La Voz de Galicia

Láncara, en lucha para no perder un médico: «Dous facultativos repartiríanse mil cartillas máis e habería lista de espera»

Láncara

UXÍA CARRERA LÁNCARA / LA VOZ
Decenas de vecinos se concentraron frente el centro de salud este viernes

La jubilación de un sanitario deja una vacante y los dos que quedan, de 67 y 68 años, se plantean adelantar su retirada ante la carga asistencial. El Sergas asegura que la plaza está garantizada

22 Sep 2023. Actualizado a las 18:01 h.

Los vecinos de Láncara se niegan a ver cómo empeora su atención sanitaria. La jubilación de uno de los tres médicos deja una plaza desierta, con lo que los otros dos sanitarios tendrán que asumir 1.000 cartillas. «Haberá lista de espera por primeira vez», temen los trabajadores. Los habitantes del municipio, apoyados del equipo del alcalde socialista Darío Piñeiro, se concentraron este viernes frente al ambulatorio y la hostelería hizo un parón reivindicativo: «Nin máis, nin menos, queremos o que temos».

Láncara es uno de los pocos casos de la provincia donde todos los médicos del centro de salud estén en edad de jubilación. También sucede en Sober, Pantón y O Páramo. El sanitario Enrique Cajiao se retira este lunes después de 34 años. Hace meses que se conoce el fin de su trayectoria, por eso el gobierno local aprobó en pleno la solicitud formal a la Consellería de Sanidade de sustituir su plaza. En los últimos días, Darío Piñeiro volvió a enviar otro escrito, pero asegura que no tuvieron respuesta. 

El Sergas declaró que no se va a prescindir de la plaza y que está garantizada. Aplicarán el mismo proceso que establecen cuando queda una plaza vacante y es abrir un concurso para que se cubra. Sin embargo, la apertura de la convocatoria no implica que la plaza se cubra al momento y lo que reclaman los lancareses es que a partir ya del martes haya un nuevo facultativo.  

U.C.

Para dejar claro sus peticiones, el regidor socialista convocó una concentración frente al centro de salud este viernes a la que acudieron decenas de vecinos con pancartas. Además, algunos comercios hicieron un parón reivindicativo. «Nin máis, nin menos, queremos o que temos. Por unha sanidade pública e de calidade» o «Láncara precisa solución» fueron algunos de los mensajes. Los asistentes también recordaron los datos de la «urxencia sanitaria». Láncara tiene 2.501 habitantes en 26 parroquias por 121 kilómetros cuadrados, con una población envejecida que requiere una mayor atención y a domicilio. Para todos ellos, se quedarían con dos médicos, dos enfermeros y un pediatra una vez a la semana. «Mil persoas quédanse sen médico se non se cubre a praza», denunciaron. 

El teniente de alcalde y diputado Pablo Rivera declaró en la manifestación que dejar la plaza vacante supondría «un gran paso atrás». Por una parte porque para los médicos que quedan supone una carga asistencial de un 50 % a mayores, y por otra, porque esto implica que «non nos van a poder atender igual». Defendieron el servicio de tres médicos como un «dereito que nos corresponde e que o rural non pode perder».

«Non prorrogarei a vida laboral para traballar nun centro mal atendido»

El malestar entre los vecinos es latente pero también entre el personal sanitario. Por el momento, la dirección de Sanidade comunicó a los trabajadores del centro de salud que la agenda de Enrique Cajiao se cerrará durante cuatro días, es decir, hasta el próximo viernes. Después, se retomará pero todavía se desconoce si con la plaza cubierta o, como pasa en otros centros de salud, con el traslado puntual de trabajadores de otros ambulatorios para que cubran momentáneamente los puestos.

Los médicos que quedan ya podían estar jubilados hace dos o tres años. Prorrogaron su carrera laboral por economía pero sobre todo por vocación. Sin embargo, viendo el futuro próximo del ambulatorio se plantean no hacer más prórrogas. «Duns 40 ou 50 pacientes ao día, sen Enrique pasaremos a uns 70 ou 80. Aquí nunca houbo lista de espera, o centro sempre funcionou ben pero agora vai empezar a habela», explican. 

Si la carga existencial sube de tal forma que no pueden atender a los usuarios como desean creen que se verán abocados a pedir la jubilación. «Da moita rabia non poder atender a xente como se merece sobre todo sabendo que si é posible», defienden. Ya informaron de la situación a la dirección de Sanidade, que les remitió que tomaría nota.

 


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