Guille Perero, jugador del CD Lugo: «Yo intento siempre tener una carrera más para poder ayudar al equipo»

Guillermo Perero Manso (Valladolid, 1997) es un futbolista de los de antaño, de calle, a banda natural. Un extremo de desborde, vertical y con una sobresaliente e inhabitual capacidad de manejar la pierna zurda pese a ser diestro. Suma un gol y cinco asistencias. El Lugo visita al Celta Fortuna este miércoles en partido aplazado en el estadio de Balaídos (19 horas, FEF TV y TVG2).

- ¿Cómo describiría la jugada del 1-0 contra el Unionistas con su conducción y su asistencia?

 - Estuvimos hablándolo durante toda la semana que, cuando nosotros estuviésemos hundidos, íbamos a tener espacios para correr a su espalda. Al ya estar trabajándolo toda la semana más o menos lo tienes en la cabeza que puede pasar. Según arrancó la jugada, al vernos a nosotros tan hundidos, (Ander) Zoilo hace un despeje espectacular, orientado, pone un balón casi con rosca para que te vaya por delante. Me centré, sobre todo, en hacer un buen control, ponerme por delante del marcador. Una vez ahí, los compañeros vieron que yo iba hacia adelante y arrancaron. Vi tres manchas rojas justo detrás de mí (se ríe) y fue fácil. 

 - ¿Cómo está el equipo anímicamente? 

- Como todos los equipos de la categoría, en casa sí que todos nos sentimos mucho más fuertes. Es una categoría muy exigente, sobre todo por los viajes tan largos. Es complicado encontrar las buenas sensaciones cuando juegas fuera. Así a todo, llevamos el partido hasta el último minuto en el campo del Athletic Club y luego también en Barakaldo lo perdimos en los últimos 20 minutos. Esto quiere decir que el equipo fuera de casa también está haciendo muchas cuestiones bien y otras no tan bien como en casa. En casa estamos mucho más seguros. Además, te recibe la gente como te recibió, ves la implicación que hay y te lo crees mucho más. 

 - ¿Qué ha cambiado tácticamente en el equipo entre Lolo Escobar y Toni Seligrat?

 - Con Toni es más un marcaje, es todo mucho más zonal, tienes que estar mucho más pendiente de los jugadores que tienes cercanos, saber cuál es tu zona de actuación, saber dónde tienes que defender, las alturas, estar mucho más pendiente del bloque y con Lolo era mucho más intenso, que no quiero decir que Toni no sea intenso, pero es como que era mucho más ir hacia adelante, intentar reducir el tiempo a los rivales. Con Toni tienes ese espacio que tú sabes que es tu responsabilidad y, una vez a partir de ahí, estás como más fresco para poder atacar y es la mayor diferencia. 

 - Usted tiene capacidad para conducir mucho con la pierna izquierda cuando realmente usted es diestro. ¿Cómo ha trabajado esta habilidad?

 - Viene más desde un segundo entrenador que tuve en Zamora, que era Borja Agirretxu, que fue futbolista del Celta. Él me explicaba muchas veces que cuando entras en conducción con la pierna izquierda es mucho más fácil ganar la ventaja al rival y mucho más fácil sacar el centro rápido con la derecha porque, al hacer el último recorte con la izquierda, la pierna derecha la tienes libre y eres capaz de meter antes el centro con la derecha. Pero luego también todo se remonta a que cuando eres un jugador que no eres un diez ni un once como pueden ser jugadores de la talla de Kike Márquez, que marca diferencias en la categoría, pues necesitas las dos piernas para poder intentar tener alguna ventaja respecto a los rivales. Desde pequeño siempre me lo dijo mi madre y siempre he intentado mejorarlo, siempre he intentado que la izquierda no fuese solo para bajar del autobús (se ríe).

 - ¿Cómo recuerda sus inicios en el fútbol en Valladolid?

 - No fueron fáciles porque el fútbol, desde hace unos años, está cambiando. El fútbol es cada vez más físico, cada vez es más buscar tener muchos más registros. Entonces, intentas tener siempre más de un siete en todo que tener un diez en algo y ser más flojo en otro tipo de cuestiones. El fútbol se ha hecho un poco más mecánico. Desde pequeño siempre me gustó jugar al fútbol en casa con mis hermanos, pensar en regatearme a todos. Poco a poco te vas adaptando. También sufrí mucho por las alturas, el cuerpo, todo eso, siempre he sido un jugador pequeñito y hasta que no he crecido y he visto la importancia del trabajo de fuerza, de la preparación física y he ido mejorando mis actitudes ha sido complicado. Ha hecho falta muchísimo trabajo desde pequeño y, sobre todo, gracias a mi madre, que estaba obcecada en que, si yo quería, yo podía, y al creer ella y creer yo al final tiramos para adelante. 

