La Voz de Galicia

«Robábamos el agua porque nos la hacían pagar»

Lugo

07 May 2011. Actualizado a las 06:00 h.

En el Queens parece que aplicaban manu militari a sus empleadas. Si bien es cierto que José Manuel García Adán hacía préstamos a las meretrices que le explicaban que tenían algún problema, también lo es que no había concesiones a la hora de cumplir las normas internas. Una persona que aseguró ser conocedora de la situación de algunas mujeres que trabajaban en el establecimiento con jornadas que en ocasiones iban desde las siete de la tarde (o antes) hasta las cinco y media o seis de la madrugada, señaló que algunas empleadas se vieron en la necesidad de hurtar botellas de agua embotellada porque en el club llegaban al extremo de tener que pagarlas. Admitían, eso sí, que la que quisiera la trajese del exterior.

El control llegaba a tales extremos que aquella mujer que tuviese que dejar de trabajar más de tres días por tener la regla era multada. Había un registro para contabilizar las menstruaciones e incluso, en ocasiones, las meretrices tenían que demostrarlas con algún tipo de prueba.

También tenían que justificar con informes médicos si estaban enfermas. Se dieron casos de empleadas que tuvieron que acudir a urgencias por algún problema y, a las pocas horas, tenían que estar de nuevo en el salón para atender a la clientela.

Además, los investigadores obtuvieron múltiples referencias de mujeres que habían sido objeto de agresiones que no pudieron denunciar.


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