombre».
-Para poder hablar por el móvil tenemos que coger el coche y movernos dos kilómetros hacia Lugo. Creo que en algún punto, en algún momento, Orange tiene algo de cobertura, pero comienzas a hablar y se corta la llamada.
-¿Qué inconvenientes acarrea que los teléfonos móviles no funcionen en la zona?
-La gente llega al parque para pasar un día agradable y cuando quiere hacer una llamada y no puede nos pregunta. Les decimos que no pueden, que no hay cobertura. A veces tienen que comunicar algo importante a un familiar y nosotros les ofrecemos que llamen desde el teléfono fijo, el único que tenemos. Les dejamos que lo usen, pero al ser particular se cortan.
-¿Han tomado algún tipo de medida?
-Hemos presentado solicitudes, pero Telefónica dice que si colocan las líneas [la infraestructura] otros se quedan después con el negocio. Por activa y por pasiva nos ha quedado claro que no les interesa.
-Sin embargo, los visitantes del parque son un buen número de clientes potenciales de telefonía...
-Vienen unas 60.000 personas al año y se encuentran sin cobertura. El parque tiene una superficie de 20 hectáreas, 500 metros de un paseo precioso en contacto con el Miño... A partir de ahí, calcula las miles de llamadas que se pueden perder, dejar de hacer, porque la zona no tiene cobertura. Para las operadoras sería un negocio muy bueno. Además en un kilómetro a la redonda hay alrededor de 15 viviendas.
-¿Qué se plantean hacer de cara al futuro?
-Llevamos seis años así, desde que empezamos, y lo único que nos planteamos es resistir. Tenemos dos teléfonos del «tan tan», con los que hacemos señales de humo... [sonrió]. Hay otra empresa que trabaja en Marcelle y que lleva tiempo solicitando una línea propia, pero no hay manera, no se la dan. ¡Y qué le vamos a hacer! Estamos resignados.