La plaza de fiscal jefe de Lugo no interesa a nadie de momento

No hay ningún fiscal interesado en acceder a la jefatura de Lugo. En el plazo establecido no se presentó ningún candidato. La posibilidad barajada en un primer momento de que lo hiciese el responsable del Ministerio Público en Ourense no se llegó a cumplir porque este sigue ocupando dicho puesto en la ciudad de As Burgas.

El Boletín Oficial del Estado publicó el pasado día 6 de febrero una orden del Ministerio de Justicia convocando los destinos vacantes en la carrera fiscal. Entre ellos estaba la plaza de Lugo, catalogada como de segunda categoría. Para poder acceder a la misma, una de las condiciones era tener al menos diez años de servicio en la carrera fiscal.

En la orden se establecían diez días para que los candidatos presentasen la documentación requerida en el registro de la Fiscalía General del Estado o en el del Ministerio de Justicia. Ese plazo concluyó sin que nadie se interesase por la plaza, ni tan siquiera fiscales que se encuentran actualmente desempeñando en Lugo y que reunirían todas las condiciones.

La situación motiva que se retrase todavía más la designación de un nuevo fiscal en la Audiencia Provincial de Lugo. La jefatura la está desempeñando actualmente el teniente fiscal, Jesús Álvarez, algo que vino siendo muy frecuente en los últimos cinco años en los que la fiscalía cambió cuatro veces de titular.

El hecho de que ningún fiscal quiera Lugo motiva que el consejo fiscal tenga que decidir al respecto. A partir de ahora tendrá que buscar una persona que se ocupe del cargo en Lugo, lo que no parece ser fácil porque nadie está dispuesto a venirse a la ciudad. Algo similar ocurrió la última vez que la audiencia se quedó sin fiscal tras la marcha de Javier Rei Ozores. Desde el consejo tentaron a Juan José Begué para que cubriese su puesto y este aceptó. Al parecer, lo hizo con el compromiso de pasar en la ciudad solo un mandato, sacar para delante el trabajo atrasado y luego poder optar a otro destino en otro punto de España.

Diversos fiscales consultados ayer explicaron que Lugo era una plaza que no tenía demasiado interés, salvo para alguien que estuviese en Galicia y no le importara moverse. Económicamente no reporta una remuneración que compense un cambio y a mayores hay una circunstancia decisiva: el volumen de trabajo como consecuencia de las causas abiertas en los juzgados de Lugo es considerable.

De todos modos, Juan José Begué, fallecido el pasado mes de diciembre, había conseguido sacar adelante muchos asuntos como fue el caso de la operación Muralla. Sin embargo queda mucho trabajo pendiente. No hay que olvidar que faltan por llegar a la fiscalía las múltiples causas abiertas como consecuencia de la operación Pokémon. Es cierto que muchas de ellas se irán fuera de Lugo, pero el grueso de la investigación se quedará aquí y son muchos los folios que habrá que revisar para afrontar con vistas a un futuro escrito de acusación. Se da la circunstancia de que ningún fiscal asistió a la mayor parte de las declaraciones de los imputados. Ayer, por ejemplo declararon en el juzgado de De Lara varios imputados sin la presencia de fiscal.

Con este panorama todo apunta a que el nuevo fiscal podría tardar todavía un par de meses más en ocupar el sillón que está vacante desde diciembre.