Inaugurado en Castroverde el centro sociocultural Paco Pestana

Más de dos años y medio después de su fallecimiento, el artista multidisciplinar y figura inseparable de la cultura lucense, Paco Pestana, recibió su primer reconocimiento público. Fue este viernes, en el nuevo centro sociocultural de su Castroverde natal, donde nació hace ya 75 años. Pestana, que ya ha sido homenajeado en el ámbito privado, recibe así un recuerdo por parte de un ente público que se ha hecho esperar.

El acto tuvo lugar en el nuevo centro sociocultural de Castroverde, que llevará el nombre de Pestana. Estuvieron presentes José Tomé, presidente de la Diputación, Xosé María Arias, alcalde de Castroverde, y familiares del artista. La institución provincial aportó 325.000 euros para levantar esta edificación. En el evento, se descubrió una placa en honor a Pestana y se realizó un primer recorrido por el centro.

Tomé felicitó a Arias, «que sempre pon primeiro aos seus veciños e veciñas á hora de asumir proxectos e pedir axuda á Deputación», y a los familiares de Pestana, «porque que este centro leve o seu nome é unha bonita homenaxe a un home que viviu e representou á súa terra polo mundo». Arias, por su parte, destacó que lo «importante» que es para el municipio tener un centro funcional «destas características», «no que se poderán realizar todo tipo de actividades e ao que lle puxemos o nome de Paco Pestana coma homenaxe a este artista que viviu sempre moi ligado ao seu municipio natal».

Un artista infinito

Paco Pestana falleció en octubre del 2021 a los 72 años de edad. Su muerte supuso una gran conmoción en la sociedad lucense debido a su importancia en el ámbito cultural, a su gran presencia en la vida diaria de la ciudad y a su peculiar personalidad, que lo convirtió en una de las caras más reconocibles de Lugo.

El —principalmente— escultor se inspiró en todo aquello que lo rodeó y se atrevió a darle forma, pero con los años también demostró ser un icono de lo surrealista que palpó con sus propias manos todas las vías de escape que le proporcionaba el arte. Él, que se definía a sí mismo como «un artista complicado pero sencillo», fue uno de los primeros comuneros de Galicia. 

Hace apenas unas semanas, recibió un emocionante homenaje en una finca privada del municipio de Lugo. En un espacio que él mismo definió en su día como agro-pop, Juan Vila instaló una escultura que preservará su memoria para siempre. 

La promotora de este homenaje, Marga Blanco, ideó esta instalación en un lugar muy vinculado con Pestana, donde ya descansa junto a su inseparable bicicleta. Las decenas de personas que acudieron al evento recordaron al artista como una persona con una actitud inimitable y con un carácter arrollador.