La modernización de la vía entre Lugo y Ourense empieza por lo más barato
Lemos
El coste de los proyectos pendientes multiplica por cinco el de los que el ministerio ha empezado a movilizar
11 Dec 2020. Actualizado a las 19:25 h.
El Ministerio de Transportes ha anunciado en los últimos dos años inversiones en la vía del tren entre Ourense y Lugo que en conjunto suman alrededor de 180 millones de pesetas. Más de la mitad de este presupuesto lo pone la última, la anunciada esta semana, que servirá para construir un nuevo túnel en Oural y para renovar por completo las piezas de las vías y la base sobre la que se asientan. Son pasos adelante en el largo y lento proyecto de modernización de esta línea. En todo caso y a pesar de lo abultado de las inversiones anunciadas en los últimos tiempos, los proyectos más significativos están todavía pendientes. Y son cinco veces más caros que los ya confirmados.
Desde enero del 2019, no han dejado de sucederse buenas noticias para la línea férrea entre Ourense y Lugo. Nada más empezar el 2019, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) anunciaba la licitación por 12.6 millones de euros de la mejora de la señalización y las telecomunicaciones del tramo entre Monforte y Ourense. Era la primera de una serie de actuaciones de mayor o menor cuantía, pero vinculadas todas al proyecto de modernización de la conexión ferroviaria entre Ourense y Lugo a través de Monforte. Pensado para incrementar velocidades y reducir los tiempos de viaje, tiene que acercar la provincia de Lugo a la alta velocidad ferroviaria, que entrará en Galicia cuando terminen las obras de los últimos tramos pendientes, los ourensanos.
Para lograr el objetivo de reducir de forma significativa los tiempos de viaje es fundamental corregir el trazado en los tramos que ahora son más lentos. Por eso están proyectadas dos variantes, la primera entre Os Peares y Canaval y la segunda en Rubián. Los estudios informativos de estas dos variantes habían sido redactados hace casi veinte años, pero la paralización de las inversiones hizo que se quedasen obsoletos y que hubiese que realizarlos de nuevo. El Ministerio de Transportes confirmó el pasado mes de marzo que ya están terminados. Todavía falta adjudicar las obras y hacerlas, pero con los estudios informativos ya se sabe cuánto dinero hará falta invertir para construir estas dos variantes. La inversión prevista es de 970 millones de euros, una cantidad que multiplica por cinco los 180 millones que el ministerio ha empezado a movilizar en los últimos dos años.
Una pista para saber cuánto tiempo puede faltar todavía para ver construidas estas dos variantes puede darla lo sucedido con la de Láncara. Este tramo de poco más de siete kilómetros tenía un plazo de ejecución de 40 meses cuando fue adjudicada. Las obras duraron mucho más, pero es que estuvieron años paralizadas por culpa de los recortes en inversiones aplicados en la crisis económica que empezó en el 2008. Las variantes pendientes en Os Peares-Canaval y en Rubián necesitarán entre las unos 30 kilómetros de nuevas vías.
La electrificación pendiente
Pero la línea férrea entre Lugo y Monforte es una de las dos que quedan en Galicia sin electrificar (la otra es la Lugo-A Coruña). Por lo tanto, la electrificación de todo el trazado es la otra gran actuación que también está pendiente. Hay dos proyectos diferentes, uno para reforzar la catenaria entre las estaciones de Ourense y Monforte, y el otro para electrificar la vía entre la estación monfortina y Lugo. Adif sacó a licitación en octubre del 2019 el refuerzo de la catenaria entre Ourense y Monforte. Cuesta 20,3 millones de euros, pero un año después todavía no hay noticias de que el contrato haya sido ya adjudicado. La electrificación de Monforte a Lugo será más cara y todavía no ha llegado ni siquiera a ese punto.