La Voz de Galicia

La casa de Guitiriz que es el paraíso de la Navidad: «O ano pasado viñeron vernos 4.000 persoas»

Lugo

María Guntín Guitiriz / La Voz

Un matrimonio de O Cancelo, en Os Vilares, decora 3.000 metros de jardín con motivos navideños

15 Dec 2023. Actualizado a las 05:00 h.

A Sé siempre le ha encantado la Navidad, desde bien pequeñita. Confiesa que es más de Papá Noel que de los Reyes, algo fácil de anticipar al entrar en su casa de O Cancelo (Os Vilares, Guitiriz). Allí, una finca de 3.000 metros se ha convertido en el edén de las fiestas, hasta la que llegan visitantes de dentro y fuera de Galicia.  «O ano pasado viñeron máis de 4.000 persoas», explica Sé emocionada. 

Hace ya 14 años, María José González (conocida como Sé) y su marido José Paz (Pepe para los amigos) decidieron asentarse en este municipio de Lugo. Pero fue hace siete años cuando empezaron a crear un templo navideño dentro de su parcela. Ellos, junto a otros familiares, son los encargados de guiar a los miles de visitantes que se acercan cada Navidad hasta O Cancelo para comprobar en primera persona el parque temático que ha creado esta familia lucense.

«Todo o mundo me di que nunca tal cousa vira», confiesa Sé, que lleva años invirtiendo en muñecos, luces, figuras y un sinfín de artilugios que vuelven locos a los más pequeños y, tal y como explica este matrimonio, también a los que ya son grandes. 

Variedad para todos los gustos

Muñecos hinchables, photocall, cañones de nieve, láser... Es difícil resumir lo que Pepe y Sé tienen montado en su casa de Guitiriz. Desde piruletas a letreros que señalan las zonas más golosas para visitar, pasando por un estanque iluminado y caminos que parecen una de esas películas que se repiten cada 25 de diciembre.

Tampoco es difícil entrever que este es un matrimonio de artistas. «Todo o ano imos facendo cousas porque é algo que nos gusta moito», relata Sé. Buena prueba de ella es un bidón reconvertido en reno y varios hórreos restaurados. Eso sí, nada se libra de las microled de colores, que se cuentan por miles.

«Temos un Papá Noel futbolista, outro que despegue nun cohete... En total, son 32 hinchables, algún de máis de tres metros», precisan. Y para toda esta parafernalia, hace falta un mes y medio de trabajo. «Normalmente empezamos a mediados de outubro, pero este ano tivemos que retrasalo pola choiva», añaden. Es tal la motivación, que la factura de la luz tampoco es un quebradero de cabeza para esta familia: «Págoa con gusto», dice Sé.

Por el camino aparece una gran carpa que contiene un pueblo navideño, el clásico árbol, otro photocall y hasta la casa de Blancanieves. A unos metros, en una casa de madera se esconde el hogar de Papá Noel. 

El recorrido por la finca de Sé y Pepe está señalizado y también es accesible con carritos o sillas de ruedas. Todo para ver a los miles de visitantes que llegan hasta esta aldea guitiricense buscando un remanso navideño en el que pasar un buen rato: «É unha gozada que che recoñezan o traballo».

El matrimonio se encarga de atender a la gente que llega, en horario de 17.30 a 22.30, de lunes a viernes de manera ininterrumpida hasta el Día de Reyes. En lo que va de diciembre ya han pasado unas 500 personas por el recinto, que espera sus días grandes a partir de ahora: «Sábados e domingos non paramos, xa viñeron vernos ata dos colexios», recalcan.

Y cuando pase la Navidad, el jardín de Pepe y Sé se llena de figuritas y flores. «Decorar é a miña paixón, polo que aquí aproveitamos todas as estacións para ter unha finca bonita e vistosa», concluyen. 


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