«Esta es ya la tercera okupación que tenemos en esta casa de Castroverde»
Castroverde
Los dueños de una vivienda dan quince días a una familia para que se vaya
10 Dec 2022. Actualizado a las 20:02 h.
Una okupación que puede llegar a tener un final acordado por las dos partes. Es lo que parece una hipótesis para un conflicto que se da en el municipio de Castroverde, en donde una familia tiene una casa en la que viven al menos varias personas desde hace meses. La situación requirió este viernes la presencia de la Guardia Civil, y aunque hubo momentos de cierta tensión, finalmente se llegó a un acuerdo.
La familia propietaria acabó por dar un plazo de quince días a las personas que viven en la casa para que se vayan de la vivienda. La situación actual tuvo su inicio en mayo, que fue cuando los propietarios tuvieron conocimiento de lo que ocurría en la casa. Seis meses y medio después, lo que ocurre produce algo parecido a una mezcla de malestar y de tristeza. «Es ya la tercera okupación que tenemos en esta casa», comentaba ayer una de las personas de la familia propietaria.
Hace ya años que la casa sufrió la primera okupación. Entonces fueron un hombre y una mujer quienes decidieron convertirla en su vivienda, en la que pasaron alrededor de seis meses. Pasado ese tiempo, se marcharon. En mayo de este año llegó la segunda okupación, en la que los protagonistas fueron los mismos que ahora están dentro de la casa. Para entender que haya tres okupaciones si solo han sido dos grupos los que entraron, hay que saber un detalle que apunta la familia propietaria sobre esta historia.
Hace unas semanas, se cambió la cerradura de la entrada. Sin embargo, no por ello se marcharon las personas que habían entrado. Así las cosas, los dueños hacen sus propias cuentas y consideran que «lo de ahora es una nueva okupación». La forma en la que los residentes lograron entrar en la casa es algo que los dueños ignoran, aunque no descartan que hubiesen forzado la cerradura.
Necesidad de uso
La familia manifestó ayer que necesitaba «disponer de la propiedad». Esa fue una de las frases que expresaron —desde fuera de la finca, con la verja de entrada por medio— una de las personas que están en la vivienda. «Te doy quince días»: así se resumió el plazo dado para que se vayan, a la espera de que «antes de Nochebuena» —así se concretó— la casa quede vacía.
Al otro lado, de la persona que actuó como interlocutora se dedujo una postura favorable en principio a ese plazo, aunque también comentó que necesitaba unos días porque en la casa hay dos menores de edad. «Ponte en mi lugar», dijo una mujer de la familia propietaria a la otra mujer. Un agente de la Guardia Civil le preguntó si estaba dispuesta a dejar la casa pasados unos días, y ella dijo que haría unas gestiones con ese fin.
La tensión incluso generó un juicio, que tuvo lugar en Lugo ciudad hace semanas. La familia propietaria no logró entonces, según manifestaciones efectuadas ayer, que los okupas se marchasen de la vivienda. Aunque de ese detalle se deriva una evidente frustración que asoma en sus palabras, este viernes, no sin tensiones en el momento inicial, se abrió un compás de espera para el que esperan un desenlace que les resulte satisfactorio.