La Voz de Galicia

Las históricas autovías de Lugo siguen con dudas

Lugo

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Obras del viaducto del río Pambre de la A-54, que tendrá una longitud de un kilómetro

El Gobierno solo tiene en obras los dos últimos tramos de la A-54 y muchas vías aún en el papel

19 Oct 2020. Actualizado a las 23:29 h.

Hace veinte años la provincia de Lugo, en materia de infraestructuras viarias, estaba de enhorabuena. Estaba a punto de entrar en funcionamiento la totalidad de la A-6, la autovía que rompía el histórico aislamiento con la Meseta, y comenzaban los trabajos previos para la construcción de la A-8, para unir Lugo con el norte peninsular y Europa. Al mismo tiempo, y raíz del ya enterrado Plan Galicia, que prometió el Gobierno de Aznar a raíz del Prestige, se diseñaron una serie de autovías que permitirían la vertebración de Galicia y la conexión rápida entre las urbes del interior.

La crisis del 2008, los cambios y las interinidades de gobiernos, las prórrogas presupuestarias y el covid-19 han paralizado las ya históricas deudas del Estado con las autovías lucenses, mientras en otros puntos del territorio español y gallego se ha seguido invirtiendo en vías de alta capacidad. Ahora, el Gobierno tiene sobre la mesa una ley de movilidad que basa la construcción de nuevas autovías en función de parámetros de rendimientos y de costes. Este posible cambio de criterio coge a Lugo sin los deberes hechos y, además, con la sensación de que los fondos europeos que se otorgaron a Galicia, precisamente por los bajos índices económicos y sociales de Lugo, no se han invertido en esta provincia.

Ahora, a punto de comenzar a tramitarse los presupuestos del Estado y de la Xunta se volverá a ver en negro sobre blanco en qué medida las Administraciones acometerán unas autovías sobre las que se ciernen numerosas dudas, incluidas las de Alcoa.

A-54. Lugo-Santiago

¿Terminará en el 2022? La adjudicación de las obras que faltan por terminar (desde Palas a Arzúa) que hizo el Gobierno del PP marcó el final de los trabajos en el primer trimestre del 2022, pero el ritmo de los trabajos se ha ralentizado debido a nuevos problemas de impacto ambiental y a la aparición de restos arqueológicos, entre otros motivos. En algunos sectores empresariales llama la atención el parón en el tramo entre Melide y Arzúa, el último que debería terminarse, con lo que comienza a ponerse en duda de que esté listo para el 2022. El tramo de Palas a Melide estuvo parado por cambios en el diseño pero ahora parece que va a buen ritmo, con las construcción del viaducto más largo de la provincia, el que se hará para salvar el valle del Pambre, con un kilómetro de longitud. Este trazado debería estar acabado hacia finales del 2021. Aun así, este tramo está vinculado al siguiente, ya que los conductores que circulen en sentido a Santiago tendrán que dejar al autovía y recorrer varios kilómetros para llegar a Melide y continuar por la N-547 hasta pasado Arzúa. Lugo, cuyo campus pertenece a la USC, necesita estar conectado con la capital de Galicia porque permite el acceso al aeropuerto de Lavacolla, conectarse con el sur de Galicia y el norte de Portugal y estar más cerca de una línea del AVE. El Plan Galicia llegó a ponerle fecha de finalización a esta autovía en el 2010.

Obras del viaducto del río Seco de la A-54, en el límite entre Lugo y A CoruñaALBERTO LOPEZ

A-56. Lugo-Ourense

Los tramos lucenses, ni en el papel. Hace un mes se inauguraron los primeros 8,9 kilómetros de esta autovía, en el entorno de Carballedo, que costaron cerca de 55 millones de euros y doce años de obras. De momento se ha convertido en un oasis porque no sirve para unir ambas ciudades y solo permite a los lucenses ir hacia Vigo por la zona de Carballiño. Del resto de tramos poco se sabe. El Ministerio de Transportes trabaja en la licitación de la variante norte de Ourense y del siguiente tramo, pero los trazados lucenses (de Guntín a Carballedo) están aún pendientes de un nuevo proyecto, ya que caducaron los hechos hace una década. Está también en fase de redacción el proyecto de intercambiador de Guntín, que unirá la A-54, la A-56, la N-547 y la N-540. El Plan Galicia también ubicada en el 2010 su finalización. A este paso, si se acaba ejecutando, podría llegar al 2030. La A-56 acabada permitiría a los lucenses tener conexión con el sur de Galicia y el norte de Portugal, así como llegar en menos de una hora a la principal estación del AVE en Galicia. Además, descongestionaría de tráfico la vía rápida de Nadela a Monforte.

A-76. Ponferrada-Monforte-Ourense

Más demandada en el Bierzo que en Galicia. Está en redacción el proyecto de la circunvalación de Monforte. Los primeros tramos, en los límites entre el Bierzo y Valdeorras, están pendientes de la adjudicación de las obras. El resto tiene los estudios informativos terminados o pendientes. La autovía está siendo más demandada por los ayuntamientos bercianos que por los gallegos. Es una de las peticiones más reiteradas desde la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Ponferrada. Hay dudas sobre esta autovía debido al impacto ambiental que puede suponer para la Ribeira Sacra, en proceso de conseguir la declaración de Patrimonio Mundial. La carretera ayudaría a Monforte y al sur lucense a conectarse con sus comarcas vecinas y con la Meseta.

A-72. Chantada-Monforte

Una quimera. Fue una de las sorpresas del Plan Galicia y se recogió en los diferentes planes de infraestructuras del Estado, pero no ha pasado de mera intención. Esta vía podría servir de unión entre la A-56 y la A-76, aunque incluso se barajó como opción para ir desde Monforte a Ourense y evitar la construcción de una autovía por la Ribeira Sacra. Es casi imposible que se llegue a ejecutar esta autovía.

A-74. Barreiros-San Cibrao

El futuro de Alcoa. En los tramos Barreiros-Foz y Foz-Burela se está redactando el proyecto, mientras que el de Burela-San Cibrao está a la espera de licitarlo. La inversión total supera los 241 millones de euros. El problema de esta autovía está ligado a dos factores. Uno es cómo se desarrolle el final del conflicto de Alcoa y otro a la ejecución de la vía de altas prestaciones que tiene que hacer la Xunta entre San Cibrao y Ferrol. Lo que sí es innegable es que A Mariña se ha quedado atrasada en cuanto a infraestructuras, mientras sus puertos, su potencial turístico y su población se ha ido incrementando.

A-8. Guitiriz-Lavacolla

La autovía sin acabar. La A-8 es una autovía inconclusa. La llegada de la A-8 a Lavacolla fue acordada en marzo del 2010 en el Congreso de los Diputados, que aprobó una propuesta del socialista Ceferino Díaz con ese contenido. Son 51 kilómetros que permitirían dejar de lado la muy utilizada y peligrosa N-634 que atraviesa Curtis y Teixeiro, además de unir el norte de Lugo con la capital gallega y el sur de la comunidad.

Las deudas de la Xunta

Autovía Nadela-Monforte, Ronda Este de Lugo y vía de A Mariña. Son tres carreteras que llevan años esperando un impulso del gobierno gallego. En el primer caso comenzaron las obras en unos kilómetros en el entorno de Láncara; en el segundo caso hay mucho plano en el papel y se espera concreción en los presupuestos y en el tercero, en Viveiro aún se preguntan para cuándo una carretera digna.

 

 


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