La Voz de Galicia

Vilabella, el hombre de Castroverde hecho a sí mismo y que sobrevivió a un atentado

Castroverde

suso varela LUGO / la voz
Homenaje a Xosé María Gómez Vilabella de la Asociación Amigos do Patrimonio de Castroverde

Amigos do Patrimonio nombró socio de honor al escritor, investigador y autodidacta lucense Xosé María Gómez

02 Oct 2023. Actualizado a las 05:00 h.

Hay personas cuya vida dan para una buena novela o una gran película. Y la de Xosé María Gómez Vilabella, nacido en Castroverde hace 93 años, es una sucesión de acontecimientos que algunos, por sí solos, marcan una biografía de alguien que ha sido, de profesión, emprendedor, además de poder decir que sobrevivió a un atentando.

Este verano, los integrantes de la Asociación de Amigos do Patrimonio de Castroverde le rindieron un emotivo homenaje y lo nombraron socio de honor, destacando en la placa que le entregaron: «Afanoso autodidacta, escritor e investigador, polo labor divulgador da súa Terra e por levar no seu corazón a Berlán, Monte Cubeiro e Castro Verde».

Hijo y nieto de zoqueiro, Vilabella tuvo claro desde pequeño que quería ampliar sus fronteras vitales. «Cos cartos que gañei poñendo escola en Piñeiro, aos 16 anos, e en Catatrigo, aos 17, comprei o primeiro reloxo e a primeira gabardina; fun a Lugo, á Academia ERT, onde aprendín taquigrafía e mecanografía, que me serviron (aos 18) para irme a Madrid, voluntario no Ministerio do Ejército, por tres anos, onde me destinaron ao Consejo Supremo de Justicia Militar», rememora desde su retiro en Oleiros.

Emprendedor

Pero no se conformó con mecanografiar para los altos mandos —«alí eramos 15 mecanógrafos e 18 xenerais»? y señala que en los minutos libres que tenía «ou estudaba ou durmía», así que eligió entrar en el Centro de Estudios Mercantiles y Económicos, iniciando así el Bachillerato por libre, sacando las oposiciones al Banco Exterior de España. Y con un año de antigüedad obtuvo el traslado para la ciudad marroquí de Sidi Ifni, donde asumió la dirección de la sucursal.

Luego vinieron años en Aaiún e más tarde su traslado a Gijón, y después a A Coruña, «pero nunca deixei de estudar». Así, fue sacando títulos o matriculándose en inglés, alemán, Graduado Social, Perito Mercantil, Márketing, Derecho Fiscal, Ciencias Sociales o Derecho por la UNED.

El atentado

Pero en todo este periplo hubo episodios que marcan una vida, como el conflicto bélico que tuvo que sufrir en 1957 cuando estaba en Sid Ifni. «Un camión de guerrilleiro do Istiqlal, que pretendían desfacerse do único Banco de Ifni, e por tanto do seu directivo !para que o Ejército español se quedase sen nóminas!, as portas de Safí atacáronnos de fronte».

Ordenes de Franco

Su coche quedó desecho y él y su mujer, Josefina, salieron vivos de milagro, aunque Xosé María tuvo que pasar 15 días en el hospital. «De volta a Ifni, chámame o General Gobernador para dicirme moi serio: ‘Tengo órdenes de El Pardo para ti. No se os ocurra decir que os atacaron los moros. !Lo vuestro fue un accidente, pero no un atentado'. Así que agardei o segredo ata o ano 1975, no que morreu Franco!», recuerda Vilabella.

Homenaje a Xosé María Gómez Vilabella de la Asociación Amigos do Patrimonio de CastroverdeCEDIDA

Pero en la vida de Vilabella también hubo tiempo para la escritura y la investigación, y así lo atestiguan decenas de libros y artículos, la mayoría sobre su querido Castroverde. La Asociación de Amigos do Patrimonio le organizó un homenaje y lo nombró socio de honor, ya que fue impulsor del colectivo desde que nació. Fue un acto emotivo, donde se le entregó el título y una placa, además de una lámina cedida por Paco Pestana. Vilabella agradeció el homenaje y entregó a los asistentes un ejemplar de su primer libro, publicado en 1949, cuando tenía 20 años: Castroverde. Bosquejo histórico-geográfico. Precisamente leyó un pasaje del prólogo, donde muestra su amor incondicional por Castroverde.

Este impulsor del hermanamiento con el Castro Verde de Portugal, autor de obras sobre o Camiño Primitivo o las ferias de Castroverde, siempre recuerda las palabras que le dijo otra ilustre del municipio, Enriqueta Otero: «‘É moito e moi bo o que temos recibido; agora incúmbenos perfeccionalo e transmitilo'. ¡Xuróvos que o intentei!».

 


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