La Voz de Galicia

La rehabilitación de Diomondi seguirá, pero sin nada previsto para el viejo palacio obispal

Lemos

carlos cortés monforte / la voz

Cultura invertirá en la iglesia 126.000 euros durante los próximos meses

10 Apr 2016. Actualizado a las 17:30 h.

La rehabilitación del conjunto formado por la iglesia románica y el antiguo palacio obispal de Diomondi continuará, a pesar de que ya está terminada la reconstrucción de la fachada que se derrumbó el 29 de diciembre del 2010. Lo anunció ayer el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, en una visita oficial a esta parroquia de O Saviñao.

El conselleiro recorrió el interior de la iglesia y el edificio anexo, utilizado como casa rectoral hasta hace unos años pero de orígenes y usos que se pierden en la Edad Media. Tras la visita, en la que ejerció de guía el arquitecto que dirige el proyecto, el conselleiro explicó que su departamento invertirá este año alrededor de 126.000 euros en la renovación de la cubierta de la iglesia, que está declarada bien de interés cultural (BIC), y una limpieza de su fachada. El proyecto está ya aprobado y acaban de empezar los trámites administrativos para contratar las obras. El plazo contemplado inicialmente para terminarlo es de cuatro meses. En la consellería esperan que el trabajo esté hecho antes de que finalice el 2016.

En su visita, el conselleiro estuvo acompañado por la directora xeral de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez Ínsua, la delegada territorial de la Xunta, Raquel Arias, el teniente de alcalde de O Saviñao, Carlos Armesto, la parlamentaria monfortina Julia Rodríguez y de representantes del Obispado, que es el propietario de los dos edificios.

Las obras que se llevarán a cabo en los próximos meses consisten en concreto en la retirada de la actual cubierta de teja y el tablero de hormigón en el que se apoya. Serán sustituidos por una cubierta de teja cerámica curva, protegida por una lámina ondulada de fibrocemento. También serán desmontadas las tablas de madera que sostienen el tejado y se aplicarán mejoras en la espadaña. El actual tejado está muy tocado por la humedad.

En cuanto a la fachada, será restaurada la fachada y la portada románica. Dentro de la iglesia, las agarraderas metálicas que permiten subir al campanario serán sustituidas por escaleras de madera.

Origen

Las partes más antiguas del actual edificio del Palacio de Diomondi pueden datar del siglo XIII

Usos

Hasta hace algunas décadas, el edificio sirvió como casa rectoral. Pero en la Edad Media era una de las residencias de los obispos lucenses. Un documento del año 954 afirma que el legendario obispo Odoario pasó en Diomondi sus últimos días de vida en el siglo VII

El delegado de patrimonio de la diócesis se atrevió a subir la peligrosa escalera del campanario

Miguel Ángel Gómez Vázquez es un buen conocer de las iglesias de toda la diócesis. No solo por que sea cura, sino porque su puesto de delegado de patrimonio inmueble del obispado le obliga a ello. Ayer quisó acompañar al párroco de Diomondi y a los representantes de la Xunta en la visita del conselleiro a esta iglesia. Tras completar el recorrido guiado, los visitantes preguntaron al arquitecto que dirige el proyecto de rehabilitación por la curiosa escalera interior que lleva al campanario desde el interior de la iglesia. Se trata de un rudimentario sistema de peldaños hechos con barras metálicas clavados a modo de grapas en la fachada que no ofrece ninguna seguridad más que el aplomo y la fuerza del que se atreva a subirla. Y suben hasta aproximadamente diez metros de altura. Cuando el arquitecto explicaba que todavía no habían comprobado si las barras están o no deterioradas, Miguel Ángel Gómez decidió comprobarlo de primera mano y para sorpresa de todos subió ágilmente hasta el campanario y volvió a bajar. No tuvo ninguna dificulta en completar los tres tramos de la escalera, que tiene veinte escalones para llegar a la altura del campanario, seis más (dobles, para brazos y piernas) para desplazarse en horizontal hasta la ventana de acceso al campanario, y otros cinco en vertical para acabar de encaramarse a ella. Ninguno se rompió y Miguel Ángel Gómez se llevó un aplauso cuando por fin volvió al suelo.


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