La Voz de Galicia

Arma lío para exigir dinero en un centro social mientras luce iPhone y ropa de marca

Lugo

e.g. souto lugo / la voz perplejidad policial ante un alborotador singular

Acusó a policías locales de pegarle, llamó a los nacionales y acudió una ambulancia

09 Jul 2014. Actualizado a las 07:00 h.

El policía local que elaboró el informe se quedó perplejo después de ver lo que vio a primera hora de la tarde del lunes en el centro social de Aquilino Iglesia Alvariño. Y, es que, a juzgar por lo que relató, no fue para menos. Tras detallar qué pasó, llegó a la conclusión de que «desgraciadamente, últimamente es lo que vivimos en esta sociedad».

A la una de la tarde del pasado lunes, una patrulla de la Policía Local recibió la orden de acudir al centro social de Aquilino Iglesia para colaborar con los funcionarios municipales que parecían tener algún problema. Al llegar, se encontraron con un joven, conocido por haber salido en los medios de comunicación -se dice en el informe policial- por ocupar casas, que los acusaba de actuar de guardaespaldas de las funcionarias que, según él, se negaba a darle dinero, aunque lo tenían. Según relata, poco antes, cuando la asistenta social le dio vez, pidió dinero en metálico y cuando le dijeron que no podían atender su demanda «tiró todo lo que encontró a su paso». Salió insultando a la funcionaria, según el detallado relato policial, porque tenía el bolsillo lleno de dinero y no se lo quería dar. Cuando ya estaba fuera del centro, intentó volver a entrar; los agentes trataron de disuadirlo, y entonces empezó a gritar que los policías le habían pegado.

Entre aspavientos, el alborotador llamó al 091, avisando de que había sido golpeado por policías locales y de que sangraba por la nariz. «Calificamos el hecho como un despropósito, nada de lo relatado se ajusta a la verdad», se dice en el informe. Pese a ello, acudieron policías nacionales en un coche camuflado, así como una ambulancia. Al final, «todo quedó en una simple anécdota», constatan los policías locales. Terminan su informe con estas consideraciones: «(...) Lo que sí es preocupante es (...) ver como un individuo de esta índole moviliza a los servicios de urgencia, sin importarle nada de lo que ello pueda suponer (...)». El airado demandante de ayuda lucía «ropa, calzado y complementos que marcan tendencia». Y el último modelo de iPhone.


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