La Voz de Galicia

El grueso de la vendimia entrará a partir de hoy en las bodegas de Ribeira Sacra

Lemos

Luis Díaz Monforte / La Voz
Inicio de la vendimia, el pasado mes de agosto, en la viña de Peza do Rei

La mejoría del tiempo acompaña en la fecha elegida para el inicio de la recogida de la uva en el conjunto de la denominación

14 Sep 2023. Actualizado a las 17:03 h.

La vendimia entra en fase creciente en la Ribeira Sacra. Este jueves es la fecha fijada por el consejo regulador para su inicio en toda la denominación de origen. Las restricciones que se aplicaban hasta ahora para evitar la recogida de la uva en los lugares donde la maduración suele ir más atrasada desaparecen en todas las subzonas. El anticiclón por el que suspiraban los viticultores tras las últimas lluvias está ahí y todo apunta a que el grueso de la cosecha entrará en las bodegas con más rapidez que otros años. La incógnita ahora es la misma con la que comenzó la presente campaña: ¿habrá demanda para toda la producción?

Bodegas como Régoa, con la totalidad de su viñedo ubicado en el corazón de la subzona de Amandi, ya dieron por cerrada la vendimia. Otras tuvieron que esperar hasta ahora para recolectar el fruto con una madurez adecuada. La diversidad de la Ribeira Sacra marca ritmos muy diferentes en las viñas y el consejo regulador debe escoger una fecha equidistante para el inicio de la recolección. Este año, pese al adelanto de la maduración, fue la del 14 de septiembre.

«Non convén descoidarse moito», apunta el bodeguero de Margaride, en Quiroga, Pablo González, inmerso ahora en plena vendimia. Las lluvias descargaron con fuerza en las últimas jornadas y el riesgo de podredumbre podría intensificarse con las altas temperaturas previstas en los días previos al fin de semana. Aunque la apertura oficial se retrasó hasta este jueves, Rectoral de Amandi no solo recogió hasta ahora uva blanca, la primera en valer. También dio entrada previamente a lotes de mencía procedentes de esa subzona, donde esta bodega paga por el kilo de uva el precio más alto, 1,20 euros.

Rectoral garantizó en una reunión con sus proveedores habituales la compra de la uva en esta cosecha con precios que no bajarán de 1,10 euros, en la misma línea de la pasada campaña. Pero no todas las bodegas comprarán la misma producción que en años anteriores. A muchos viticultores les llegaron notificaciones de sus clientes habituales para que busquen otro comprador de la cosecha de este año. Los excedentes están detrás de la primera crisis a la que se enfrenta Ribeira Sacra en mucho tiempo, aunque de momento solo Unións Agrarias, a través de su portavoz, Carlos Basalo, se refirió abiertamente de este problema.

 

Gestiones con Medio Rural

El presidente de Ribeira Sacra, Antonio Lombardía, prefiere no hacer declaraciones al respecto en este momento. El lastre del vino acumulado sobrevoló, sin embargo, su discurso en la comida anual de la denominación, celebrada a comienzos de pasado mes de julio coincidiendo con la entrega de premios a los mejores vinos. Fuentes próximas al consejo regulador confirman que hay gestiones abiertas con la Consellería de Medio Rural para hacer frente al problema de los excedentes. Se esperaba que la respuesta llegase antes de la vendimia, pero habrá que esperar.

Mientras llega la aguardada reactivación de las ventas de vino tinto, la prioridad es conseguir que se recoja la mayor cantidad de uva posible. Si queda producción en las viñas, habrá riesgo de abandono del cultivo en las zonas donde resulta más costoso debido a las dificultades orográficas. Bodegueros como Manuel Verao, de Rectoral de Gundivós, creen que urge más que nunca afrontar el debate sobre la discriminación positiva de los viñedos en los que basa su imagen Ribeira Sacra.

En los últimos meses se celebraron varias reuniones de bodegueros de Amandi interesados en reactivar el sello diferencial que están autorizados a utilizar en sus vinos. José María Prieto, de Adega Régoa, considera positivo incidir en la singularidad de los diferentes terruños de Ribeira Sacra, pero entiende que esas diferenciaciones deben de ir acompañadas de compromisos por parte de los elaboradores que incidan en la calidad y personalidad de los vinos. Una opción para esas marcas sería el recorte de los rendimientos máximos por hectárea, de 9.500 kilos en las variedades tintas.


Comentar