Benito Mayor: «En Lugo el baloncesto se respira»

Benito Mayor era un chico lucense aficionado a los deportes: practicaba fútbol, baloncesto, balonmano... Con un grupo de amigos hizo un equipo para competir en un torneo de baloncesto; los del Estudiantes se fijaron en él y el mundo de la canasta pasó a ser el suyo. Aún lo es: explica que las rodillas ya no le permiten jugar; pero se nota que sigue con interés el ambiente que se mueve alrededor de canastas, tiempos muertos y asistencias.

Para que el baloncesto cogiese ventaja en su vida sobre otros deportes, fue decisiva, dice, la figura de Juan Corral, que lo convenció de sus capacidades. Llegó al Breogán, con el que tuvo una trayectoria claramente ascendente, pues consiguió subir de categoría tres veces -de Tercera a Segunda, de Segunda a Primera B y de Primera B a la Liga ACB-.

-¿Qué significa para un chaval de Lugo llegar a jugar en el Breogán?

-Es lo mejor que te puede pasar: estar en un pabellón lleno de gente que te anima... En mi época, sobre todo, éramos un grupo; éramos casi todos de Lugo. Ahora son casi todos de fuera; habría que cuidar eso un poco más.

-¿Cómo se puede conseguir que el Breogán tenga más presencia de gente de Lugo en su plantilla?

-Siempre se dice que uno no es profeta en su tierra. Algunos, como Manel Sánchez, tuvieron que irse fuera para volver. Si eres de Lugo, siempre hay envidias, hay otras historias... En aquel equipo [el que ascendió a la ACB en 1984] había gente de Lugo que había estado fuera: Manel Sánchez o Suso Fernández, por ejemplo.

-¿Se perdió la cantera en el Breogán?

-Es una de las asignaturas pendientes del Breogán. Hoy toda la cantera es del Estudiantes. Otro asunto pendiente es recurrir a gente de antes: no hablo de mí, sino de otra gente, que podría estar enseñando lo que sabe. La cantera en Lugo se perdió.

-¿Se recuperará?

-Sí. No hay resultados a corto plazo; pero si te fijas en los equipos de la ACB, la tienen. El otro día vi en Lugo al equipo del Barcelona [su filial, que compite en la LEB Oro, como el Breogán]. Perdieron; pero están ahí, aprendiendo; perdiendo se aprende mucho.

-Ciudades como Ferrol, Valladolid o Granollers tuvieron en décadas pasadas buenos equipos de baloncesto que acabaron por desaparecer del primer plano. ¿Por qué se resiste, en cambio, en Lugo?

-Tenemos una afición que es de las mejores de España: estamos en la LEB Oro, pero la afición es de ACB. Lo que se está celebrando ahora, los 50 años del Breogán, tiene bastante de eso: hay gente que vio partidos de la ACB y que inculcó esa afición a la familia. La gente del Lugo se queja de que no tiene tanto apoyo. Lugo es una ciudad de baloncesto; Lugo respira baloncesto; se nota en el ambiente. Llevamos años en la LEB; pero la gente sigue yendo al pabellón, hay unos 1.500 socios... Se nota en las categorías inferiores: ves los pabellones llenos de chavales.

-¿Cómo es una ciudad como Lugo para el jugador que viene de fuera?

-La primera impresión es que es Lugo es un pueblo grande. Pero una vez que se ve el ambiente que se respira y que se ve que la gente te saluda y te pide autógrafos, los de fuera se sienten casi en familia. Puedes tener más o menos frío, es lo que les pasa a los americanos; pero se arregla comiendo bien [se ríe].