Guitiriz inventa el «leiraatallo»

El tráfico en el casco urbano de Guitiriz cuenta desde hace meses como una salida hacia la autovía del Noroeste que quizá no haya sido trazada en ningún plan de circulación pero que cuenta con no pocos adeptos. Los turismos que salen del centro a la autovía del Noroeste (A-6) usan a veces la finca de un aparcamiento al aire libre -situado entre la Avenida da Coruña, la Rúa da Terra Chá y la Rúa da Boa Veciña- como modo de salir con más rapidez.

La situación que da lugar a ese tránsito por el aparcamiento suele plantearse si el turismo que circula por la Avenida da Coruña, una de las arterias del tramo urbano de la N-VI, tiene delante un camión o un autocar que también giran hacia la Rúa da Terra Chá para seguir por Boa Veciña. El vehículo pesado no solo obliga a circular a una velocidad algo más baja, sino que la intersección entre esas dos calles forma un ángulo recto e implica una maniobra algo lenta para un camión o un autocar.

Además, por esas dos calles también hay tráfico en sentido contrario, que se dirige al centro procedente de la autovía, con lo que las precauciones deben ser mayores. Así las cosas, hay automovilistas que cruzan por el aparcamiento, de modo que se evitan esos inconvenientes. Que la maniobra tiene adeptos parece fuera de dudas. Que la ganancia en tiempo sea realmente apreciable resulta más dudoso, aunque hasta el alcalde, Xosé María Teixido, reconoce que es un hábito entre conductores.

Un pago de 600 euros

Otra forma de salida de turismos hacia la A-6 que también puede sorprender a algunos consiste en circular de la Rúa do Concello, otro nombre del tramo urbano de la N-VI, a la Rúa Río Forxá y al campo de la feria por un callejón contiguo a la Casa da Botica. El tráfico pasa por una finca convertida en aparcamiento al aire libre pero también por una parcela privada cuyo dueño pide al Concello 600 euros al año por mantener esa autorización.

El gobierno local está dispuesto a afrontar ese gasto, pero Teixido recordó ayer que una propuestas para dar una alternativa más cómoda y convencional al tráfico consistía en la reapertura de la Rúa do Mercado a turismos. El Concello inició en esa calle, en mayo, reformas para que los coches volviesen a circular de la Avenida da Coruña al campo de la feria; la Diputación, titular de la vía, pidió su paralización en el Juzgado de lo Contencioso y lo logró; el Concello alegó contra esa decisión y aún no ha tenido respuesta. La situación generó polémica y hubo vecinos que reclamaron públicamente, con protestas, el mantenimiento de la calle como peatonal.