La Voz de Galicia

El colegio que lo recicla todo

Lemos

carlos cortés chantada / la voz

Papel, envases, restos de fruta... Los escolares monfortinos de A Gándara son capaces de sacarle provecho a prácticamente todo

05 Oct 2014. Actualizado a las 05:00 h.

En el colegio monfortino de A Gándara ya no se tira prácticamente nada. Hasta los restos de la fruta que se consume en el comedor tienen un uso lejos del contenedor de basura. Este centro participa un año más en la experiencia Voz Natura y lo hace manteniendo su proyecto de huerta y jardín de plantas aromáticas y añadiendo un reto más: el reciclaje.

«Empezamos hace unos años recogiendo los cartuchos de las impresoras», explica Gloria Cortiñas Vila, la profesora que coordina en este colegio el proyecto de Voz Natura, que cuenta con el patrocinio de la Consellería de Medio Ambiente, la Diputación coruñesa, la Fundación Alcoa. El Corte Inglés y la Fundación Ramón Areces. De los cartuchos -a los que les sacan algo de dinero, porque la empresa que los recoge los paga- pasaron a hacer acopio de tapones para donarlos a distintas campañas solidarias con niños que necesitaban dinero para tratamientos médicos que no cubre la seguridad social. Y el año pasado, los profesores participaron en un taller de reciclado de papel de periódico, con el que ahora elaboran carpetas y otro material escolar.

«Nos convencimos»

Pero les quedaba la asignatura pendiente del reciclaje doméstico. La separación de envases y papel que se hace desde hace tiempo en buena parte de los hogares, ellos no la hacían. «Nos convencimos de que teníamos que empezar a hacerlo y ayudar así a concienciar a los niños pequeños de que cada cosa tiene que ir a su sitio», cuenta Gloria Cortiñas. Así que desde principios de este curso, el colegio A Gándara separa los restos de papel, cartón, envases y plásticos del resto de los residuos. Del trabajo se encargan además los propios escolares. Cuando empezaron las clases, los profesores colocaron en el patio dos contenedores de sesenta litros y tres depósitos en cada clase: azules para papel y cartón, amarillos para envases ligeros y plástico y verdes para todo lo demás. Los alumnos se turnan para que todos participen en el trabajo de sacar al patio los restos previamente separados y llevarlos a los contenedores de reciclaje.


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