Profesionales de la Administración local critican el proyecto de reforma
Lugo
Amplia coincidencia en que el texto actual sufrirá cambios importantes
26 May 2013. Actualizado a las 07:00 h.
«Quien hizo esta propuesta de ley no ha pasado en un Ayuntamiento ni un verano»
José Antonio Carro
«Demoniza a la Administración local como causante de todos los males del Estado»
J.A. Mourelle Cillero
«O verdadeiro problema é o dos chiringuitos cos que se saquea á Administración»
Jesús Expósito
El nuevo intento de reforma de la Administración local genera un vivo debate, tanto en el campo político como en el técnico. En el primer caso, ya han dejado claras sus críticas a este proyecto el socialista José López Orozco, alcalde de Lugo, y el nacionalista Antonio Veiga, vicepresidente de la Diputación. Desde el campo técnico, exponen su visión, en general crítica sobre dicha normativa, los secretarios del Ayuntamiento, José Antonio Carro, y de la Diputación, José Mourelle Cillero, así como el presidente de la junta de personal del Concello de Lugo, Jesús Expósito.
José Antonio Carro, presidente en Lugo del Colegio de Secretarios, Interventores y Tesoreros de la Administración Local (Cosital), destaca que esta versión del proyecto para la reforma de la administración local llega después de otras seis o siete, «cada una diferente a la anterior, con modificaciones importantes». A su juicio «es la menos mala» y «la mejor técnicamente». Entre las cosas que le gustan, señala el régimen disciplinario que afecta a los profesionales de la administración local con habilitación de carácter nacional. Cree que mejora su situación en las no pocas situaciones en que su trabajo no gusta a los políticos que dirigen las instituciones.
Alejada de la realidad
En la parte crítica, Carro pone el acento en lo que se refiere a la prestación de servicios. «Se nota que quien hizo esta propuesta de ley no ha pasado en un ayuntamiento ni un verano». En este sentido, alude a la determinación del coste estándar a fijar para los servicios. Señala así que es imposible aplicar a municipios distintos los precios en otros de muy diversas características. No tiene en cuenta -señala Carro- el gran número de variables que intervienen en el coste de los servicios. «Esa idea del coste estándar puede estar muy bien para un trabajo de universidad, de laboratorio, pero no para la práctica diaria». Cree que, «a partir de ese error, se monta el pitote». También critica los límites que pretende establecer a las remuneraciones de los funcionarios locales, que no coinciden con los del resto.
Carro considera que en este proyecto de norma se desatiende el concepto de autonomía local, y se desincentiva la dedicación al trabajo.
Diana equivocada
Para el secretario de la Diputación, José Antonio Mourelle Cillero, lo más ambicioso, hasta el punto de resultar pretencioso, es el título. Porque en su contenido «demoniza a la administración local como causante de los males del Estado, cuando solo genera el 3,8% del déficit total», señala. Dice que la reforma necesaria tiene que empezar allí donde está, a su juicio, el verdadero problema, que es en el ámbito autonómico. «La administración autonómica sí que es desproporcionada e ineficaz», señala.
Cree que, si se lleva a la práctica, «será una modificación profundamente antilocal»; ataca a la parte de la administración que más servicios presta directamente al ciudadano. También critica el concepto de coste estándar de los servicios. «Está muy bien ponerlo en el papel, pero ¿cómo se va a definir?». Plantea igualmente la falta de adecuación a la realidad geográfica y social. «¿Cómo se va a tener en cuenta la diseminación de la población?», pregunta.
Decisiones pendientes
Mourelle está convencido de que el texto con el que hoy se trabaja no va a ser el definitivo. Recuerda que la FEMP ya avisó de que en el citado borrador hay muchos problemas por resolver. Lo que verdaderamente está pendiente -dice- es la reforma global de la administración pública española. Insiste en destacar la necesidad de reformar la administración autonómica.