 - Usted es de Valladolid, pero no jugó en el Real Valladolid. ¿Por qué?

 - Jugaba en el equipo de mi barrio, en el Betis de Valladolid. No toqué el Valladolid ni tampoco fui a ninguna selección autonómica, siempre he sido el tapado (se ríe). Sufrí mucho cuando era pequeño porque era muy bajito y el fútbol de categorías inferiores muchas veces está pensando para los que son superiores físicamente y yo no tenía ese fuerte. Me agarré a las posibilidades que tenía, también he sacrificado muchas cuestiones para poder seguir y hay mucha gente que no está dispuesta a sacrificar muchas cuestiones para poder dedicarse al fútbol. 

 - Usted tiene experiencia como juvenil en la División de Honor jugando en Euskadi. Hay varios jugadores vascos en el Lugo. ¿Le ha ayudado esa experiencia para compenetrarse con ellos y competir mejor contra equipos vascos?

 - Sí, además la Primera RFEF es una categoría que se parece más a una División de Honor que a una tercera división. Hay mucho fútbol. Aunque parece que los partidos son muy cerrados, hay muy buenos futbolistas. Los compañeros que tengo ahora que vienen del fútbol vasco tienen un nivel extraordinario. Jugar con (Ander) Zoilo, con (Jon) Cabo, con Jon Ceberio, son jugadores que te hacen las cosas más fáciles. Así es mucho más fácil jugar con ese tipo de jugadores y también saber un poco de dónde vienen ellos. Y también la suerte de jugar en campazos como en los que estamos jugando por el norte es mucho más sencillo al tener yo ese tipo de experiencias. 

 - Lleva dos jornadas consecutivas con dos asistencias. ¿Cómo está su confianza?

 - Sí, desde que también hago mi trabajo con mi psicólogo y con mi agente. Tenemos muy trabajado todo el aspecto mental desde hace un par de temporadas. Desde el comienzo de temporada no fue fácil porque vienes de jugar muchos partidos, vienes también con muchísima ilusión a una categoría nueva, de querer demostrar y agarrarte a decir que voy a intentar hacer buenas números, ayudar al equipo de la manera que sea. El inicio no fue fácil, pero he mantenido la calma. Hice una análisis individual en navidades para conocer dónde estaba fallando, qué podía mejorar e intentar, a raíz de eso, coger confianza y ser lo que yo soy dentro del campo, intentar siempre tener una carrera más para poder ayudar. 

 - Comentó en verano que había visto al Algeciras para conocer a Lolo Escobar. ¿Le interesa mucho la táctica?

 - Soy un poco friki en lo que me concierne a mí. Me gusta ver el rival o partidos del jugador al que me voy a enfrentar esa semana. Luego, me toca jugar o no, pero siempre me gusta verlo por saber si es más fácil salirle por la derecha, por la izquierda, cómo ataca, si sube mucho, si baja mucho, si le gusta ir por dentro, si le gusta ir por fuera. Es información que, si sabes manejarla y tampoco te saturas, es algo que te da ventaja. En cuanto a partidos de Champions, partidos de Primera, no, no veo mucho. No soy ningún friki del fútbol. Me gusta más la Fórmula 1 ahora mismo. 

 - Entonces, ¿ahora ha analizado ya a Tincho Conde, del Celta Fortuna?

 - A Tincho, con la temporada que está haciendo, todo el mundo lo tiene en la boca. Todos sabemos las características que tiene y el pedazo de futbolista que es. Este lunes ya los hemos estado viendo. Esta semana tampoco quiero saturarme mucho de fútbol porque vamos a tener doble ración, así que esta semana intento estar lo más tranquilo posible y pensar en el fútbol lo justo y necesario. 

 - Su posición principal es extremo derecho. ¿Está mejorando en cuanto a jugar más por dentro, en asociación y a banda cambiada?

