Paradela pone rostro a los vecinos de los últimos 200 años a través de 800 fotos

La historia del concello de Paradela está siendo inmortalizada. El primer paso ha sido retratar a aquellos que le dan vida. Casi 800 fotografías de sus vecinos conforman la primera parte de la exposición Do tempo das luces, organizada por el Ayuntamiento y elaborada con la colaboración de la Asociación de Mulleres Rurais de Paradela. El día 15 de mayo, por San Isidro, los habitantes del municipio la pudieron visitar por primera vez: «Tiñamos todos lágrimas nos ollos».

Paradela cumplía hace dos años 200 como ayuntamiento, por lo que desde el Concello decidieron reunir fotografías de estos 200 años para recomponer su historia. «Nacemos pouco antes que a propia fotografía, que foi no 1824», apunta el regidor, José Manuel Mato. De ahí el título de la muestra: «as luces dos tempos modernos iluminaron Paradela hai douscentos anos, tempo aquel no que o dominio da luz permitiu obter e gardar imaxes da vida», como explicó el colectivo Egeria, que también participa. La celebración del bicentenario se retrasó dos años por mor de la pandemia, que además de la exposición también contará con diversas actividades.

Para seleccionar las imágenes, la Asociación de Mulleres Rurais estuvo recolectando fotografías entre los vecinos durante meses. «Ao principio a xente era moi desconfiada porque tiña que deixarnos fotos antigas e de moito valor e tiña medo de que non llas devolvéramos ou de perdelas», cuenta la presidenta, Rocío Domínguez. Aun así, los habitantes de Paradela prestaron miles que fotos y también documentos que permiten dividir la amplia muestra en tres partes.

De velatorios a visitas de Fraga

La primera parte, ya expuesta, es «Xente nosa», que inmortaliza los rostros de cientos de vecinos. Los 26 expositores de la muestra están divididos en distintas secciones. Empiezan desde las imágenes de bebés de principios del siglo XX, incluso algún nacimiento de trillizos, y llegan hasta las fotografías de los entierros y velatorios. «Hai imaxes de xente que as xeracións actuais non chegaron a coñecer e moitos dos que só quedan os seus netos ou bisnetos, é moi emocionante», asegura Domínguez.

Los vecinos de Paradela aportaron retratos individuales, familiares o de reuniones con amigos. Varios de los expositores recogen todas sus caras con fechas variadas, algunas de ellas anteriores a la Guerra Civil. «Había xente que se fixo fotos cos seus familiares e se emocionaron moito cando viron aos seus bisavós expostos». Además, no falta ningún detalle, ya que también reúne fotografías de aquellos paraledenses que emigraron a principios de siglo a lugares como Barcelona, y de los que estaban realizando el servicio militar. Entre los hombres retratados mientras estaban en tropas había algunos incluso del ejército norteamericano.

También hay sitio para las celebraciones, como bautizos, comuniones o bodas realizadas por variadas aldeas del municipio. Y como parte de la cultura del pueblo, se recogen imágenes de las procesiones y las fiestas patronales, como la propia de San Isidro.

A través de sus gentes queda retratada la vida social del concello, de manera que incluye un recorrido por las alineaciones del equipo de fútbol S.D. Paradela, los grupos locales de música o las excursiones de las asociaciones. No falta tampoco el recibimiento de los vecinos y el gobierno local a distintas figuras públicas como Fraga o algunos conselleiros.

Do tempo das luces también es un acercamiento al estilo de vida del municipio, con la sección «A vida no rural». Retrata a las familias con el ganado y una gran compilación de la malla, que más que un trabajo se convirtió en un encuentro vecinal en el que se juntaban cientos de vecinos para cortar el cereal y secar la paja. Además de sus gentes, la muestra de «Xente nosa» también recoge imágenes de las principales iglesias del territorio bajo la sección de «Fe, arte e historia».