La Voz de Galicia

Belesar está solo al 54% de su tope pero sigue generando electricidad

Lemos

Carlos Cortés Monforte / la voz

Naturgy atribuye la falta de agua a la sequía y precisa que la producción ha bajado

14 Mar 2022. Actualizado a las 17:02 h.

El embalse de Belesar va a empezar la primavera con mucha menos agua de lo que es habitual en estas fechas. A siete días de que termine el invierno, la mayor central hidroeléctrica de la cuenca del Miño guarda solo el 54% del agua que es capaz de contener. Lo normal en esta época del año sería que estuviese entre el 75% y el 80%. En la empresa Naturgy apuntan que la causa de este bajo nivel del agua en Belesar hay que buscarla en lo poco que ha llovido en los últimos meses y sostienen que ellos están gestionando la producción de energía con «la máxima prudencia».

Efectivamente, la lluvia caída en esta parte del interior de Galicia durante el otoño fue mucho menos de la habitual. Y el balance no se ha corregido durante el invierno, que en el entorno de la central de Belesar, situada entre los municipios de Chantada y O Saviñao, va a ser el primero o el segundo más seco de los últimos años. Sin embargo, también es cierto que a esta situación se llega después de meses de escalada de los precios de la electricidad y de la polémica por el vaciado de algunos embalses durante el verano pasado.

Portavoces de Naturgy aseguran que la producción de energía en la central de Belesar, y en general en todas las del Miño, «está siendo inferior a un año normal en los meses de enero y febrero». En cualquier caso, la producción sigue en marcha para atender, dicen en la empresa, «las necesidades del sistema eléctrico». Eso sí, aseguran estar «respetando en todo momento la normativa ambiental y las demandas del entorno». Es una precisión importante, porque la Consellería de Medio Ambiente tramita en estos momentos expedientes sancionadores contra Naturgy, Iberdrola y la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil por no haberle notificado el vaciado de los embalses de Cenza, As Portas, Salas y Belesar el verano pasado.

 

El mayor de los cinco

El río Miño tiene cinco embalses, todos gestionados por Naturgy, pero el de Belesar destaca sobre los otros cuatro, tanto por su capacidad de producción de energía como por la cantidad de agua que puede almacenar. Entre los cinco son capaces de contener 958 hectómetros cúbicos de agua, pero a Belesar le corresponden 655, lo que representa el 68% del total.

Por su tamaño, esta presa ejerce como reguladora de nivel de toda la cuenca, es la que resulta útil para evaluar la situación general. Las otras cuatro presentan en estos momentos un llenado más alto, pero es que sus respectivos niveles no suelen oscilar demasiado. Por ejemplo, el embalse de Os Peares, el que está inmediatamente por debajo de Belesar, está estos días al 95% de su capacidad máxima, pero es que pocas veces cae por debajo del 90%.

El bajo caudal del Miño se nota en las orillas. Así estaba hace unos dñías el puente que une las dos orillas del pueblo de Belesar. Situado en la cola del embalse de Os Peares, en este tramo del Miño se nota mucho cualquier oscilación de nivel. Este fin de semana el nivel del agua está subiendo un poco, pero este mes llegó a bajar unos cinco metros en esta parte del ríoROI FERNÁNDEZ

El bajo caudal del Miño se nota en las orillas. Así estaba hace unos días el puente que une las dos orillas del pueblo de Belesar, una en el municipio de Chantada y otra en el de O Saviñao. Situado en la cola del embalse de Os Peares, en este tramo del Miño se nota mucho cualquier oscilación de nivel. Este fin de semana el nivel del agua está subiendo un poco, pero este mes llegó a bajar unos cinco metros en esta parte del río.

La central construida en el 2013 hace más visible la producción

Estos días no hay más que pasar cerca de la presa de Belesar para constatar que efectivamente sigue produciendo a pesar del bajo nivel del río. Las instalaciones de la presa de Belesar contienen en realidad dos centrales distintas. La que está en funcionamiento desde el llenado del embalse en 1965 se denomina técnicamente Belesar I y tiene una potencia instalada de 300 megavatios. La más moderna fue inaugurada en el 2013 y tiene capacidad para producir 20,8 megavatios. Es mucho más pequeña, pero su funcionamiento también es más visible, porque está justo al pie de la presa y se ve a mucha distancia cómo desagua. En cambio, la antigua se encuentra varios cientos de metros río abajo, en un lugar al que es difícil llegar y que solo se ve desde el fondo del cauce. Belesar II produce energía, pero también sirve para garantizar que siempre haya agua en esos cientos de metros de río entre la presa y la salida de las turbinas de Belesar I. El caudal ecológico no estaba garantizado antes de su puesta en marcha en el 2013.

Así están ahora los 10 embalses más grandes de Galicia, en una lista ordenada de mayor a menor capacidad de almacenaje de agua

  1. Belesar. 54% (La media habitual en estas fechas es el 75%)
  2. As Portas. 22% (La media habitual en estas fechas es el 84%)
  3. Portodemouros. 63% (La media habitual en estas fechas es el 88%)
  4. Bao. 60% (La media habitual en estas fechas es el 81%)
  5. Santo Estevo. 86% (La media habitual en estas fechas es el 86%)
  6. Os Peares. 95% (La media habitual en estas fechas es el 97%)
  7. Eume. 75% (La media habitual en estas fechas es el 95%)
  8. Prada. 48% (La media habitual en estas fechas es el 75%)
  9. Fervenza. 32% (La media habitual en estas fechas es el 73%)
  10. Albarellos. 48% (La media habitual en estas fechas es el 48%)

Las reservas de agua de Galicia, 20 puntos por debajo de lo normal

El bajo nivel de las reservas de agua de los embalses del tramo medio del Miño no es una excepción. El nivel de los embalses gallegos está claramente por debajo de lo que es normal en esta época del año. En conjunto, se encuentran en torno al 55% de su capacidad, cuando la media de los últimos 10 años es del 77%. La situación era muy distinta el año pasado, cuando el porcentaje global de llenado rozaba el 85%.

Es pronto para anticipar si esta va a ser la tónica de este año. Puede suceder que una primavera lluviosa compense un otoño y un invierno secos, pero la situación de partida no es buena. Lo que dicen las estadísticas es que la cantidad de agua disponible en los embalses gallegos suele empezar a bajar en el mes de junio y no vuelve a crecer de nuevo hasta octubre. El 2021 arrancó con arreglo a este patrón.

Subía hasta mediados de enero

De hecho, hace exactamente un año por estas fechas había más agua de la habitual, pero no esperó a junio para empezar a caer. El descenso empezó en marzo y fue muy brusco, de forma que el verano llegó con las reservas hídricas mermadas. Y a pesar de que el otoño fue seco, la curva comenzó a remontar en esa época del año, como acostumbra. Lo que ocurre es que esta vez partió de niveles más bajos de lo habitual. Aún así y a pesar de la escasez de lluvia, a mediados de enero parecía que sería posible terminar el invierno con un llenado por lo menos cercano a la media. Pero en la primera semana de febrero la subida se truncó y los embalses empezaron a menguar otra vez.

En estos momentos, solo tres de los diez embalses gallegos con más capacidad de almacenaje de agua presentan niveles similares a los esperables. Son los de Santo Estevo, en el Sil; Os Peares, en el Miño; y Albarellos, en el río Avia.

 

 


Comentar