Así afecta la incertidumbre a la venta de material escolar en las papelerías de Lugo
Lugo ciudad

Triunfan las mascarillas, pero bajan las reservas de libros y se espera «al último momento» para recoger los pedidos
29 Aug 2020. Actualizado a las 05:00 h.
Un par de bolígrafos para tener algo con lo que arrancar el primer día de clase y poco más. La variabilidad de los escenarios y la incertidumbre que genera la vuelta al cole también se apoderan de la actividad de las papelerías y librerías luguesas, que a dos semanas de su cénit anual trabajan a un ritmo mucho más laxo que otros veranos.
«Es cierto que la gente suele esperar al último momento para hacerse con el material escolar, pero este año está todo mucho más parado», apunta Rocío, de Folder Lugo. Son los más pequeños de la casa quienes más ajetreo provocan en las papelerías de la ciudad, ya que la carga de accesorios complementarios y recursos es mucho mayor en Infantil o Primaria que en niveles superiores. «En los últimos cursos de colegio y en Secundaria sí está habiendo algo de movimiento, porque ya saben lo que van a utilizar», continúa Rocío, que asegura que son muchos los centros que todavía no han hecho públicos los listados con los pertrechos que los niños van a necesitar.
La inseguridad mantenía a padres y madres al acecho, aguardando in extremis a que las autoridades aclarasen cómo sería el inicio de la programación educativa. Pero además, los remanentes de meses anteriores, sumados a la actual situación económica, hacen que muchas familias opten por aprovechar lo que ya tienen en casa. «Nótase que hai moito material que sobrou do ano pasado e que loxicamente se vai utilizar», comenta Vanesa, de la librería Aguirre, para luego ratificar que la venta de libros de texto está a unos niveles muy inferiores a los de otros agostos.
«Igual compran o 10 % do material que precisan, unha ou dúas libretas, por ter algo que levar o primeiro día», sostiene Asunción, de la papelería Cartafol. También María, de Prelo, se queda con la misma sensación, sobre todo después de ver como clientes que en otras ocasiones llevaban un cuaderno para cada materia, ahora reducen su compra a la mitad.
El «rebrote» de los libros
«Los libros los encargaron pero, de momento, no vienen a recogerlos», señala María, de Prelo, que vio como este año las distribuidoras no tenían productos agotados, algo que ocurría con frecuencia en lances anteriores. Con todo, y pese a la caída de las reservas, librerías como Campus sostienen que estos últimos días «a cousa está empezando a despegar».
El sector teme posibles aglomeraciones y baraja hacer entregas a domicilio
Si hay algo en lo que coincide firmemente el sector es en el miedo a las aglomeraciones que puedan darse cita en sus negocios, sobre todo a partir del día 10 de septiembre, que será cuando muchos centros comuniquen a los alumnos el material escolar que necesitan. «Estamos preocupados, normalmente se acumula mucha gente durante los primeros días de colegio y se forman colas enormes, esperamos que este año los clientes entiendan la situación y respeten los aforos», manifiesta Rocío, de Folder, donde tendrán horario continuo para poder abastecer a todas las familias.
Eva, de la librería Campus, agradece que estos días comience a funcionar la recogida de libros, puesto que eso «implicará unha menor afluencia nas vindeiras semanas», una hipótesis para la que ya han acondicionado su local, prácticamente vacío en su interior para dar cabida a todos los compradores y garantizar el distanciamiento social.
Otros locales, como Prelo o Carlín, han reforzado su atención al público con entregas a domicilio y tramitaciones de pedidos en línea, por lo que esperan tener una menor saturación. «Los padres pueden enviar los listados por correo y, mientras nosotros los preparamos, hacer otros recados por la ciudad», concluye María, de Prelo, que lanza esta propuesta para tratar de evitar grandes colas a las puertas de su papelería.
Las mascarillas con motivos infantiles y los hidrogeles lideran los pedidos
Era tan previsible como el parte meteorológico de un noviembre en Lugo. Las mascarillas, las cajas para guardarlas o los frascos de gel hidroalcohólico han entrado por la puerta grande en los catálogos de material escolar. La clave ha estado en decorar estos productos con motivos infantiles, escudos de equipos de fútbol o personajes de películas y dibujos animados. Los niños, o más bien sus progenitores, se han encargado de hacer todo lo demás, es decir, adquirirlos y convertir su existencia en todo un negocio. Los gerentes de las principales papelerías de la ciudad confirman este supuesto y aseguran que las ventas de máscaras y dosis de hidrogel se han disparado en sus comercios, transformando ambos artículos en dos imprescindibles más en la mochila de cada niño.