Suspendidas consultas y quirófanos en el HULA por la huelga sanitaria

La huelga de personal sanitario tuvo una incidencia desigual en el HULA y en los centros de salud de la provincia. El Sergas la cifró en un 14,17% y no aportó más datos al respecto. Los convocantes, CESM-Omega y la CIG señalaron que en atención especializada solamente funcionaron los servicios mínimos en radiología, no hubo actividad en los quirófanos de cirugía mayor ambulatoria, de oftalmología, y de neurocirugía y en cardiología se suspendió la colocación de marcapasos. Tampoco se realizaron extracciones de sangre ordinarias, porque el servicio no estaba afectado por unos mínimos, que cubrieron en un total de 1.423 personas, de una plantilla que sobrepasa los 2.300 trabajadores.

El personal del HULA llevaba pegatinas de «servicios mínimos» o «en folga».

La gerencia envió correos electrónicos al personal de mínimos y que fue a trabajar para que acudiera a firmar antes de las ocho y media de la mañana.

El Sergas no facilitó datos del número de pacientes afectados por la cancelación de consultas como consecuencia de la huelga. A juzgar por la gran cantidad de personas que se concentraron delante de los mostradores de citas para que les dieran una nueva fecha, fueron varios centenares. Sobre las doce del mediodía la máquina expendedora de los números facilitaba en la planta del vestíbulo el número 568 y en los monitores aparecía el 207, con lo que había 361 personas a la espera de conseguir vez. No todos lo lograron porque solamente facilitaban las urgentes.

En primaria

En atención primaria, donde el Sergas está buscando centro piloto para implantar su nuevo modelo de gestión, durante la mañana, secundaron la huelga, según los convocantes, sobre 150 personas. En las puertas de las consultas de los centros de salud había un buen número de letreros con «este profesional atópase en folga». La suspensión de las consultas provocó quejas entre algunos pacientes que se habían desplazado al HULA para acudir a su cita. Alguno llegó en taxi.

Más de doscientas personas se concentraron sobre las once y cuarto de la mañana en el vestíbulo del HULA. El delegado de CESM en Lugo, Juan Carlos Amor y la responsable de CIG-Saúde, Carmen Aira, se colocaron al frente con una pancarta en la que se leía «Que non fagan negocio coa túa saúde». En la concentración, en la que demandaban una sanidad pública de calidad, participó personal de todos los estamentos.

Los concentrados se dirigieron al despacho del gerente de área única, Antonio García Quintáns, quien se encontraba en su despacho. Cerró de un portazo un poco antes de que llegaran los manifestantes a gritarle: «xerente, atende, a sanidade non se vende» y «xerente escoita, aquí non se recorta».

El delegado de CESM, Juan Carlos Amor, señaló que la participación en la huelga había sido masiva, lo que demuestra el desencanto de los médicos. «Este es un mensaje -dijo- para directivos y gerencia para que empiecen a hacer cambios». Amor destacó que los servicios mínimos eran muy altos. Según explicó, los médicos lo que quieren es «hacer nuestro trabajo en las mejores condiciones, lo que es difícil sin medios y si se nos pone cortapisas». Según dijo, la incidencia de los recortes se nota no solamente en las contrataciones, sino también en urgencias y en la saturación de las consultas.

Carmen Aira, de la CIG, habló del cambio de modelo sanitario, que dijo repercute no solamente en los profesionales, sino también en los pacientes. «A Lei de Garantías -dijo en alusión a la normativa recientemente aprobada en el Parlamento- facilita de comer a sanidade privada e esquecese de garantir a asistencia pública, gratuita e equitativa». Destacó la intención privatizadora.

Las organizaciones que convocaron la huelga también prepararon una manifestación ciudadana para hoy, a las ocho de la tarde. Saldrá del edificio multiusos y finalizará ante el edificio de Sanidade, en la rúa Montevideo. Con esta movilización pondrán fin a dos días de huelga en la sanidad pública.