 - Sí, en eso me está ayudando mucho Nico (Reniero), que tiene mucha experiencia, se las ha visto de todos los colores, nos transmite muchísima tranquilidad. Se viene él fuera, por lo menos en los entrenamientos, me saca, se viene él fuera y me dice que me meta ahí dentro, que intente mejorar eso, que intente asociarme y me dice que tengo esa capacidad. Es muy fácil asociarse con Jon Cabo cuando juega por dentro. Poco a poco voy intentando mejorar. También, lo que me dices, intentar jugar con la pierna izquierda, poder asociarme también por dentro, intentar que no sea tan previsible para las defensas y ahí también está mi margen de mejora, sobre todo a nivel defensivo, que también ahí con Toni (Seligrat) ya ha me puesto las pilas, ya me ha tirado de las orejas. Son dos cuestiones que quiero mejorar. 

 - ¿Cómo se encuentra viviendo en Lugo?

 - Yo vengo de Madrid el año pasado y Madrid es una locura. Disfruté muchísimo porque las cosas fueron muy bien. Había muy buen equipo, muy buen entrenador, el club estaba en sintonía. Pero Madrid yo no lo recomiendo o, por lo menos, yo no lo disfruto. A mí me gusta más la tranquilidad. He vivido en ciudades como Soria, como Zamora, que puedes vivir mucho más tranquilo. A mí me gusta mucho el tema de poder salir a la naturaleza, de poder estar tiempo con mi perro y con Míriam haciendo senderismo. Lugo es un paraíso para eso. Yo estoy encantado con Lugo, se vive súper tranquilo, disfruto de cada momento, me encanta también la lluvia. Ya echaba de menos el frío. Llevaba bastante tiempo jugando del centro para el sur de España y echaba de menos el frío. Lo estoy disfrutando muchísimo. Estoy súper contento. He hecho muchas relaciones también fuera del fútbol, con vecinos, con amigos. Estoy muy tranquilo. 

 - Firmó el pasado verano un contrato de una temporada con opción a otra. ¿Le gustaría seguir?

 - De momento no ha habido movimientos ni creo que sean necesarios. Esas cuestiones van a fluir, hay que estar tranquilos. Si estás pensando en eso continuamente te va a desgastar. Yo lo que quiero es disfrutar de llevar la camiseta del Lugo, que para mí es la mayor oportunidad que he tenido en mi carrera. Quiero disfrutar, verme en el campo con la camiseta del Lugo, dar asistencias, poder agarrarme el escudo, agarrarme la camiseta y sentirlo hasta final de temporada. Y, después al final de temporada, si estoy a gusto en la ciudad y las cuestiones fluyen como tienen que fluir no creo que haya mucho problema. 

 - ¿De qué depende esa temporada opcional? 

- Creo que va por partidos jugados. Lo tengo un poco fastidiado. Y luego también por objetivos de ascenso y estas cuestiones. No es algo que me preocupe en demasía. Si haces buena temporada y estás a gusto es cuestión de ponerse de acuerdo. 

 - ¿Qué compañeros destaca de su carrera?

 - Es una gran pregunta. Sí me quedaría con uno de mis últimos compañeros de piso, que ya desde esa etapa no quería volver a tener compañeros de piso, que es Carlos Parra, que está en el Salamanca (CF UDS), en Segunda RFEF. Es un amigo íntimo, llevamos sin jugar juntos cuatro años y seguimos hablando continuamente todos los días, así que es alguien básico para mí. He tenido muy buenas relaciones. Este año estoy encantado con Cacha (Pablo Cacharrón), con Bernardo (Cruz). Hemos hecho muy buen grupo, salimos a comer muchas veces y me lo paso muy bien. Me estoy divirtiendo muchísimo y es algo importante para poder sentirte a gusto.

 - Jugó en el filial del Numancia. ¿Cómo recuerda su experiencia?

 - Yo salí de mi casa con catorce años para dedicarme al fútbol. Mi madre me preguntaba si estaba loco y, como ella me había metido en la cabeza que si quería ser futbolista hay muchas veces que tienes que arriesgarlo todo, yo no tenía ninguna duda de lo que quería. Pasé allí, sobre todo, mi adolescencia, así que Soria y el Numancia son mi casa, es donde más he disfrutado también de ese momento de crecimiento, de verte que estás cerca del fútbol profesional. Lo disfruté muchísimo, crecí, hice muchísimas amistades y tengo muy bonito recuerdo de Soria.