La Voz de Galicia

Una presa de quita y pon regulará en Monforte el caudal del Cabe los meses de verano

Lemos

LUIS DÍAZ MONFORTE / la voz
Una escollera evitará que avance la erosión en la margen más próxima al lugar en el que rompió la presa

La estructura metálica tendrá un metro de alto y se retirará de la zona de A Pinguela cuando suba el nivel del río

14 May 2021. Actualizado a las 18:41 h.

La licitación del derribo de la presa de A Pinguela, dañada en uno de sus laterales por las fuertes crecidas que se registraron en enero del 2016, está más cerca tras la publicación este viernes del proyecto constructivo que elaboró la consultora Proyfe por encargo de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Este organismo, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, abrió el período de consultas del documento que servirá de referencia para las actuaciones ambientales en esa zona urbana de Monforte. Es el paso previo a la adjudicación de las obras, que saldrán a concurso por un precio de 663.000 euros.

Después de sopesar diferentes opciones, incluida la reparación de la estructura que arrastró la riada, la alternativa elegida consiste en su sustitución por un azud desmontable de chapa metálica que regulará el cauce a través de diez compuertas en los meses de verano. Los técnicos consideran que se presencia solo será necesaria durante el estiaje, con el fin de garantizar un nivel de las aguas que no deje aislada la laguna situada en las inmediaciones de la presa. Cuando el caudal sea suficiente, el azud de quita y pon será desmontado y el Cabe discurrirá en ese punto por su cauce natural.

 

Sendero alrededor de la laguna

La conservación del ecosistema de la laguna, que se formó en los terrenos excavados para una antigua gravera, es uno de los objetivos que persigue esta actuación. Pese a tratarse de un tramo urbano, esa parte del Cabe forma parte de la cuenca del río protegida por la Red Natura. El proyecto contempla la construcción de un sendero alrededor de la laguna y de una pasarela de madera en el canal que facilita su comunicación con el río por encima de la presa de A Pinguela.

La actual estructura de hormigón, construida en el año 1959 para abastecer a un molino sin uso desde hace décadas, cedió en el lateral más próximo al barrio de Cobas, donde será necesario levantar una escollera para frenar la erosión causada por el río. «La estructura de contención en la zona de encuentro del azud con el canal de derivación [del molino] ha desaparecido debido al efecto erosivo, lo que ha derivado en un desplazamiento en la planta del cauce del río hasta ocuparla», detalla el proyecto constructivo.

La escollera, presupuestada en algo más de 165.000 euros, es una de las unidades de obra de mayor importe. El azud, por su parte, cuesta alrededor de 90.000 euros y se elevará a una altura de un metro por encima de la base sobre la que estará asentado. La cimentación consistirá en un bloque de cemento, de cuatro metros de ancho y dos de alto, encastrado en su totalidad sobre el lecho de grava del cauce. Su instalación se aprovechará para realizar un dragado en la parte superior de la presa, donde a raíz de la rotura se acumula un importante volumen de arrastres en el lecho del Cabe.

En la elección de la alternativa que se llevará a la práctica en A Pinguela se tuvieron en cuenta criterios hidráulicos, ambientales, legales y de carácter social. En este último apartado, se valoró «la influencia de la aceptación de la solución adoptada» y el consiguiente «atractivo social para el uso y disfrute de la zona de ocio disponible».

El proyecto tuvo que reformarse por no incluir una escala de remonte para los peces

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil formalizó en enero del 2019, por un presupuesto de casi 28.000 euros, el contrato de la redacción del proyecto constructivo de actuaciones ambientales y recuperación de la conectividad del Cabe en A Pinguela. Previamente, en mayo del 2016, había comunicado a sus titulares la extinción del permiso de aprovechamiento de caudal que hizo necesaria en su día la construcción de la presa. La actual directiva europea del agua aboga por recuperar el curso natural de los ríos mediante la supresión de este tipo de obstáculos una vez que pierden su utilidad.

En un primer momento, la propuesta de actuación que recoge el proyecto constructivo fue informada desfavorablemente por la Xunta. La Consellería de Medio Ambiente alegó que las obras no se ajustaban a las directrices de la ley de pesca fluvial, al no incluir una escala destinada al remonte de los peces. El plan de actuación fue revisado y ahora contempla la colocación de una escala -construida en madera para «mejorar la integración paisajística y minimizar los impactos visuales»- que se retirará cuando el caudal del Cabe haga innecesaria la presencia del nuevo azud desmontable.


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