El Concello de Castroverde advierte de que la necrópolis descubierta aún no se puede visitar

Cautela. Es el ruego que lanzan desde el Concello de Castroverde y desde la dirección de las obras de la rectoral, que han permitido descubrir una de las necrópolis de origen altomedieval más grandes de Galicia. El problema es que el hallazgo se hizo público antes de tiempo, sin que se pudiesen tomar medidas para proteger y conservar los restos y sin que se pueda garantizar la seguridad de los visitantes. Por esto piden a los ciudadanos que no empiecen la «peregrinación» al lugar.

Tanto el Concello de Castroverde como Eva Crecente da Pena, directora de las obras, se mostraron muy molestos con la asociación Amigos do Patrimonio de Castroverde, que fue quien dio a conocer la noticia, algo «muy osado y poco afortunado», explica Crecente. «Desde o Concello aínda non quixemos dar a coñecer estas obras, xa que non están en condicións para ser visitadas», señalan. Crecente añade: «El perímetro de las obras está vallado y señalizado, y por ello pediría cautela, paciencia y sentido común antes de empezar a peregrinar a un lugar que, gracias al afán de protagonismo de algunos, ha quedado expuesto antes de tiempo y, por tanto, en un delicado estado de vulnerabilidad».

Por ello, desde el Concello están en contacto con la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta, para ver cómo proceder para mantener y proteger este hallazgo, y para que todo el mundo pueda disfrutarlo en las mejores condiciones y sin dañarlo.

Las tumbas se descubrieron a raíz de los trabajos de consolidación de los restos de la casa rectoral, que el Concello está desarrollando en el lugar de Eirexe. Eva Crecente explica que en la zona continúan avanzando las obras, «siendo, por tanto, un lugar peligroso para la entrada de personas ajenas a las mismas». Además, «la entrada de personas antes de tomar las medidas de protección necesarias, supone un peligro para la conservación de los sarcófagos».

La directora de las obras lamenta que se haya dado a conocer tan pronto el hallazgo, puesto que «desde ahora, la curiosidad hará que cualquiera pueda entrar, pisar, y alterar el yacimiento. No estamos ante un sustrato granítico como otros ejemplos que tenemos en el Concello (Recesende, Goi...), sino que la poca cohesión del suelo hace que incluso la lluvia pueda dañar los restos. Por otra parte, las obras de consolidación de los muros de la rectoral no están terminadas, por lo que podría producirse un desprendimiento en los mismos y dañar a los curiosos que pudieran acercarse», advierte.