Lugo se queda sin Piedras Vivas: «Cuando viene algún cliente enfermo, yo no puedo decirle que un mineral lo va a curar»
Lugo ciudad

Laura Martínez se traslada a Cataluña y, con ella, su negocio, el único de la ciudad dedicado a la venta de productos y amuletos «energéticos y espirituales»
16 Oct 2022. Actualizado a las 05:00 h.
Son malos tiempos para los lucenses amantes de lo espiritual, lo esotérico y, en definitiva, de las energías naturales que desprenden algunos amuletos. La tienda Piedras Vivas, ubicada en el número 50 de la rúa de Campo Castelo, a escasos metros de la Muralla de Lugo, echa el cierre a finales de este mes de octubre. Laura Martínez, su joven dueña, de solo 25 años, se traslada a Cataluña y baja la persiana del único negocio de su sector en la ciudad.
«Estuve retrasando el anuncio del cierre porque me daba mucha pena», lamenta la promotora del establecimiento. Natural de Rábade, abrió su tienda hace apenas un año. Desde el principio, la afluencia de clientes sorprendió hasta a la propietaria. «Si fuese por el aspecto puramente económico, no me iría de Lugo. Es algo personal, porque la verdad es que estoy contentísima con cómo estaba yendo el negocio», confiesa Martínez.
Estudió Educación Infantil en Lugo y Educación Social en A Coruña, pero aquello no acabó de cuajar. «Me gustaba estudiarlo, pero no me veía trabajando de eso a largo plazo. Un día, conocí a un chico en una feria que vendía este tipo de productos, y sentí que era el empujón que necesitaba para lanzarme a montar una tienda así, que era mi sueño desde hacía mucho tiempo», confiesa.
Su negocio, Piedras Vivas, basa su actividad en la venta de diferentes productos relacionados con el mundo de las energías positivas, la fortuna, el espiritismo y demás «vibraciones» naturales. Sus estantes ofrecen desde velas e inciensos hasta piedras preciosas, lámparas de sal, joyería o ropa.
Un tipo de clientela peculiar
«Todo se vende bastante bien. Algunos productos van más por modas, pero si tuviera que destacar algo, serían las piedras y los minerales», dice Martínez. Según la dueña, estas rocas sirven como decoración, pero también se las vincula con determinadas energías que atraen a los clientes que creen y disfrutan de estos elementos.
«La verdad, no sabía si la gente de Lugo iba a tener la mente suficientemente abierta como para darle una oportunidad a una tienda así, pero la aceptación fue buenísima», explica la propietaria. Pronto, el negocio empezó a funcionar. Y con un perfil de clientes muy distinto al que se pudiera pensar.
«Aquí viene gente de todo tipo. He tenido clientes de más de 80 años y también de cuatro. Es cierto que lo más habitual son las mujeres, porque los hombres a veces parece que vienen con algo de vergüenza por disfrutar de la espiritualidad o del esoterismo», cuenta Martínez. Desde su experiencia, explica que ellas apuestan más por los productos «espirituales», como velas, inciensos o lámparas, mientras que a ellos les atrae más lo físico, como los minerales.
Con respecto a este último producto, Martínez dice que tuvo mucho éxito su apuesta por las piedras «en bruto, sin pulir», además de las más típicas, «las lisas, rodadas». Para ella, estos elementos decorativos y espirituales son válidos para cualquier casa, ya que «son muy estéticos y los hay de todas las formas y colores».
«Siempre les digo a mis clientes que la espiritualidad y los productos naturalistas pueden ayudarles si creen en ellos, pero no son la solución de todo»
Laura, desde que montó la tienda, confiesa haberse encontrado con clientes que llegan a su negocio en busca de productos con energías y vibraciones positivas, con la esperanza de que, por ejemplo, les ayuden con alguna enfermedad. «Aquí ha venido gente con problemas serios. Incluso enfermos graves. Yo trato de entenderlos, pero no les puedo mentir. Siempre les digo que la espiritualidad y los productos naturalistas pueden ayudarles si creen en ellos, pero no son la solución de todo. Deben ir acompañados de otras cosas. Si alguien está enfermo, le tengo que decir que un mineral o una vela no lo van a curar, y les recomiendo que vayan al médico, que es quien sabe», resume la lucense.
A finales de octubre, Piedras Vivas echa el cierre. Laura Martínez se traslada a Cataluña. En principio, no abrirá el negocio inmediatamente, pero espera hacerlo en cuanto «esté algo asentada». Durante estos días, ofrece un 20 % de descuento en la mayoría de sus productos. «Me da pena dejar a tantos clientes sin esta tienda en Lugo. Hemos recibido muchas muestras de cariño», termina la joven emprendedora.