La Voz de Galicia

Las lluvias facilitaron la extinción del fuego que mantuvo en vilo a O Courel

Lugo

LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

El incendio arrasó más de 68 hectáreas y alcanzó el pico del monte de O Carballal

01 May 2017. Actualizado a las 05:00 h.

Esta vez hubo suerte. En un año meteorológicamente loco, las lluvias se aliaron con los servicios de extinción en O Courel. El incendio declarado en la tarde del sábado entre Seoane y Parada, no muy lejos del bosque de la Devesa da Rogueira, quedó bajo control poco después de las 7 de la mañana de ayer. Desde una hora antes, los chubascos caían por fin con intensidad en la montaña lucense. Después de un mes de abril caluroso y extremadamente seco, llegaron más que nunca como agua de mayo.

La Devesa da Rogueira quedó a salvo finalmente del fuego, que según estimaciones de la Xunta arrasó más de 68 hectáreas, diez de ellas de arbolado. Durante la noche, y debido a la imposibilidad de emplear medios aéreos, se llegó a temer lo peor. «O vento pola noite soprou con forza e o lume avivouse», señala un vecino de Seoane. El incendio estaba controlado a primera hora de la mañana y la consellería lo dio por extinguido a las ocho de la tarde. Pero deja tras de sí una triste huella en la ladera del monte de O Carballal.

El fuego se originó en las proximidades de la carretera entre Seoane y Folgoso. A la alcaldesa, Lola Castro, no le caben dudas sobre su intencionalidad. «Non o sospeito, estou segura de que alguén prendeu o lume adrede. O que gañan con isto non o sei», señala. Después de una noche en vela, pedía ayer a la administración la máxima contundencia con los incendiarios. «Como non tomemos medidas drásticas, algún día imos ter un problema moi gordo», avisa.

La zona en la que se produjo el incendios no ardía desde hace unos veinte años. Algunos vecinos no ocultan su temor ante la posibilidad de que el fuego que se declaró el sábado sea el principio de una ola de incendios favorecida por la sequía de los últimos meses. De momento, el tiempo concede una tregua y la nieve vuelve a asomar en los picos más altos de la sierra de O Courel.


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