La Voz de Galicia

La noche que Sôber tocó en Sober

Lugo

francisco albo monforte / la voz

Una banda de rock y la tierra del vino de Amandi sellan una peculiar alianza

30 Jun 2014. Actualizado a las 07:00 h.

«Buenas noches, qué pasa, Sober, cómo estamos». Así culminaba en la plaza del Concello de Sober a última hora del sábado, recién puesto el sol, uno de los más peculiares hermanamientos que se han visto en la Ribeira Sacra. El del municipio conocido por ser cuna de los célebres vinos de Amandi y la veterana banda madrileña de rock Sôber, que ofreció un concierto gratuito en la villa para festejar simplemente el hecho de que comparten el nombre.

El concierto fue gestionado personalmente por el alcalde Luis Fernández Guitián -profesional de la música como docente y antiguo director de la hisrórica Banda de Sober-, quien se puso en contacto hace algún tiempo con el grupo para hablar sobre la posibilidad de que ofreciesen una actuación en la villa. La cita se gestó sin problemas y el Ayuntamiento de Sober, en previsión de la llegada de muchos de los numerosos seguidores que tiene la banda, habilitó un dispositivo de seguridad y regulación del tráfico similar al que aplica cuando se celebra la Feira do Viño de Amandi, el Domingo de Ramos. No hubo muchas dificultades para circular o aparcar en Sober en los momentos previos al concierto, pero sí acudieron muchos cientos de personas. Admiradores de Sôber venidos de diversas localidades de Galicia, El Bierzo, Valladolid o Madrid y también muchos vecinos de Sober y de la comarca.

En años sucesivos

El grupo tocó sobre un palco situado junto a la casa consistorial, en cuyo centro colgaba una pancarta con el lema «Sober dá a benvida a Sôber». A pocos metros, en el mismo lugar donde se levanta cada año la carpa de la Feira de Amandi, se habilitó un bar al aire libre en el que -paradójicamente- no se servía vino. Algunos clientes que lo pidieron solucionaron la carencia trayéndose sus propios vinos desde los bares más cercanos. Durante la actuación, los miembros de la banda -Carlos y Jorge Escobedo, Antonio Bernardini y Manu Reyes- se mostraron emocionados y sorprendidos por estar ofreciendo un concierto tan singular en su municipio «tocayo» y por el recibimiento que se les había brindado, que incluyó una gira por viñedos, bodegas y talleres de alfarería tradicional de la zona y unas raciones de pulpo en la feria de Sober. Tanto es así que se ofrecieron a volver a tocar en Sober todos los años.


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