Seis de las diez cámaras de la A-8 en Lugo están en el tramo negro
Lugo
La abundancia entre Arroxo y A Xesta contrasta con la ausencia en la costa
14 Jan 2015. Actualizado a las 14:46 h.
Que el tramo de la autovía del Cantábrico comprendido entre Arroxo (Lourenzá) y A Xesta (Abadín) es el más complicado es algo que parece admitir pocas dudas. La altitud -que en el Fiouco (A Pastoriza) alcanza los 698 metros, la mayor de toda la A-8-, la niebla que aparece no pocas veces y la inquietud que se disparó tras el accidente del 26 de julio, con una mujer fallecida y decenas de coches implicados, son aspectos que ayudan a explicar esa situación. Algunas de las medidas adoptadas por Fomento en ese tramo también parecen indicar que se trata de una zona más complicada que otras: por ejemplo, seis de las diez cámaras que tiene la A-8 a su paso por la provincia de Lugo, en donde recorre más de 80 kilómetros, están en ese tramo.
localización
Seis en doce kilómetros. En un tramo poco menos de 12 kilómetros -exactamente, 11,8 kilómetros- están las cámaras. Cuatro están colocadas en sentido creciente -es decir, para el tráfico que avanza de la costa al interior-, y dos, en sentido decreciente -es decir, del interior a la costa-. La primera de las crecientes está en el punto kilométrico 540,4; la segunda, en el 546,9; la tercera, en el 546,9, y la cuarta, en el 552,2. La primera cámara instalada en sentido decreciente se sitúa en el punto kilométrico 544,4, y la segunda, en el 548,6. En esos 11,8 kilómetros la A-8 discurre por los municipios de Mondoñedo, A Pastoriza y Abadín.
el resto
Cuatro entre A Xesta y Baamonde. Esa intensidad de cámaras contrasta con lo que se da en los otros 40 kilómetros que recorre la transcantábrica en la comarca chairega hasta confluir en Baamonde con la autovía del Noroeste (A-6), en donde solo hay cuatro. Tres de ellas están en sentido creciente, entre Vilalba y Baamonde: la primera, en el punto kilométrico 575,8; la segunda, en el 578,5, y la tercera, en el 583,5. La última está ya en Baamonde, en el punto kilométrico 592,3.
contraste
Ninguna en el tramo costero de la autovía. La A-8 discurre en la provincia por unos 30 kilómetros hasta entrar en su tramo más complicado. En ese recorrido por los municipios de Ribadeo, Barreiros y Lourenzá no hay ninguna cámara de vigilancia.
comparación
En Asturias hay también concentración. La presencia de un importante número de cámaras en un tramo de la A-8 y la ausencia en otras partes se da también, por ejemplo, en el vecino Principado de Asturias. En unos 35 kilómetros, comprendidos entre los alrededores de Gijón y de Avilés, hay colocadas 12 cámaras. Si se circula en sentido Galicia, entre la última, situada en Vegarrozadas, y el Puente de los Santos, hay casi una distancia de 90 kilómetros; y entre esa cámara y la primera colocada en territorio gallego, 127.
RAZoNES
Necesidad de mayor control. La colocación de cámaras en esa zona de la autovía del Cantábrico responde a la necesidad de contar con un mayor control sobre el tráfico. En esa zona también hay balizas antiniebla en el pavimento, paneles con diversos mensajes -se informa de las condiciones meteorológicas o de restricciones en la circulación- y señales que imponen diversas restricciones -no adelantar y no circular a más de 80 por hora- y algunos deberes -encender las luces de los vehículos- cuando se registra poca visibilidad.
actuación pendiente
Un falso túnel, solución comentada. Durante los últimos meses del 2014 llegó a comentarse que la construcción de un falso túnel en ese tramo de la A-8 como solución a las restricciones que impone la niebla; sin embargo, Fomento no ha dado pasos concretos sobre este asunto.
crónica una vía con puntos complicados