Megaman contra Albert Einstein
Videojuegos
Científicos como Albert Einstein o Thomas Edison han servido de inspiración para varios personajes dentro del videojuego
30 Apr 2018. Actualizado a las 14:53 h.
Megaman es otro de esos clásicos japonenes que tanto ha ofrecido a la industria de videojuego. Su lanzamiento para NES sería en 1987 de la mano de la desarrolladora japonesa «Capcom», y trataría de exprimir un poco más si cabe el concepto de juego de plataformas, muy inspirado por la trayectoria de los juegos de Mario. Megaman es uno de los personajes más icónicos del comienzo de los videojuegos, su saga clásica de títulos la componen diez en total (publicados desde 1987 hasta 2011) pero Megaman ha aparecido en decenas de videojuegos diferentes a lo largo de los años.
Hay dos personajes muy carismáticos dentro de la sala original, el doctor Wily y el doctor Light. La historia que les rodea es de lo más curiosa, puesto que sus nombres originales en la saga Megaman son Albert Wily y Thomas Light, inspirados en los inventores Albert Einstein y Thomas Edison. Lo curioso es que, pese a que estos dos personajes trabajaron juntos en el pasado, el Dr Wily acaba asumiendo el rol de villano y el Dr Light se convierte en aliado de Megaman. Este cambio no es casualidad, y es que las investigaciones de Albert Einstein fueron clave para el diseño final de la bomba atómica que arrasaría Hiroshima y Nagasaki. Es por esto por lo que la desarrolladora japonesa encargada de los juegos de Megaman decidieron adjudicarle el papel de villano, convirtiéndolo en el jefe final del «Megaman 1».
Bajo esta premisa, siempre se ha identificado al doctor Light como el gran emprendedor, apasionado por su trabajo y con grandes ambiciones de cara a hacer el bien. De hecho, el aspecto del Dr. Light fue inspirado en la figura de Santa Claus, con el objetivo de reflejar la bondad característica del personaje. El doctor Wily por el contrario, se presenta siempre como una versión malévola de su excompañero, con el único objetivo de hacer el mal. Su aspecto está inspirado en el propio Albert Einstein, resaltando su característico bigote y su caótico peinado.