El BNG reclama que se abra al público el pazo de Maside
Lemos
Los nacionalistas recuerdan que el edificio tiene la categoría de BIC y que la ley obliga a los dueños a permitir las visitas
28 Oct 2015. Actualizado a las 05:00 h.
El BNG de Pantón presentó una moción en la que pide que el Ayuntamiento inicie las gestiones necesarias para que el pazo de Maside -también conocido como castillo de Ferreira- sea abierto al público de forma periódica. Los nacionalistas recuerdan que este edificio histórico tiene la categoría de bien de interés cultural (BIC) y que la Lei do Patrimonio Cultural de Galicia obliga a los propietarios de los inmuebles de estas características a permitir las visitas.
En su petición, el BNG precisa que el artículo 26 de la referida ley establece que «os propietarios, posuidores e demais titulares de bens declarados de bens de interese cultural deberán facilitar a visita pública a estes nas condicións que se determinen, que en todo caso serán gratuíta durante catro días ao mes, en días e horario prefixado». Esta ordenanza -apuntan el grupo nacionalista- contrasta con el hecho de que el pazo de Maside, de propiedad privada, esté cerrado al público de forma permanente. En el exterior del edificio hay un letrero que indica que se trata de una «propiedad privada no visitable».
Atractivo turístico
Según el criterio del BNG, la aplicación del mencionado artículo de la Lei do Patrimonio Cultural al pazo de Maside permitiría que este edificio actuase «como un elemento potenciador e de mellora da proposta turística actual, tanto do Concello de Pantón como da marca turística Ribeira Sacra». Por otro lado, los nacionalistas apuntan que el artículo 4 de la mencionada ley obliga a los ayuntamientos a «protexeren, defenderen, realzaren e daren a coñecer o valor cultural dos bens integrantes do patrimonio cultural de Galicia que radiquen no seu termo municipal.
El pazo de Maside, según la documentación histórica, fue en principio una casa señorial fortificada cuyos orígenes se remontarían al siglo XI. La construcción fue restaurada en el siglo XIX por su entonces propietarios, Jacobo Arias Sanjurjo. La antigua fortaleza destaca por haber sido la residencia del hidalgo Diego de Lemos, que se convirtió en uno de los dirigentes de la guerra irmandiña de la segunda mitad del siglo XV. La sepultura de este personaje histórico -con una estatua yacente que lo representa vistiendo una armadura- puede verse en la iglesia románica del convento de las Bernardas de Ferreira.