La Voz de Galicia

O Courel, sin incendios activos después de once días para olvidar

Folgoso do Courel

luis diaz

La estimación de la superficie quemada en conjunto se mantiene en 11.100 hectáreas

28 Jul 2022. Actualizado a las 21:47 h.

Los incendios que afectaron durante más de una semana a la sierra de O Courel están estabilizados. La Consellería de Medio Rural les aplica esa calificación oficial desde última hora del lunes. El viernes anterior ya se había desactivado la situación 2 de alerta, debido a que los últimos focos del fuego ya no suponían una amenaza para las poblaciones. Aunque aún no se consideran del todo controlados, el paso de «activos» a «estabilizados» implica desde el punto de vista técnico que están perimetrados y que no existe ya ningún frente activo. La estimación sobre la superficie afectada se mantiene en los recuentos que da a conocer periódicamente la consellería. De acuerdo con estas estimaciones, en conjunto ardieron un total de 11.100 hectáreas.

Del total, 10.000 hectáreas corresponden a los incendios que se originaron en la tarde del jueves 14 de julio, como consecuencia de una tormenta seca, en las parroquias de Vilamor (Folgoso do Courel) y Saa (A Pobra do Brollón). Ambos frentes acabaron por unirse y se extendieron desde la montaña de A Pobra y la parte baja de O Courel a zonas situadas al norte y, sobre todo, al este de ese último municipio, ya en los límites con Quiroga.

Las 1.100 hectáreas restantes ardieron en la zona de Seceda, en la otra vertiente de la sierra de O Courel, en los límites con O Incio y Samos, donde se activó la situación de alerta por la cercanía del fuego a la aldea de Gamiz. El origen de este incendio también se atribuye a la tormenta que descargó, con abundante aparato eléctrico y sin lluvia, tras la última ola de calor.

Aldeas afectadas

La aldea de Gamiz no llegó a ser alcanzada por las llamas, pero el incendio de mayores dimensiones quemó la práctica totalidad de las casas de Vilar y una vivienda en la parte baja de Froxán, cerca del cauce del Lor. El río no impidió que el fuego pasase a la otra ladera y calcinase el pueblo y el souto de Vilar. Del lado de A Pobra do Brollón, ardieron casas en Couso y Río de Bois. Las llamas pudieron frenarse al pie de las viviendas en Vilamor, Mercurín y Parada dos Montes.

Desde la desactivación del nivel 2, el pasado viernes, se reavivaron algunos focos en O Busto y As Laceiras, en A Pobra do Brollón, y en Sobredo, Vilamor, Seceda y el Pía Paxaro, en Folgoso do Courel. Fuentes del operativo de extinción indicaron que los fuegos todavía tardarán una semana o más en darse oficialmente por apagados. Entretanto, se procederá al enfriamiento de las zonas donde todavía hay combustión en las raíces de los arbustos y la arboleda.

Riesgo de arrastres

Tras la preocupación por el fuego, surge la inquietud por los efectos ambientales que puedan tener a partir de ahora las lluvias en el caso de que lleguen a descargar con intensidad. «Se vén unha tormenta como a que caeu en Monforte o día en que se orixinou o lume, pode causar unha catástrofe de dimensións bíblicas», opina el biólogo y guía Guillermo Díaz Aira. En la situación actual, según destaca, la estabilidad de las laderas se vería muy afectada por las escorrentías y los arrastres a los ríos tendrían graves consecuencias para su ecosistema.

La mayor parte de las zonas calcinadas por el fuego originado en Vilamor se encuentran en el área de influencia del Lor o de arroyos que vierten sus aguas en él. El incendio de Seceda, por otro lado, arrasó terrenos próximos al cauce del Lóuzara, principal afluente del Lor.


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