La Voz de Galicia

Cinco años de agua turbia en Rábade: denuncias a la suministradora, facturas de 40.000 euros y filtros en casas particulares

Rábade

André S. Zapata Lugo / La Voz
El agua lleva años saliendo marrón por los grifos de los ciudadanos del municipio de Rábade

Empresas de la zona litigan con Aqualia, la responsable de la red en Rábade, y le reclaman el incremento en el gasto debido a la mala calidad del agua

15 Oct 2023. Actualizado a las 05:00 h.

Desde el año 2018, negocios y viviendas del municipio lucense de Rábade han tenido que vivir con la preocupación de que el agua que salía de sus grifos tenía un color mucho más oscuro que el que cualquiera desearía. La turbidez del líquido suministrado a través de la red pública ha sido motivo de quejas por parte de los residentes en el Ayuntamiento chairego desde hace un lustro. Ahora, los afectados han dado un paso más y han decidido llevar al juzgado a la empresa responsable del suministro.

Una compañía del sector alimentario radicada en Rábade fue la primera en iniciar el litigio contra Aqualia, propiedad del conglomerado FCC, que gestiona la red de suministro de aguas públicas del municipio lucense. Con este movimiento, esta empresa abrió la puerta a reclamar a la presunta responsable el enorme aumento que han vivido estos años en sus facturas, que pasaron de costarles 16.000 euros al mes a 40.000.

Gran aumento en las facturas al tener que filtrar el agua varias veces

A nivel empresarial, los efectos son evidentes. La turbidez del agua causa estragos en las compañías por dos frentes. El primero es el del gasto, ya que se obliga a los negocios a depurar y filtrar el líquido en varias ocasiones antes de poder usarlo para producir. Para usos como refrigeración o calefacción, el control no es tan estricto, pero a la hora de usar el agua para hacer productos alimentarios (por ejemplo, leche), la calidad debe ser muy alta.

La realidad es la opuesta. Los empresarios afirman incluso que el estado del agua incluso les «causa averías» en su maquinaria. Este es el segundo efecto perjudicial que alegan. Todas las compañías se ven obligadas a instalar filtros propios, algo que les supone una gran inversión que no sería necesaria si el agua llegase limpia.

Para ilustrar su situación, las empresas que litigan contra Aqualia presentaron unos informes en los que muestra cómo, entre octubre del 2022 y abril del 2023, sus facturas referentes al suministro de agua subieron de los 16.000 euros hasta los 40.000. Este gasto extra se debe al esfuerzo que deben hacer para filtrar el agua turbia que les llega de la red de suministro.

Según los afectados, el problema escapa de las manos del Concello de Rábade. La red de suministro está cedida a Aqualia, que se encarga de su gestión y mantenimiento. «Solo tienen agua limpia los vecinos que pueden acceder a un pozo privado», indican algunos de los afectados.

Filtros en viviendas particulares

A nivel particular, las consecuencias también son palpables. El agua de la traída no se puede usar para cocinar y a alguno hasta le da «asco» ducharse, según dicen. Esta situación la sufren casi todos los núcleos de Rábade desde hace un lustro. 

Muchos vecinos no han visto otra solución que instalar filtros en edificios y viviendas unifamiliares. El pasado invierno, la gran mayoría mostraban un color ennegrecido, que hacía evidente la cantidad de agua contaminada que llegaba a las casas. 

Según fuentes judiciales, la empresa, que tiene una sede en Rábade, les ha comunicado a los afectados que «no tienen constancia» de que el agua que llegue a las casas y a las empresas a través de su red de suministros llegue en mal estado. El proceso está todavía en una fase muy temprana, pero muchos rabadenses están ya luchando para que, después de cinco años, puedan disfrutar de un agua de calidad.

De juzgado en juzgado desde hace años

En verano del 2019, esta situación se denunció por primera vez. Los vecinos reclamaron a la Consellería de Sanidade y el asunto terminó en el juzgado. Al finales del año siguiente, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Lugo condenó a Sanidade a abrir expediente sancionador al Concello de Rábade por suministrar agua destinada para consumo que no cumplía condiciones de potabilidad.

En el 2022, la Consellería de Sanidade publicó una resolución donde acordaba sancionar con 601,01 euros al Concello de Rábade por la comisión de una infracción leve en materia sanitaria, debido a la mala calidad del agua de consumo, al entender que el Concello de Rábade, como titular de la red de abastecimiento fue negligente al no controlar a la empresa gestora del abastecimiento. Aqualia o FCC no fueron sancionadas.

 


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