La Voz de Galicia

La última crecida inunda de plásticos la ribera del Cabe en el paseo fluvial de Monforte

Lemos

LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ
Restos de plásticos en las ramas de los árboles de la ribera que alcanzó la crecida

Los residuos cuelgan de la arboleda entre el Parque dos Condes y Piñeira, un tramo incluido en la Red Natura

08 Mar 2023. Actualizado a las 19:11 h.

Las huellas de la espectacular crecida que registró el curso del Cabe el pasado fin de semana todavía son visibles en el tramo del paseo fluvial que discurre entre el Parque dos Condes y el puente de Piñeira. Algunos daños, como los socavones provocados por la avenida al anegar el sendero, fueron reparados en su mayor parte por el Ayuntamiento de Monforte durante los últimos días. Otras secuelas del temporal de lluvias, por el contrario, todavía estarán a la vista durante bastante tiempo. Especialmente, el interminable rosario de plásticos que cuelgan ahora de las ramas de los árboles en ese tramo de la ribera del río.

No solo los plásticos afean un espacio de gran valor ambiental que al menos sobre el papel está protegido por la Red Natura. «Este es el escenario que nos ha dejado la última crecida: todo lleno de toallitas y compresas», apunta Manuel Díaz en el Facebook de Salvemos o Malecón. En ese muro colgó vídeos grabados en la pasarela del campo de fútbol de los Escolapios. «Pero todo el río tiene un aspecto parecido», apunta.

Por iniciativa propia, este monfortino retira periódicamente todo tipo de residuos, solo o en compañía de familiares o de otros voluntarios, de la ribera del río. En verano, cuando el caudal lo permite, las tareas de limpieza de extienden al lecho del Cabe, del que sacan desde ruedas a los materiales más insospechados. Díaz aboga en las redes sociales por una mayor sensibilidad ciudadana y también por la realización de campañas de concienciación por parte de la concejalía de Medio Ambiente.

La acumulación de plásticos resulta llamativa en las riberas del Cabe a lo largo del paseo, en el que todavía se pueden ver algunos troncos de gran tamaño arrastrados por el río. La riada alcanzó el sendero y las fincas situadas en la margen más alejada del río. El piso de tierra quedó salpicado de socavones que el personal municipal tapó en las últimas jornadas. Aún queda, no obstante, un tramo por tapar a la altura de la pasarela más próxima al puente de Piñeira.

 

Daños en la presa

La paulatina bajada de caudal también pone a las claras, por otra parte, el alcance de los daños motivados por la crecida en la nueva presa de A Pinguela que acababa de dar por inaugurada la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. La riada se llevó por delante la escollera lateral de piedra y causó importantes desperfectos en las mallas y el entramado de madera que debería contener la erosión en los laterales.

Los troncos arrastrados por la crecida se acumulan entre los pivotes metálicos que van a ser retirados para evitar que se repintan ese tipo de episodios. La estructura de madera que iba a servir de escala para el remonte de los peces cuelga de las ramas de los árboles, partida en trozos, en diferentes tramos del río.

 


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