La Voz de Galicia

Panadería Muriato: casi 300 empanadas en una noche

Lugo

María Guntín Meira / La Voz

El negocio abrió antes de la Guerra Civil y está situado en el centro de Meira

11 Jul 2020. Actualizado a las 11:14 h.

Lourdes Sobrado, su hermano Juan y su yerno Iván Fernández están al frente de la panadería Muriato de Meira. Es un negocio familiar fundada antes de la Guerra Civil. Durante el conflicto, se dejó de cocer y posteriormente la regentaron los tíos de Lourdes, que estuvieron al frente de la panadería durante 39 años. Después, y aún dentro de la misma familia, la Muriato pasó por varias manos antes de llegar hasta estos hermanos. Fue en el año 2016 cuando ellos cogieron el negocio, en el que trabajan ocho personas.

De lunes a jueves, en la Muriato se hacen entre 110 y 120 empanadas. Pero en fin de semana, la cosa cambia, y se cuecen sobre 280. Para esto, «levantámonos os fines de semana á unha e media da mañá e pola semana, ás catro e media», explica Lourdes.

En total, en este negocio familiar trabajan ocho personas de lunes a domingoOSCAR CELA

¿Y el letrero?

Lo primero que llama la atención al buscar la panadería es que no tiene letrero «porque leva así toda a vida e punto», cuenta Lourdes, que también explica que tiene clientes de A Coruña, «no verán de Bilbao, Valencia e outros sitios. A xente que vén de vacacións coñécenos e tamén temos moita xente de Asturias», añade. Pero para los que están lejos, estos tres artesanos hacen envíos a otras partes de España. «En casos puntuais, porque ás veces o porte é máis caro que as empanadas». Hay gente que acude los domingos de mercado como si de una tradición se tratase porque, al fin y al cabo, los asiduos son los de toda la vida.

En total, en este negocio familiar trabajan ocho personas de lunes a domingoOSCAR CELA

Empanadas de manzana

La especialidad en Muriato son las empanadas de manzana, y es además lo que más se vende, pero también las hay de atún, panceta, zamburiñas, ternera, bacalao, panceta, sardinas, pollo.... Eso sí, todas se elaboran con masa de pan y el producto es natural al 100 %. «Nós pelamos as cebolas e as mazás, nada é de bote. Pasamos o traballo, pero o resultado é outro», cuentan. Y el secreto, dice Lourdes, está en el horno, que es el original de la panadería y se ha conservado intacto durante casi un siglo.

Con el coronavirus aún en escena, desde esta panadería situada en la plaza central de Meira, explican que no sacaron las manos de la masa en ningún momento. «Fabricamos un 60 % menos, e reducimos as xornadas de traballo. A verdade, co acostumados que estamos a traballar a bo ritmo, pódese dicir que o pasamos mal», añaden.


Comentar